Aspectos importantes a considerar en la estabilización y control de la infección de PRRS

John D. Mackinnon
12-jul-2002 (hace 22 años 4 meses 10 días)

Muchas explotaciones que eran positivas para PRRS sufrieron recientemente un incremento de los problemas clínicos asociados con el virus después de períodos prolongados de aparente inactividad. Una posible razón para esto es la mayor presencia de circovirus porcino tipo 2 (PCV2). Ambos virus se multiplican en los macrófagos alveolares y se han empleado modelos experimentales para demostrar la mayor gravedad de la enfermedad cuando se producen infecciones dobles. Es quizás el momento idóneo para recalcar algunos de los puntos clave en el control del PRRS, no sólo por los problemas derivados de su reaparición sino también porque el control podría ayudar a mitigar el síndrome de desmedro post-destete (PMWS).

1. No existe un método estándar para el control de PRRS. Es preciso diseñar un programa para cada granja concreta que deberá basarse en una evaluación de costo-beneficio. Esta deberá tener en cuenta todos los aspectos de la operación y deberá incluir:

Los costes deberán valorarse frente a suposiciones realistas de:

2. La estrategia de la genética debe examinarse atentamente desde el punto de vista de la bioseguridad en el futuro. Se ha demostrado que el virus PRRS persiste en los verracos durante períodos prolongados debido a que uno de los lugares predilectos de replicación, además de los macrófagos alveolares, es el tracto reproductor del macho. Por consiguiente, es esencial establecer y mantener una población de verracos que esté exenta de PRRS. Es de vital importancia la realización de pruebas y protocolos de vigilancia exhaustivos en los verracos nuevos de reposición y en la población de verracos en su totalidad. Esta operación deberá basarse en criterios de selección, serología mediante el test ELISA y aplicación de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en semen.

3. La introducción incontrolada de cerdas nulíparas susceptibles o de nulíparas que estén excretando virus de forma activa puede ayudar a perpetuar la infección. Por consiguiente, deberá disponerse de un método “in situ” para normalizar y estabilizar la situación frente a PRRS en la población de cerdas jóvenes para reposición. La experiencia sugiere que esto se consigue de mejor forma utilizando una vacuna con virus vivo atenuado (cepa europea), en animales aislados.

4. El virus PRRS (y probablemente el circovirus) se pueden transmitir por la saliva, la leche, las heces, la orina y el semen. También se pueden transmitir a través de la placenta, mecánicamente y mediante agujas hipodérmicas. Por consiguiente, es esencial que todo el personal comprenda los protocolos de higiene apropiados con el fin de reducir al mínimo la difusión de los virus por la granja. Se recomiendan insistentemente los programas de formación y los procedimientos de actuación por escrito. Tiene especial importancia el uso de agujas hipodérmicas estériles nuevas para cada camada de lechones o corral de cerdos cuando se administren inyecciones.

5. Dentro de la población principal de reproductores, pueden existir subpoblaciones de cerdas negativas susceptibles, cerdas con inmunidad positiva y cerdas que excreten virus. Siempre existe la posibilidad de que se produzcan oleadas de infección clínica en estas circunstancias y esto aumenta con el tamaño de la explotación. Por lo tanto, se puede emplear la vacunación de rutina para eliminar subpoblaciones susceptibles no identificadas. El método alternativo de test y eliminación requiere mucho tiempo, es caro y puede ser poco fiable.

6. Se recomienda firmemente el cierre de la granja a reproductores durante 4-5 meses durante un programa de vacunación inicial, ya que esto ayuda a estabilizar la circulación del virus y da tiempo a establecer una política de reposición apropiada. Durante este período deberá utilizarse semen procedente de orígenes negativos.

7. La estabilización se puede conseguir mediante la vacunación general, pero se debe considerar atentamente la opción del empleo de vacunas con virus muerto o de virus vivo modificado. Ambos métodos tienen ventajas y desventajas en cuanto a seguridad e inmunogenicidad. Para que la estabilización mediante la vacunación tenga éxito, es preciso vacunar a todos los animales que están en un lugar, o hacer una despoblación parcial para reducir el coste de la vacuna. Se está obteniendo cierta experiencia con el uso de una vacuna de virus vivo modificado (cepa europea), administrada a las cerdas en la segunda semana de lactanción, y a todos los cerdos destetados a la edad de aproximadamente seis semanas hasta que se completa un ciclo de partos. En ese momento se suspende la vacunación de los cerdos destetados.

8. Pueden coexistir diferentes cepas de virus PRRS. Las cepas americanas son relativamente inestables y tienden a mutar a formas menos o más virulentas, mientras que las cepas europeas son más estables. Si en una granja se han introducido cepas de virus americanas, el control se hace más difícil y los resultados son más impredecibles.

9. Una vacuna con virus vivo modificado con un marcador de genes para distinguir los anticuerpos y antígenos debidos al virus vacunal frente al virus de campo constituiría un avance notable. Se ha demostrado que las cepas de vacuna europeas desaparecen con el tiempo, de modo que una combinación de reposición rápida con una vacuna marcada, proporcionaría un medio de erradicación para el futuro.