Vigilancia de virus PRRS. ¿Cómo monitorizar el progreso hacia el control de nuestras granjas?

Carmen Alonso García-MochalesInge BöhneAndrea PitkinAlbert Vidal HerasBill Wang
13-nov-2018 (hace 6 años 8 días)

En artículos anteriores revisamos los diferentes enfoques de control de virus PRRS y, más específicamente, la importancia de los diferentes pasos para conseguir un buen programa de aclimatación de la reposición frente al virus PRRS. El objetivo de este programa de control, como se revisó anteriormente, es siempre la interrupción del ciclo de transmisión del virus en la granja de cerdas y, como consecuencia, la producción de lechones PRRS negativos al destete. Una vez estas estrategias ya están puestas en marcha, ¿cómo debemos monitorizar estos programas? ¿Cada cuánto deberemos secuenciar el/los virus presentes en nuestra granja? En este artículo, preguntaremos a nuestros 4 veterinarios especialistas en porcino de Alemania, Norte América, China y España cómo monitorizan el progreso de las estrategias para controlar el virus PRRS en sus regiones.

¿Qué porcentaje de productores tienen en marcha un programa de vigilancia del virus PRRS? ¿Cuáles son sus objetivos? En China, Wang estima que un porcentaje alto de productores tienen un programa de seguimiento del virus PRRS en marcha. Los grandes productores han tomado incluso la decisión de tener su propio laboratorio para hacer vigilancia frente a PRRS además de otros tipos de análisis de manera rutinaria. Por otro lado, los productores más pequeños normalmente buscan el apoyo de empresas de salud animal que les proporcionan pruebas laboratoriales, sin cargo, como parte de su servicio técnico. Wang destaca que, a pesar de la elevada cantidad de vigilancia que se hace frente al virus PRRS, de una manera o de otra, la información extraída de los test ayuda muy poco a los productores pues suele basarse únicamente en resultados serológicos o en muestreos o metodologías incorrectos. Vidal, Pitkin y Böhne están de acuerdo en que la mayoría de los productores solo llevan a cabo un programa de vigilancia cuando hay signos clínicos en la granja, y eso suele suceder después de un brote. Los productores no comprueban rutinariamente si la granja es estable o inestable. No podemos cambiar fácilmente la decisión de mover o no mover los lechones de un lote basándonos en su estatus de virus PRRS, explica Vidal. Esta es una decisión que se complica por la logística del sistema del día a día. Pitkin también diferencia entre granjas comerciales y de multiplicación. En estas últimas, el objetivo es vender animales reproductores y la vigilancia que se lleva a cabo es intensa en el 100% de las granjas. La vigilancia se basa en la presencia de anticuerpos y virus y se lleva a cabo de una manera constante para asegurar el estado negativo de las granjas de multiplicación.

Uso de cuerdas para el muestreo de fluidos orales

Todos los veterinarios (con la excepción de Vidal) estuvieron de acuerdo en la técnica de muestreo y los tipos de animales para llevar a cabo esta vigilancia: lechones a destetar. Treinta muestras de sueros o su equivalente en muestras de saliva al destete son los tipos de muestras más comunes. Llevar a cabo PCR en pools de 5 es la técnica más solicitada en el caso del suero. Con el muestreo de cuerdas Pitkin comenta que la secuenciación es más difícil. Por otro lado, Vidal considera también los sueros de los animales de los sitios 2 y 3 además de las cerdas abortadas como parte de su rutina de muestreo de vigilancia después de un brote. En su caso, y hasta que la granja se estabilice de nuevo, lo granjeros llevan a cabo las estrategias de McRebel®, retrasan la introducción de reposición hasta 5 meses (semi-cerrado de la granja), y usan cerdas abortadas para estabilizar la granja, junto con la vacunación en sábana con vacuna viva modificada. En este momento Pitkin diferencia de nuevo entre granjas comerciales y granjas de genética: sus propósitos son muy diferentes. Para las granjas de genética o también llamadas de multiplicación, su objetivo es comprobar el estado sanitario en animales grandes, por lo que se centran en el muestreo de los animales que están más cercanos a ser vendidos y siempre antes de ser enviados a un cliente. Wang mencionó el incremento del uso de las muestras de fluidos de procesado en grandes granjas de cerdas como parte de su muestreo de vigilancia (foto 1).

Ejemplo de fluidos de procesados recogidos en granja

Una vez que esas granjas obtienen un resultado positivo, ¿siempre secuencian?, ¿cuáles son los objetivos de nuestros veterinarios a la hora de secuenciar? Para Vidal, solo llevan a cabo la secuenciación de las muestras cuando están investigando epidemiológicamente un brote. En Norte América Pitkin nos dió más detalles y nos explicó que los productores siempre quieren diferenciar entre el virus endógeno/presente en la granja frente a una nueva introducción y por lo tanto los sistemas de producción tienen, como parte de su historial de virus PRRS, largas colecciones de secuencias de virus que han registrado en sus granjas. Pitkin explica que con hasta un 2% de cambios en la secuenciación del ORF 5 del virus endógeno de la granja, en un tiempo determinado, se considera todavía el mismo virus, siempre y cuando no se hayan observado signos clínicos. Por esa razón, han aprendido que la información de la secuenciación es muy útil para el virus del PRRS, sin embargo, esta no puede ser la única estrategia para evaluar las cepas aisladas durante la vigilancia. La información de la diversidad genética de la secuenciación por sí sola no nos informa sobre cuestiones fundamentales relacionadas con la virulencia o patogenicidad del virus PRRS. Por lo tanto, siempre se tiene que mirar a los cerdos y, como dice Pitkin “hacer lo que los cerdos te están diciendo”. Es muy importante estar abierto a cambiar de estrategia si es necesario a pesar de la información de la secuenciación.