Uno de los gastos más importantes de las granjas de madres es la reposición, sea ésta externa o interna. Actualmente, para mantener una correcta estructura censal se consideran adecuadas reposiciones de entre el 40 y el 50% anual. En el presente artículo, se van a comparar dos granjas con claras diferencias tanto en su reposición como en su estructura censal (edad media y distribución por ciclo).
En primer lugar, se muestra la evolución de su tasa de reposición y edad media durante los 3 últimos años.
Granja A
2014 | 2015 | 2016 | Media | |
Nº cerdas productivas | 3040 | 3009 | 3198 | 3082 |
% Reposición | 68,4 | 60,0 | 64,7 | 64,4 |
Edad media (ciclo) | 2,0 | 2,3 | 2,7 | 2,33 |
Granja B
2014 | 2015 | 2016 | Media | |
Nº cerdas productivas | 853 | 866 | 880 | 866 |
% Reposición | 43,0 | 46,0 | 42,7 | 43,9 |
Edad media (ciclo) | 4,0 | 3,8 | 3,5 | 3,76 |
La granja B, teniendo una reposición más de 20 puntos por debajo, no sólo mantiene, sino que incluso reduce su edad media, mientras que la granja A incrementa esa edad media a pesar de la intensísima renovación. ¿Cuál es la razón de esta diferencia?
Lógicamente, en ambos casos la renovación está condicionada por la eliminación de cerdas: las granjas tienen que entrar tantas cerdas nuevas como cerdas eliminen para mantener el censo. Por tanto, está claro que la granja A está eliminando un mayor porcentaje de cerdas. La siguiente pregunta sería ¿por qué esa mayor eliminación en la granja A? El siguiente gráfico, que muestra el % de cerdas eliminadas por ciclo en 2016, da una pista clara.
La granja A está eliminando muchas más cerdas en los primeros ciclos. Por el contrario, la granja B mantiene muchas más cerdas hasta ciclos elevados, lo que le permite efectuar un importante desvieje a partir del 6º parto. De hecho, si comparamos las edades medias tanto de las muertes como de las ventas, encontramos lo siguiente.
Edad media muerte (ciclo) | Edad media venta (ciclo) | |
Granja A | 3,4 | 3,6 |
Granja B | 3,6 | 7,1 |
Mientras que la edad a la muerte es muy similar, la edad a la venta (que son las cerdas que decidimos eliminar) es claramente superior en la granja B.
La primera consecuencia de esta fuerte eliminación de cerdas jóvenes ya la hemos visto, la necesidad de una mayor reposición. Hay una segunda consecuencia, que se aprecia comparando las estructuras censales de ambas granjas.
La granja A, a pesar de la fuerte renovación, no consigue tener muchas cerdas en ciclos en principio más productivos (3º a 5º), y además está obligada a mantener muchas cerdas viejas en granja para no reducir censo. Por tanto, tiene una estructura censal casi en U, una de las menos productivas.
La conclusión, a la vista de los datos, es clara: minimizar las pérdidas de cerdas en los primeros ciclos tiene tres efectos positivos para la eficiencia económica de una granja:
Lógicamente, esto no se debe lograr manteniendo las cerdas jóvenes en la granja "a toda costa", se logra manteniendo los límites para la eliminación de cerdas (como ejemplo, una cerda que repite más de dos veces, o un aborto sucio se deben seguir eliminando) pero reduciendo los problemas que dan lugar a eliminación (fallos reproductivos, problemas de aplomos).
Lo datos de este artículo se pueden enlazar con los del artículo previo de esta sección ("Ahora sí, ya podemos predecir el rendimiento de una cerda a partir de su primer parto"). En aquel artículo se demostraba que, entre otras ventajas de las cerdas con alta prolificidad al primer parto, se encontraba una menor eliminación en los primeros ciclos. A la vista de los resultados conjuntos de ambos artículos, se refuerza la conclusión de que lograr un alto rendimiento de nuestras cerdas durante el primer ciclo tiene muy importantes ventajas productivas, y por tanto económicas, para nuestras explotaciones.