En busca del nuevo equilibrio

Dennis DiPietre
20-oct-2020 (hace 4 años 1 meses 3 días)

Vamos a mirar primero la oferta y luego abordaremos la demanda. Según el USDA NASS, de enero a agosto de este año, el número total de cerdos de todos los tipos (incluyendo reproductores) sacrificados en los mataderos inspeccionados por el gobierno federal y otros mataderos de EEUU, aumentó un 2,1 % en comparación con el mismo período del año pasado. Esto incluye un aumento dramático en el sacrificio de reproductores, un 11,9% más que el año pasado. Debido a la abrumadora cantidad de animales de cebo respecto a los reproductores en el censo total, si descontamos los reproductores, el sacrificio de animales de engorde solo subió un 1,9 %. Podemos compararlo con la previsión de más del 4 % anual y, de hecho, de hasta un 6 % más en algunas semanas de enero.

Las implicaciones del sacrifico de cerdas son inciertas por varios motivos. En primer lugar, a algunas personas experimentadas del sector porcino les preocupa que los animales de engorde demasiado pesados (cuya salida a matadero se vio frenada a principios de verano y alcanzaron pesos inaceptables para los mataderos) hayan terminado en mataderos de cerdas, que tienen instalaciones capaces de procesar animales muy pesados. Además, es probable que algunos de los mayores productores usaran esta oportunidad para cerrar el 5 % de sus granjas de cerdas con un rendimiento crónico deficiente y un coste elevado, año tras año. Esto no sólo reduciría el coste medio de producción, incluyendo la mano de obra, sino que liberaría granjas de engorde para alojar a los animales durante más tiempo mediante cambios en la dieta mientras se buscan oportunidades para llevarlos a matadero. Por último, esto también sugeriría, si es verdad, que el impacto sobre los animales que llegarán a mercado más adelante no será tan grande, ya que la mayoría de las cerdas sacrificadas habrían tenido un rendimiento bajo. Si esto es cierto el rendimiento medio nacional de las cerdas aumentará mientras que los cerdos que llegan a matadero se alejarán muy poco de las expectativas.

Según el último informe trimestral del USDA, que se publicó el 1 de septiembre de 2020, se estima que el censo de cerdas se redujo un 2 % respecto al año anterior y que los cerdos de engorde muy jóvenes (por debajo de 50 lbs o 23 kg) y los de la siguiente categoría (50-119 lbs o 23-54 kg) bajarían, ambos, un 3 % respecto al año anterior. Esto refleja tanto la disminución en el sacrificio de cerdas como la de la eutanasia de los lechones recién destetados, que se realizó sin mucha publicidad, especialmente entre los grandes productores de lechones destetados que vieron como se rechazaba la fórmula de precios acordada y el precio caía a 0-5 $/cabeza. El informe del USDA también prevé que seguirá la subida de las categorías más pesadas hasta un 6-10% respecto al año anterior sugiriendo que el enorme aumento de las exportaciones está salvando a la industria estadounidense de seguir en números rojos.

Por lo que respecta a la demanda, la COVID-19 ha seguido cambiando drásticamente los hábitos alimenticios de las personas de todo el mundo. En muchos sitios de EEUU los restaurantes están obligados a permanecer cerrados, tienen los horarios restringidos y/o deben cumplir estrategias de prevención tan interesantes como pedir a sus comensales que usen la mascarilla entre bocado y bocado. Además, los que siguen abiertos tienen bastante limitado su aforo. Los viajes en avión se han reducido un 70-90% lo que significa que visitar a la familia en las próximas festividades de Acción de Gracias y Navidad estará restringido a los que puedan hacer el desplazamiento en coche. Se cree que los más jóvenes se quedarán en casa y cocinarán o comprarán comida preparada antes que arriesgarse a volver a casa de sus padres ante la posibilidad de infectarlos. A su vez, aunque se reúnan pequeños grupos de personas, se evitarán los alimentos que se comparten en la mesa, de un plato común, como los entremeses. Hay una gran tendencia a pedir cerdo, ternera o marisco de primera calidad por internet. El foco está en comer menos pero aumentando el gasto por comida para obtener una calidad extra, ya que en muchos casos el presupuesto lo permite debido a la eliminación de las salidas a restaurante. La seguridad y la calidad son las características de mayor demanda y hay muchas cadenas nacionales de pizza que anuncian que en su proceso los empleados nunca tocan la comida directamente, desde la preparación hasta la entrega. El precio del mercado chino sugiere que la PPA está lejos de ser controlada por lo que se espera que las exportaciones a Asia se mantengan robustas y continuas, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales en EEUU. Buenas noticias para los países que puedan exportar. La carta inesperada es la subida continuada de las proteínas alternativas ("carnes" a base de plantas). Una de sus últimas estratégias de márqueting son los productos que mezclan carne real con sustitutos cárnicos para facilitar la transición a productos completamente basados en plantas. Permanezcamos atentos a esto, parece muy probable que sigan ganando terreno y nos mantengan adormecidos hasta que el precio llegue al punto de inflexión y los precios de la carne de verdad empiecen a disminuir.