Mycoplasma hyopneumoniae (M. hyopneumoniae) es el agente etiológico de la neumonía enzoótica (NE), una enfermedad crónica respiratoria que causa graves pérdidas económicas en la industria porcina en todo el mundo. Estas pérdidas económicas se deben a una reducción del rendimiento, mayor susceptibilidad a otras infecciones y mayores costos de tratamiento (Thacker y Minion, 2012).
La transmisión de M. hyopneumoniae se produce principalmente por contacto nasal entre cerdos infectados y susceptibles (Maes et al., 1996). Como no se produce transmisión intrauterina, la primera posibilidad de exposición a M. hyopneumoniae es durante el período de lactancia por contacto directo con la cerda (Nathues et al., 2016). Además, se ha determinado que las primerizas y las cerdas jóvenes son los principales excretores adultos de M. hyopneumoniae, por lo que sus camadas tienen mayor probabilidad de infectarse (Boonsoongnern et al., 2012). Dado que la colonización de M.hyopneumoniae al destete se ha correlacionado con la gravedad de los problemas respiratorios en el período de engorde, se ha propuesto que el primer parto es un punto clave para controlar la infección por M. hyopneumoniae (Fano et al., 2007; Pieters y Fano , 2016).
Teniendo en cuenta que las primerizas son las principales excretoras de M. hyopneumoniae al parto, es en éste grupo de animales donde se necesitan estrategias centradas en la disminución de excreción de M. hyopneumoniae. De hecho, se recomienda realizar una adaptación de las primerizas para reducir la presión de infección de M. hyopneumoniae en cualquier granja. Sin embargo, la información disponible sobre cómo se realiza en la práctica la adaptación de M. hyopneumoniae es limitada. Recientemente, se publicó un estudio descriptivo sobre las prácticas de adaptación frente a M. hyopneumoniae a nivel europeo (Garza-Moreno et al., 2017). El estudio se basó en las respuestas de veterinarios de porcino europeos a un cuestionario dividido en dos partes (figura 1). En la primera parte, se recopilaron datos generales, como el tamaño de la explotación y el sistema de producción. La segunda parte incluía preguntas sobre diferentes factores que deberían considerarse al planificar la adaptación de las primerizas:
Se recopilaron un total de 321 encuestas respondidas de 108 veterinarios de 18 países europeos, siendo la mayoría de las respuestas pertenecientes a los países del sur de Europa (70%). De estos 321 participantes, 320 (99%) conocían el estado sanitario de su granja con respecto a M. hyopneumoniae. Dicha evaluación se basó principalmente en la presencia de signos clínicos y lesiones pulmonares en matadero (30%). Además, el 87% de los encuestados conocía el estado sanitario de los animales de reemplazo a la llegada, siendo en la mayoría de los casos seropositivos frente a M. hyopneumoniae (56%). Sin embargo, solo el 28% de ellos verificaron este estado teórico, siendo el test ELISA la técnica de laboratorio más utilizada para dicha evaluación.
La adaptación de primerizas se realizó en el 78% de las granjas europeas encuestadas; la vacunación, sola o combinada con la exposición natural a animales infectados, fue la principal estrategia utilizada (tabla 1). La vacunación (con una y dos dosis) se administró con frecuencia a las primerizas durante el período de adaptación. Finalmente, los resultados de este estudio mostraron que la verificación al final del proceso de adaptación no se realiza con frecuencia en Europa; solo el 24% de los encuestados realizó esa comprobación.
Tabla 1. Número de granjas (%) en función de la estrategia de adaptación frente a M. hyopneumoniae usada en Europa (Garza-Moreno et al., 2017).
Nº de métodos | Vacunación | Cerdas elegidas para desvieje | Cerdos | Otros | Total | % |
0 | 72 | 22,4 | ||||
1 | ✓ | 145 | 45,2 | |||
✓ | 2 | 0,6 | ||||
✓ | 1 | 0,3 | ||||
✓ | 1 | 0,3 | ||||
2 | ✓ | ✓ | 53 | 16,5 | ||
✓ | ✓ | 13 | 4,1 | |||
✓ | ✓ | 2 | 0,6 | |||
✓ | ✓ | 1 | 0,3 | |||
3 | ✓ | ✓ | ✓ | 31 | 9,7 | |
Total | 243 | 88 | 47 | 2 | 321 | 100,0 |