La gestión de una granja de reproductoras en 10 puntos (2/2)

Manuel Toledo CastilloSara Crespo Vicente
24-ago-2018 (hace 6 años 3 meses 27 días)

1. Chequeo de las reproductoras a la entrada en maternidad

A la entrada en partos debemos hacer un chequeo minucioso de las cerdas. La condición corporal es uno de los factores que más influyen a la hora de tener un buen parto (tabla 1).

Tabla 1: Signos y síntomas de las cerdas en la entrada a partos.

Signos y síntomas
Observación Buena salud Estrés
Apetito Consumen toda la comida Se dejan comida
Respuesta a estímulos Se levantan No se levantan, letárgicas y apáticas
Distribución del peso Distribuyen el peso en las cuatro patas por igual Cojeras
Piel Pelo corto y piel rosada Pelo largo, piel amarillenta, pálida o cianótica
Gestación Mantenimiento de la gestación y buen desarrollo mamario Abortos y no desarrollo de la glándula mamaria
Temperatura corporal Normal: 38ºC
Gestación: 40ºC el día antes del parto
Fiebre: >39ºC
Gestación: >40ºC el día antes del parto
Frecuencia respiratoria Frecuencia normal: 13-20/min Disnea, frecuencia respiratoria anormal
Heces Solidez normal Diarrea o constipación
Orina Coloración y densidad normal Orina muy blanca y pulsátil

Uno de los factores críticos es la presencia de estreñimiento que va ligada a un incremento del número de nacidos muertos y a la susceptibilidad a tener procesos entéricos en los lechones durante los primeros días de vida. Los días previos al parto, las heces deben ser examinadas para instaurar las medidas necesarias para la reducción del estreñimiento si fuera necesario (incremento de fibra, incremento de agua o uso de sulfato de magnesio). Por otro lado, verificar el consumo de agua en gestación y lactación, es una práctica conocida pero poco aplicada.

2. Temperaturas y ventilación en las salas de partos

Siempre que hablamos del manejo de las condiciones ambientales en la sala de partos, hay que hablar de las dos temperaturas: la del lechón y la de la cerda. Es cierto que con temperaturas bajas en la paridera (entre 18ºC y 21ºC) el consumo de la cerda se incrementa; en cambio, el incremento de consumo de pienso al bajar de 24 a 18 ºC es muy bajo. Esto nos permite trabajar con temperaturas más altas que eviten las corrientes frías de aire que desencadenarían problemas de diarrea en lechones si el sistema de ventilación y aislamiento no es bueno.

Por lo tanto, tenemos que extremar la precaución con dos factores:

Los nidos para los lechones en la paridera, en naves bien aisladas, son una excelente herramienta para mantener temperaturas más bajas, sin afectar a los lechones

Imagen 1. Paridera con diseño danés con nidos.

3. Intensidad lumínica en la zona de recela y cubrición - control

Es frecuente encontrar intensidades lumínicas muy bajas que no alcanzan los 250 lux ni las 16 horas recomendables en la zona de recela. La intensidad lumínica es importante en toda la granja pero adquiere mucha mayor importancia en la zona de recela y cubrición. Una intensidad lumínica inferior a 100 lux en la zona de recela, retrasa la salida a celo y reduce los niveles de ovulación.

Tubos de iluminación led

4. Gestión de los días perdidos y de la eficiencia reproductiva

Los días perdidos son un coste oculto, por las pocas veces que se analiza, pero tiene una enorme importancia, no solo por el coste de un día no productivo, sino porque en los casos de baja eficiencia, nos puede indicar cuando es mejor realizar el cambio de una cerda por una nulípara a nivel económico. Con los días perdidos tenemos que compensar la diferencia de coste de una cerda vieja y una cerda nueva, y podemos establecer el coste en granja de las contingencias reproductivas.

El cálculo no es del todo ajustado, pero es muy intuitivo para aplicar en granja y se aproxima mucho a los datos correctos.

Coste día perdido = lechones destetados/cerda/año
365
x coste lechón

De esta manera, en una granja que esté produciendo 28 lechones por cerda y año y con un coste del lechón de 27 euros, el coste es de 2,07 euros por cerda por día.

Relacionado con esto, las repeticiones en primera cubrición deben reducirse al mínimo puesto que suelen ser un problema de manejo en la mayoría de las ocasiones. Si llegamos a segundas y terceras inseminaciones para conseguir una gestación ya entramos en un problema individual de cerda y el coste oculto se dispara al aumentar los días perdidos.

Tabla 2: Factores reproductivos a tener en cuenta antes de la cubrición.

Factores reproductivos Breve descripción Actuaciones en la gestión para maximizar la producción de las cerdas
Estro

Periodo que la cerda permite ser montada por el verraco.

Duración media 50 h (rango 32 - 69 h)
Estimulación del estro.
Gestionar la alimentación y el ambiente para provocar la salida a celo y reducir el periodo en que la cerda está vacía después del destete.
Exposición al verraco.
Detección precisa y oportuna de las cerdas en celo.
Ovulación Es el desplazamiento de los ovocitos desde los ovarios a través del oviducto. Este recorrido representa el 70% de la duración del celo. Los ovocitos permanecen viables entre 6 y 8 h post -ovulación. Gestionar la alimentación para reducir el intervalo destete-celo y optimizar la calidad y el número de óvulos maduros.
Momento correcto de la inseminación.
Inseminación Entrada de los espermatozoides en el tracto reproductivo femenino de forma natural o artificial. Buscar el momento oportuno de inseminación y el mínimo estrés para la cerda. Realizar la inseminación teniendo en cuenta que los espermatozoides duran 24 h.
Capacitación La membrana del óvulo y los cambios bioquímicos de los fluidos vaginales de la cerda influyen en la viabilidad de que se produzca la introducción de los espermatozoides dentro del óvulo. La unión entre el espermatozoide y el óvulo debe suceder entre 2 y 4 h post IA. Inseminación a tiempo: los mejores resultados de la inseminación son 24 horas antes de la ovulación. Realizar inseminaciones cada 24 horas mientras la cerda muestre reflejo de inmovilidad.


Gráfico 1: Días de gestación de la cerda y posibles pérdidas de cubrición a parto.

5. Un personal formado y motivado

Este factor es la clave del éxito. Los datos, los protocolos, y un buen registro de datos en granja, nos ayudan a conocer y establecer el diagnóstico de las debilidades y fortalezas de la explotación. Si el personal no está formado y motivado, posiblemente estos registros no sean de calidad.

Los protocolos los deben aplicar las personas y, en un sistema de producción intensiva pero biológica, la formación del personal y su implicación en las tareas, son críticos para alcanzar los objetivos. Por lo tanto, los programas de formación deben ser claros y concisos, para alcanzar la mejora en las tareas que se realizan en la granja. Y de alguna manera, todo esto debe ir encaminado a que el personal de la granja sea estable, considere y valore el trabajo que realiza, y que ellos mismos, sean los que aporten ideas y procedimientos para la mejora de la producción.

La formación de un empleado es vital, para ello se emplea un protocolo de fases de aprendizaje que deberá seguir todo operario de nueva incorporación.