Caso clínico: Oscuridad diagnóstica: descenso puntual de la fertilidad en verano

Francesc Illas
22-ene-2019 (hace 5 años 11 meses 4 días)

La explotación

Nuestro caso clínico empieza en septiembre de 2016, en una explotación de 1200 reproductoras F1 de genética Batallé (Duroc x Landrace) localizada en Catalunya.

La granja funciona en bandas semanales y cría lechones (Duroc x Landrace x Pietrain) hasta los 20 kg, de modo que dispone de fase 1 y fase 2 separadas 150 metros entre sí.

Vista aérea de la explotación

Figura 1. Vista aérea de la explotación.

La granja es estable a PRRS y desteta en continuo lechones negativos. Las reproductoras son inmunizadas con vacuna viva de PRRS en sábana y mal rojo y parvovirus en ciclo. La recría recibe el mismo protocolo vacunal , con 4 entradas anuales de cerditas de 4 y 5 meses de edad.

Los números en lactación son buenos: 14,5 nacidos totales, 12,47 lechones destetados/parto y un peso de 7,5 kg/lechón.

Los números en gestación son mejorables: 89.5 % de fertilidad y 88.4% de índice de partos (IP), con un marcado descenso del IP correspondiente a las cubriciones de julio-agosto-septiembre de 2016 (figura 2).

Figura 2. Índice de partos del año 2016.

Es importante mencionar que en esta granja las cerdas se alojan en jaulas sólo durante la lactación y hasta la cubrición, después de la cual pasan a patios. El pienso será facilitado, en función de la disponibilidad, mediante máquinas de alimentación electrónica o bien dosificadores individuales en jaula abierta (figura 3) y siempre con la misma curva de alimentación (energía de mantenimiento + 30%) durante el primer tercio de gestación.

Patios

Imágenes del tipo de patios disponibles en la explotación

Aparición del caso

Septiembre de 2016: la fertilidad ha empeorado banda tras banda desde la semana 26.

En nuestra visita a granja vemos que el intervalo destete-cubrición (IDC) se ha mantenido durante los meses de verano, hecho que encaja con los comentarios del personal de maternidad que nos dice que las cerdas han seguido sin problemas las pautas de alimentación en lactación y han salido bien en celo. Se ha mantenido la fertilidad a día 24 pero hay un incremento de repeticiones acíclicas, así que decidimos pasar un segundo ecógrafo a día 33 de gestación en un patio de cerdas positivas a día 24. No sólo detectamos cerdas vacías, sino que además las negativas yacían muy próximas dentro del parque, cosa que no sorprendió al responsable de gestación, que comentó haber visto varias veces pérdidas embrionarias en cerdas del mismo subgrupo (figura 5).

Ejemplo de resultados de diagnóstico de gestación a día 33

Investigación de las repeticiones: ¿leptospirosis?

El problema tenía un aire “contagioso” aunque las cerdas negativas no presentaban sintomatología clínica alguna ni habían dejado de comer un solo día desde que estaban en parques, con lo cual se hacía difícil incluir en nuestro diagnóstico diferencial patologías que nos pudieran ocasionar abortos indirectos (por fiebre, por ejemplo).

Tomamos muestras de sangre de cerdas positivas a 33 días de gestación (verde, tabla 1), cerdas negativas a día 33 (naranja, tabla 1) y cerdas que habían sido apartadas del grupo por observarse pérdida embrionaria (rojo, tabla 1). Como que históricamente se había pensado que podía tratarse de un caso de leptospirosis (los 4 años anteriores habían presentado exactamente el mismo descenso del IP en los meses de julio-agosto-septiembre (figura 6)) se solicitó serología por microaglutinación (MAT) pero no hubo ni positividad ni diferencias entre grupos de cerdas (tabla 1).

Tabla 1. Muestreo realizado por tipo de cerda y resultados.

Ref. muestra Leptospira MAT
1 B 3520 -
2 B 3404 Bratislava 1/30
3 B 4152 Bratislava 1/30
4 B 4136 Bratislava 1/30
5 B 3512 Bratislava 1/30
6 B 4130 Bratislava 1/30
7 B 4443 -
8 B 3672 Bratislava 1/30
9 B 4418 Bratislava 1/30
10 B 4434 -
11 B 3661 Bratislava 1/30
12 B 3480 Bratislava 1/30
13 100713 Bratislava 1/30
14 404550 Bratislava 1/30
15 B 3675 Bratislava 1/30 y Icterohaemorragiae 1/30
16 B 3399 Bratislava 1/30
17 B 4294 Bratislava 1/30
18 B 4602 Bratislava 1/30

Figura 6. Índice de partos período 2013-2018.

El problema se soluciona solo: ¿infertilidad estacional?

Antes de tener una mínima sospecha de lo que podía estar sucediendo, y sin hacer cambio de manejo ni medicación alguna, las fertilidades de octubre rozaron el 94%, igual que en noviembre y diciembre. El problema se había arreglado solo, pero tenía toda la pinta que volveríamos a enfrenarnos a él, así que debíamos formular otras hipótesis que justificaran el histórico descenso del IP correspondiente a las cubriciones de verano.

Cada vez se hacía más extraño pensar que un agente infeccioso llegara puntualmente la semana 28, año tras año, para incrementar el % de repeticiones acíclicas, así que dirigimos nuestras lecturas a artículos que contuvieran los términos: ritmo circadiano, ritmo circanual, melatonina e infertilidad estacional.

Los problemas reproductivos asociados a infertilidad estacional en la especie porcina son varios: incremento del IDC, reducción del índice de partos, retraso en la aparición de la pubertad y, aunque con menos consenso, reducción de los nacidos totales. Los factores ambientales y de manejo que facilitan su aparición los resumen con claridad el Prof. Olli Peltoniemi y Juha Virolainen en Seasonality of reproduction in gilts and sows (figura 7).

Factores influyentes en la aparición de infertilidad estacional

El fotoperiodo juega un destacado papel en la infertilidad estacional. El hipotálamo de las cerdas recibe información sobre las horas de luz mediante el tiempo y la concentración de melatonina en sangre y disminuye o incrementa los pulsos de GnRH y su intensidad. Al cabo de 6-8 semanas de días largos con fotoperiodo decreciente (julio-agosto-septiembre, en nuestra latitud) empieza a disminuir la pulsatilidad de la GnRH, en consecuencia también la de LH y FSH y bajan los niveles de progesterona. Que los niveles de progesterona se reduzcan hasta perder la gestación dependerá de la interacción con el resto de factores. De todos ellos, los distintos en nuestra granja respecto a otras de la zona con la misma genética y manejo eran: el sistema de alimentación y la mayor interacción social promovida por el alojamiento en grupo después de la cubrición. Sería aquí donde ejecutaríamos los cambios en verano de 2017.

Cambios realizados el verano siguiente, en 2017

A partir de la semana 24, las cerdas fueron recibidas en los patios de gestación con una curva de alimentación de energía de mantenimiento + 60% y dispondrían de pulpa de remolacha ad libitum desde el fin del celo hasta el día 40 de gestación.

La mejora del IP en los meses conflictivos fue del 15% (figura 8). Las medidas adoptadas habían mantenido a raya las repeticiones acíclicas en julio y septiembre, pero fueron insuficientes en 2 semanas de agosto, donde las repeticiones acíclicas dejaron la fertilidad al 70%. Estábamos satisfechos con el resultado global, y aunque podíamos mejorar, aún no sabíamos cómo hacerlo.

Mejora del IP, años 2016-2017

Más cambios en verano de 2018

El 2018 nos recibió con un virus PRRS que redujo drásticamente el IP del primer semestre, así que para salvar el año necesitábamos más que nunca un buen IP de las cubriciones de verano. A partir de la semana 24 tomamos las mismas medidas que en 2017 (energía de mantenimiento+60% y pulpa de remolacha ad libitum). Julio empezó con buenos resultados de fertilidad a día 24, pero bajaba a día 33. Entonces, el responsable de la granja hizo una observación: todas las semanas de ese mes habíamos alojado las cerdas en parques con máquinas de alimentación para 80 cerdas, así que había sido necesario mezclar bandas para completarlos. ¿Podían la mezcla de animales y las colas de acceso a las máquinas generar el estrés extra para disminuir los niveles de progesterona e incrementar las repeticiones acíclicas?

Para responder a esa pregunta, a partir de la semana 31, las cerdas se alojaron, al finalizar el celo, en patios de 20 cerdas y dosificador individual. De este modo, habría una sola jerarquización y podríamos alimentar todas las cerdas a la vez. Además, a partir de la semana 35 introdujimos un verraco vasectomizado en el grupo de cerdas con la finalidad de reducir las agresiones y quizá conseguir mayores niveles de progesterona. Los resultados de ambos cambios de manejo fueron espectaculares (figura 9) y durante agosto-septiembre y octubre mejoramos los resultados de 2017. ¡Que ganas de que llegue el verano del 2019!

IP durante Julio-Agosto-Septiembre 2018

Conclusiones

No es lo mismo ir que volver, y hacer el mismo manejo a lo largo de todo el año puede darnos distintos resultados.

Trabajamos con una especie estacional y esto nos obliga a hacer cosas diferentes en función de las condiciones ambientales para mantener los mismos índices reproductivos todo el año.

No hubiera sido posible entender que estábamos ante un caso de infertilidad estacional y resolverlo sin el excelente equipo que trabaja en esta explotación, Enric Marco y Olli Peltoniemi: ¡Mil gracias por vuestra ayuda!