Las diarreas neonatales son uno de los problemas más comunes en las granjas de reproductoras. En los artículos anteriores con los 4 expertos, hemos abordado los aspectoss relacionados con los agentes microbianos causantes de la enfermedad: qué virus o bacterias son los causantes de esta diarrea y cómo prevenirlos mediante vacunas, autovacunas o el uso de exposición oral controlada.
No obstante, los autores también han insistido mucho en que el origen de las diarreas tiene una causa multifactorial, habiendo muchos otros factores a tener en cuenta relacionados con el ambiente, el manejo, y la nutrición.
En este artículo trataremos uno de ellos: la importancia de la limpieza y desinfección.
Cuando a Guedes le preguntamos sobre la limpieza y desinfección, afirma categóricamente: "¡ahora sí que empezamos a hablar de las cosas importantes!". Y aunque a priori parecería que la limpieza entre lotes en sala de partos es un tema básico y que todas las granjas ya deben estar realizando correctamente, tras las entrevistas con los autores vemos que existe aún mucho margen de mejora.
El procedimiento adecuado
Ackerman nos describe como debe ser el protocolo adecuado:
El problema de la sobreocupación
La limpieza y desinfección debe estar asociada siempre al todo dentro-todo fuera por lotes, pero Ackerman nos cuenta que en USA a menudo no es así. La producción está basada en una sobreocupación de las salas de partos y muchas veces no se puede vaciar toda la sala. En su defecto, como mínimo, se deben realizar particiones para limpiar las naves. Importante que no se mojen los cerdos, que se seque bien la sala y que no haya ni frio ni humedad
Cantín observa un problema parecido en España como consecuencia de la infertilidad estacional. El verano supone peor fertilidad, peor salida en celo, resultando en menos partos al inicio del invierno. En los meses siguientes sucede el efecto contrario, por el efecto compensatorio en el número de cubriciones del otoño, las maternidades van más sobrecargadas incrementándose un 20-25% los partos. Esto implica peor protocolo de limpieza y ausencia de tiempo de descanso de las salas. Como consecuencia, aumenta la incidencia de diarreas neonatales e incluso de final de lactación, siendo además más persistentes y difíciles de tratar.
Sin embargo, cuando se introducen las cerdas entre tres y cuatro días antes del parto, con un día o dos de descanso y se ha podido hacer un buen protocolo de limpieza, desinfección y secado, la situación mejora bastante: disminuye la incidencia, disminuye la gravedad y mejora la respuesta a los tratamientos. Muchas veces en estas parideras que están en buenas condiciones con un rehidratante y antibiótico oral soluciona el problema y ya no vuelve a aparecer. Y concluye: “claro que la limpieza por sí sola no te soluciona el problema de diarrea, pero si no la haces correctamente se te va a agravar seguro”. (imagen 2)
Guedes, es completamente tajante en el tema del vacío sanitario. “en mi opinión el principal motivo que explica el aumento de los problemas de diarrea en los últimos años tiene que ver con la ausencia de un tiempo de vacío adecuado entre lotes”.
Y continúa: es sorprendente como en Brasil es muy común realizar grandes inversiones en instalaciones e incluso tener buenos protocolos de limpieza y desinfección, pero después fracasan por no prestar atención al secado y al tiempo de vacío. Tener una sala de maternidad vacía se ve como un gasto, pero hay que verlo como una inversión. Finaliza: es difícil demostrarlo numéricamente pero estoy convencido que 3 días de vacío sanitario reduce los problemas de diarrea neonatal al reducir la presión de infección y mejora la rentabilidad. El lavado con agua caliente y los 3 días de vacío son eficaces también para reducir la carga de ooquistes en el ambiente.
Vraeghe nos aporta un punto de vista distinto e interesante. Claro que es importante la limpieza y desinfección pero ellos tienen algunas experiencias donde desinfectar provoca la aparición de estas diarreas, interpretando que esa granja tiene una flora ambiental beneficiosa y que desinfectando rompen ese equilibrio. En estas granjas en concreto no desinfectan.
En resumen, la reducción de la presión de infección mediante una adecuada limpieza, desinfección y tiempo de descanso es una de las herramientas indispensables para la reducción de la diarrea neonatal. Aunque es un tema conocido desde hace tiempo, en la práctica muchos modelos productivos siguen sin darle la importancia que tiene.