Jabalíes (1/2) - riesgos sanitarios y situación actual

Christian Gortázar
08-ene-2018 (hace 6 años 11 meses 17 días)

1) ¿Cuáles son las principales enfermedades que los jabalíes pueden transmitir al cerdo doméstico?

Jabalíes y cerdos son la misma especie, ya que el jabalí es el ancestro de nuestro cerdo doméstico. En consecuencia, todos los patógenos del jabalí son transmisibles al cerdo, y viceversa. ¿Los principales problemas? Eso depende de la región de la que hablemos. En el centro y este de Europa, la enfermedad compartida que más problemas ha causado en las últimas décadas posiblemente sea la peste porcina clásica (PPC), ante cuya aparición en jabalíes resulta obligatorio iniciar campañas de vacunación oral. Afortunadamente, estas intervenciones van siendo exitosas. Pero actualmente hay dos problemas aún más acuciantes: la peste porcina africana (PPA) y la tuberculosis (TB). La primera se expande por los países bálticos, Polonia, Rusia, Bielorrusia y Ucrania. Más recientemente ha saltado a la Rumania y a la República Checa, y previsiblemente continuará generando preocupación en otros países del continente. La Tuberculosis va apareciendo en jabalíes y en cerdos de muchos países europeos, desde Reino Unido, península ibérica, Polonia y Francia hasta Grecia. Pero es importante insistir en que, desafortunadamente, cerdos y jabalíes comparten todas sus enfermedades.

El aporte de alimento a jabalíes, sea con fines de caza o de evitación de daños, requiere debate y regulación.

2) ¿Qué prevalencia tienen estas enfermedades en la población de jabalíes?

La prevalencia depende de la biología del patógeno (virus, bacteria o parásito) causante de la enfermedad y de la situación epidemiológica. En cualquier caso no es algo estable, sino que fluctúa en el espacio y en el tiempo en función de las poblaciones de jabalí y de factores ambientales tales como las características del hábitat y disponibilidad y distribución de agua y alimento. Tomemos por ejemplo la PPA, la TB y la triquinelosis. La PPA suele ocurrir en prevalencias bajas, inferiores al 3%, siendo necesario por tanto muestrear un gran número de jabalíes para detectarla o para descartar su presencia con seguridad. Por ello, se pone especial atención al análisis de jabalíes encontrados muertos o moribundos, donde la probabilidad de detectar el virus es mucho mayor. Lo mismo ocurre con la triquinelosis, donde las prevalencias son bajísimas. Aun así, cada año se encuentran casos y, puesto que su ciclo sólo se corta eliminando los cadáveres infectados, resulta fundamental diagnosticar cada canal y eliminar de forma correcta aquellas que se encuentren parasitadas. El caso de la tuberculosis es distinto. En zonas endémicas del suroeste de la Península Ibérica pueden alcanzarse prevalencias altísimas, por encima del 60%, que cursan incluso con mortalidad de los jabalíes tras desarrollar lesiones generalizadas.

3) ¿Cuáles son las principales vías de contagio? ¿Solamente existe riesgo significativo de contagio para los cerdos que viven en extensivo?

Nuevamente, eso depende de la enfermedad. Entre jabalíes, como entre cerdos, el contagio se puede producir por contacto directo, incluido el consumo de carroñas y restos de caza, o de forma indirecta. La transmisión de jabalí a cerdo suele ser indirecta, por ejemplo al compartir puntos de agua o comederos. En situaciones de producción al aire libre o con baja bioseguridad, los jabalíes pueden sentirse atraídos a la explotación por la presencia de cerdas en celo o la disponibilidad de alimento fácil. En ausencia de medidas de bioseguridad pueden darse casos esporádicos de transmisión venérea, por ejemplo de Brucella suis o del virus de la enfermedad de Aujeszky (EA). Aunque existan barreras que impidan eficazmente el contacto directo entre cerdos y jabalíes, la transmisión todavía puede tener lugar por vía aerógena (por ejemplo los virus de la EA o de la PPC), o por introducir a la explotación alimentos o fómites contaminados (con bacilos de la TB o virus de la PPA, por ejemplo).

Todos los patógenos del jabalí son transmisibles al cerdo, y viceversa

4) ¿Existe un incremento de todas las poblaciones de jabalí europeo? Por qué y qué implica

Esa es la realidad, y es una mala noticia para la sanidad animal, así como para el medio ambiente, para la seguridad del tráfico rodado, para la agricultura e incluso para la salud pública. Una revisión sobre el tema, estudiando datos de más de tres décadas en unos 20 países europeos, concluyó que en todos ellos se observa un crecimiento continuado de las poblaciones de jabalí. En España, los datos que pacientemente recopila Jose Luis Garrido, de la Federación de Caza, indican que la abundancia de jabalíes se ha multiplicado por diez desde los años 1980 a la actualidad. En la última temporada de caza, 2016-2017, se capturaron más de 300.000 jabalíes, lo que indicaría una población total en torno al millón de estos animales. Y aún no hemos alcanzado la estabilidad, de forma que con el crecimiento actual cabe esperar que esa población se duplique hacia el año 2025. La única excepción reciente la constituye Estonia, donde los efectos combinados de la mortalidad por PPA y de la intensificación de la caza como medida de control de la PPA han logrado invertir temporalmente esa tendencia. Las causas de este fenómeno son varias, incluyendo los cambios en el uso del suelo, con más superficie de leñosas y más cultivos de regadío, y una paulatina reducción de la población de cazadores, tanto en España como en el conjunto de Europa.

5) ¿Existen planes para el control de la población de jabalíes?¿ Y para monitorizar su estado sanitario?

Para controlar la población de jabalíes resulta fundamental el papel de la caza: en Europa, éste es el principal mecanismo regulador. Sin embargo, las poblaciones continúan creciendo, lo que indica que el esfuerzo de caza debería aumentar para lograr al menos frenar ese crecimiento. El Dr. Oliver Keuling, un experto en jabalíes de la Universidad de Hannover, calcula que cada año deberían extraerse el 65% de los jabalíes para mantener la estabilidad.

En cuanto a la monitorización, ésta todavía no ocurre de una forma coordinada y homogénea, aunque es algo cuya necesidad ya se está evidenciando, y terminará por llegar. En relación con el porcino doméstico conocemos la localización y el tamaño de las explotaciones, y vigilamos su estado sanitario. En el jabalí debería ser parecido, monitorizando tanto su abundancia como su sanidad. Sin embargo, mientras la sanidad empieza a vigilarse, al menos para algunas enfermedades clave como las pestes, la monitorización poblacional se limita, en el mejor de los casos, al seguimiento de los resultados de la caza.

Jabalíes en una baña. El número y la distribución en el espacio de los jabalíes vienen determinados por la disponibilidad del agua y del alimento.

6) ¿Hay otros animales de la fauna salvaje o asilvestrada que generen mayor riesgo?

Para el cerdo no hay mayor peligro que otros cerdos, incluyendo al jabalí. No obstante, es evidente que algunos patógenos también pueden compartirse con otras especies de su entorno, incluyendo carnívoros domésticos y silvestres, aves y por supuesto los rumiantes, tanto domésticos como silvestres.