Los veterinarios de cerdos tenemos el privilegio de visitar una amplia gama de instalaciones y granjas de producción como parte de nuestro trabajo diario. El grado de planificación y el nivel de inversión que se emplean en la bioseguridad de granjas varía dramáticamente. Sin embargo, en cualquier instalación se pueden implementar medidas de bioseguridad de bajo coste aunque de gran impacto.
A medida que nuestro conocimiento de cómo se transmiten las enfermedades infecciosas ha ido evolucionado, hemos mejorado nuestra capacidad para determinar qué prácticas de bioseguridad son las más importantes para prevenir su entrada. Los productores que han sufrido un brote de enfermedad que les ha hecho perder dinero, son los más predispuestos a reconocer sus puntos débiles en bioseguridad e implementar cambios ya que se han terminado preguntando qué podrían haber hecho diferente para evitar que el problema les vuelva a pasar.
Después de un brote, los veterinarios llevan a cabo investigaciones que ayudan a comprender la ruta más probable de la infección para poder hacer recomendaciones que respondan a qué salió mal. Su comprensión de cómo se eliminan y sobreviven los patógenos, y de cómo infectan a otros animales, les ayuda a resaltar posibles puntos débiles de bioseguridad y recomiendan medidas de bioseguridad que se pueden aplicar en la granja para prevenir una futura transmisión de enfermedades.
En 2010, la Organización Mundial de Salud Animal (OIE), junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Banco Mundial, creó un muy buen informe de bioseguridad para la industria porcina. En este documento, los autores, científicos y veterinarios de todo el mundo, acordaron definir los tres elementos principales de la bioseguridad como:
En esta serie de artículos sobre bioseguridad de bajo coste y alto impacto, nos centraremos en cómo los productores pueden implementar conceptos básicos de separación de zonas en granjas para prevenir de manera rentable la entrada de nuevos patógenos. Este artículo se centrará en definir las zonas "limpia" y "sucia" y en explicar cuáles son las zonas en las que los productores pueden aplicar estos conceptos de separación (imagen).
Hay que recordar que la separación implica la creación de barreras físicas y/o temporales para controlar qué y/o quién pasa a través de ellas. Estas barreras pueden estar muy bien definidas, como las vallas perimetrales o las puertas de una granja, o pueden ser de naturaleza más conceptual, como la "línea roja" en el suelo para recordar a los trabajadores dónde no pueden pasar.
Cuando se habla de separación de zonas a nivel de granja, la mayoría de nuestras conversaciones sobre bioseguridad se centran en definir la separación física de zonas para disminuir la posibilidad de transmisión de enfermedades. Normalmente, nos referimos a estas zonas como "LIMPIA" y "SUCIA". "LIMPIA" se refiere al espacio donde están los animales, que queremos proteger. Esta zona solo contiene los agentes patógenos que forman parte de su "estado sanitario" normal. Las áreas "SUCIAS" son aquellas que rodean las áreas "LIMPIAS" y tienen el potencial de estar contaminadas con patógenos que no forman parte del "estado sanitario" de la granja. Cuando aumenta la contaminación, ¡una separación incorrecta entre zonas aumenta las posibilidades de entrada de enfermedades!
La definición de los límites entre las zonas "LIMPIA" y "SUCIA" debe realizarse con el consenso de los veterinarios, los productores y los trabajadores que se encargan de la salud animal. Asegurarnos de que los trabajadores entienden los conceptos de bioseguridad es crítico para su implementación. Permitir que los trabajadores participen y contribuyan al proceso de diseño de la bioseguridad ayuda a asegurar que lo que se les pide sea práctico y a que se cumpla. Sin la aceptación del trabajador, ¡la bioseguridad de 24 horas al día, 7 días a la semana se vuelve imposible!
¿Qué es lo que necesita moverse en una granja y dónde están los límites críticos de la zona limpia / sucia?
¿Cómo podemos diseñar una separación entre zonas efectiva? ¿Qué reglas necesitamos implementar para realizar una transición adecuada en estas zonas? En los siguientes artículos nos centraremos en los métodos de bajo costo y alto impacto comúnmente utilizados en la industria porcina para lograr una bioseguridad efectiva.