Gestión óptima de las dosis de semen en granja: puntos clave de control

Juan Carlos PinillaMichael Kleve-Feld
19-jun-2018 (hace 6 años 6 meses 3 días)

La conservación de las dosis de semen no es una ciencia compleja, pero hay algunos principios básicos que deben ser contemplados en todo momento. A veces los productores acaban usando semen con una capacidad de fertilización subóptima debido a condiciones inadecuadas de almacenamiento.

El objetivo de este artículo es revisar algunos hechos biológicos sobre los espermatozoides y proporcionar consejos sobre cómo llevar a cabo el proceso, desde el pedido hasta la transferencia de las dosis de semen a la zona de cubrición, incluidos los requisitos que deben cumplir las neveras de almacenamiento, así como las rutinas diarias y el mantenimiento básico que debemos implementar en estos equipos de almacenamiento.

En un segundo artículo, presentaremos algunos escenarios de casos prácticos y las acciones correctivas/atenuantes propuestas.

Hechos biológicos sobre las células espermáticas

Inmediatamente después de la eyaculación, la motilidad de las células espermáticas oscila entre el 75 y el 95%. Después de este momento, la motilidad sólo baja, lo que indica que mueren más o menos células del esperma. Desde la recogida hasta la cubrición, la temperatura juega un papel fundamental en la vitalidad del semen y la capacidad de fertilización de las dosis. Por lo tanto, cuando las células se enfrían demasiado rápido o se enfrían demasiado, las membranas pueden resultar dañadas y las células pierden su capacidad de fertilizar o incluso mueren. Cuando sucede lo contrario, y las células permanecen demasiado calientes un periodo significativo de tiempo, permanecen móviles o incluso hipermóviles, consumiendo nutrientes demasiado rápido y acelerando su muerte.

Los diluyentes para el semen se usan para prolongar la vida útil de las dosis de semen de 2 hasta 10 días, dependiendo del diluyente. Los diluyentes solo ralentizan la tasa de mortalidad de las células espermáticas, usándose para proporcionar nutrientes a las células espermáticas, protegerlas de las bajas temperaturas que se utilizan para reducir su actividad metabólica y controlar el crecimiento bacteriano.

Realización de pedidos de dosis de semen

La primera regla es ¡Pide lo que necesites cuando lo necesites!

La idea es pedir que el semen llegue en los días en que hay muchas cubriciones y pedir el número de dosis que se utilizarán hasta un máximo de 3 días desde la fecha de recogida. En granjas donde solo se trabaja en monoespermia o cuando ésta se realice en cubriciones específicas, hay que prestar atención para tener dosis disponibles del mismo verraco para la segunda cubrición.

La tasa de dosis desechadas en granja debido a la edad del semen (dosis de más de 3 días desde la fecha de recogida), debe ser inferior al 3% o 7-8 dosis por semana en una granja de 2,500 cerdas.

Entrega de las dosis y procedimiento de introducción en la granja

Es un procedimiento vital para garantizar la calidad de las dosis de semen y también para preservar la bioseguridad de la granja receptora. Las principales consideraciones son: tener claramente definido un punto de entrega para los pedidos de dosis (oficina de la granja o nevera de conservación de dosis situada fuera de la granja); tener un sistema de alerta para que el personal sepa que han llegado nuevas dosis de semen, como un sensor de movimiento, campana o similar que proporcione una señal acústica al personal para que puedan transferir las dosis de semen a la nevera de conservación definitiva; el objetivo es conseguir que el > 90% de las entregas sean transferidas a la nevera de conservación definitiva en un plazo que no exceda los 15 minutos desde la entrega. Por último, pero no menos importante, debe haber de un formulario para registrar la hora de entrega y la temperatura a la llegada de las dosis.

Requisitos de la nevera de conservación de dosis seminales

Las dosis de semen deben almacenarse a 16-18° C (61-64° F). Las dosis deben sacarse del envoltorio antes de colocarlas en la nevera, almacenándolas sueltas y en posición horizontal para permitir una buena circulación de aire.

Use siempre neveras de almacenamiento electrónicas asistidas por ventilador. Dos unidades de almacenamiento pequeñas son mejores que una grande (se reparte el riesgo en caso de defectos técnicos).

Las neveras de conservación deberían poder enfriar y calentar. Deberían tener una pantalla de temperatura exterior, con una precisión de ± 1 ° C/ ±1,8 ° F. También hay que considerar que las estanterías deben ser abiertas, tipo estanterías de rejilla, para permitir la circulación de aire.

El espacio entre la pared y la nevera de conservación debe ser, como norma general, de 2,5 cm (1 pulgada), a menos que el proveedor indique lo contrario. La nevera de conservación debe colocarse en un ambiente limpio, que esté a temperatura ambiente. Para mejorar la seguridad del sistema, deben instalarse protectores de sobretensión y baterías de repuesto.

Las neveras de conservación deben tener la capacidad necesaria para poder almacenar la cantidad de dosis entregadas semanalmente. Como regla general: 0,6 l (0,16 galones) de volumen total por dosis.

Figura 1: Unidad de almacenamiento con una pantalla de temperatura exterior y estantes abiertos (rejilla) para permitir la circulación de aire.

Nevera de conservación de dosis: uso y mantenimiento correctos

El mal funcionamiento de las neveras de conservación es un problema recurrente en muchas granjas. Algunos de los aspectos clave son: minimizar la cantidad de veces que se abre la puerta; limpiar mensualmente el interior de la nevera de conservación (con desinfectante), las estanterías de alambre y el ventilador; la nevera de conservación debe ser revisada anualmente por un técnico antes del verano. No deben volver a colocarse dosis de semen ya calentadas en la nevera de almacenamiento.

Rutinas de control diario de las neveras de conservación

La temperatura debe verificarse diariamente, manteniendo un registro de la hora en la que se realiza el control y la temperatura mínima/máxima. Teniendo en cuenta que los líquidos muestran un comportamiento frente a la temperatura diferente, para registrar la "temperatura real" de las dosis de semen, el termómetro debe mantenerse dentro de un bote, como los usados para el semen, lleno de agua.

Bote para semen

¡Cada fluctuación de ±2° C ( 3,6° F ) puede reducir la vida útil de las dosis hasta en un día!

Las dosis que hayan sobrepasado su vida útil deben descartarse.

Traslado de las dosis de semen al área de cubrición

El personal debe llevar a la zona de cubrición únicamente las dosis que usarán dentro de la siguiente hora. Es importante verificar que las dosis estén dentro de su periodo de uso establecido.

Las dosis deben llevarse a la zona de cubrición en un contenedor isotérmico y con paquetes de gel para mantener la temperatura. Como regla general: use una nevera portátil pequeña, de las que tienen una capacidad de 6 o 12 latas de refresco, para así limitar la cantidad de dosis que se pueden llevar al área de cubrición cada vez.

Una vez que el equipo de inseminación haya comenzado a trabajar, retire las dosis del contenedor en el momento justo en que sean necesarias para proceder a la inseminación (después de colocar el catéter), no antes. El contenedor debe cerrarse inmediatamente después de sacar la dosis.

El objetivo es que la tasa de retorno de dosis (dosis llevadas a la nave y luego devueltas a la nevera) sea igual a cero. Asegúrese de que el equipo de inseminación sepa de antemano con seguridad cuántas dosis necesitarán.