Definición de crisis alimentaria: situación desencadenada como consecuencia de la salida al mercado de un producto alimentario que puede suponer un riesgo para la salud del consumidor. Es un evento imprevisto que puede suponer una amenaza para la salud del consumidor y que puede afectar a la reputación o credibilidad de las organizaciones agroalimentarias, comportando cambios en las decisiones de consumo. |
OBJETIVO: Garantizar la seguridad de los productos que salen al mercado, asegurando una eficiente retirada del producto y estableciendo sistemas de comunicación, información y coordinación eficaces de forma que se eviten daños al consumidor y a la empresa.
La gestión eficaz de la crisis comienza con su planificación y preparación. Por eso es importante que las empresas se preparen cuando no hay crisis. Es necesario escribir un procedimiento que debe ser comprobado para que realmente sea un plan realizable.
Efectos de una crisis:
En una crisis alimentaria habrá que desarrollar:
PLAN DE CRISIS:
Consiste en prever los riesgos potenciales a los que está sometida la empresa para poder reaccionar y establecer un plan de respuesta inmediata y eficaz. Vigilar los peligros potenciales ayuda a identificar una crisis y evita que se extienda y llegue a un desastre o alarma social. Una clasificación de riesgos que pueden afectar a la salud del consumidor puede ser:
El objetivo es identificar las vías por las que se puede generar una crisis, así como analizar la capacidad de respuesta mediante la evaluación del tiempo, medios, coste, etc. Evaluar cómo funciona el sistema de retirada de producto, la localización de más lotes afectados, la comunicación de la crisis, etc.
Las diversas fuentes para las que se puede tener notificación del riesgo que provoca una crisis pueden ser:
Se han de recopilar entes, centros y personas de contacto con autoridad alimentaria, centros tecnológicos, universidades y otras instituciones que dispongan de información sobre las diversas materias relacionadas con los productos alimentarios fabricados. Debido a la dificultad de mantener los datos actualizados se debe definir un responsable de actualización de los datos y la frecuencia de hacerlo. Los datos deben ser de fácil y rápida utilización.
La comunicación en situaciones de crisis es una obligación que deriva de la responsabilidad social de la empresa. Es por este motivo que las compañías que ofrecen explicaciones convincentes y colaboran con las autoridades reducen al mínimo las consecuencias de una crisis. Las crisis deben estar bien gestionadas para evitar ocasionar consecuencias económicas graves y no afectar a la relación de la empresa con sus clientes.
Cuando hay una alerta, la empresa debe aspirar a convertirse en la principal fuente de información, ya que la opinión pública puede aceptar que la empresa se equivoque pero no admitirá que no lo reconozca o tome las medidas para corregirlo. La gestión de los factores emocionales de los afectados puede tener mayor influencia en la evolución de la crisis que los aspectos técnicos y científicos.
La importancia de una crisis dependerá más de la valoración que haga la opinión pública y las autoridades que de la percepción interna de la compañía.
Se define como la capacidad de reproducir el historial de un producto, a fin de poder localizar rápidamente el origen de los problemas que puedan surgir en su elaboración o distribución. La industria alimentaria es responsable de establecer un sistema de trazabilidad que asegure la seguridad y la salud de sus consumidores.
La trazabilidad incluye tres áreas principales:
Un sistema adecuado de trazabilidad es la única forma efectiva de asegurar la localización de un producto durante la distribución del mismo.
La identificación del lote del producto permite saber la cantidad de producto que debe ser controlado, inspeccionado o bien retirado en caso de crisis.
El comité de crisis debe estar formado por un equipo multidisciplinar, con una visión global de la organización.
El comité de crisis estará formado, en función del tamaño de la empresa por: presidente, coordinador, responsable comercial, responsable de producción, responsable de calidad, responsable financiero, responsable de comunicación y un portavoz.
La figura clave dentro del comité de crisis es el portavoz ya que, en función del modo en que se dirijan las comunicaciones durante una crisis, dependerá de cómo verá el público a la empresa. Tener un portavoz garantiza la coherencia de los mensajes y los comunicados.
Las funciones del comité serán:
El objetivo de un Plan de Retirada debe ser la seguridad del consumidor, por lo tanto debe contener toda la información necesaria para retirar un alimento que pueda suponer un peligro para el consumidor.
Una vez iniciado el problema dentro de la cadena alimentaria y desencadenada una crisis es necesario una reunión con el Comité de crisis para evaluar el peligro. Se deben obtener datos relacionados con:
Todos estos datos deben verificarse y evaluar el peligro para definir el nivel de retirada de producto.
Es muy importante la reacción de la empresa al inicio del problema para poder frenarlo desde el comienzo. Partiendo de la base de que la salud de los consumidores es prioritaria debemos determinar si es posible hacer una retirada discreta en el mercado del producto afectado. Si no es así y hay que hacer una retirada pública, porque el producto ha llegado al consumidor o bien a los medios de comunicación, la empresa debe decidir si admite su responsabilidad, explica cómo ha pasado el error y su alcance y las medidas que está tomando.
La identificación del nivel de riesgo es necesaria para tener datos relacionados con el producto y el peligro. Como consecuencia de la identificación del nivel de riesgo se podrá valorar:
El Plan de Comunicación de la empresa únicamente se pondrá en marcha ante una crisis confirmada, no con hipótesis, rumores o supuestos. Si alguno de los productos fabricados por una empresa provoca una alarma alimentaria la empresa no se negará nunca a dar explicaciones, aunque siempre es mejor que las dé la empresa antes de que las soliciten de fuera y lleguen demasiado tarde.
Al desarrollar los mensajes es importante describir lo ocurrido y que se está haciendo. Es importante cómo se desarrollan los mensajes para que sean una fuente creíble y digna de confianza.
Para aumentar la credibilidad y la confianza en el público se debe tener en cuenta:
La estrategia de comunicación debe definirse para los diferentes departamentos, personas involucradas en la crisis, teniendo en cuenta:
Asegurándose de que todos los medios tratan con el portavoz oficial y no con ninguna otra persona no autorizada. El portavoz debe cumplir lo siguiente:
La relación con los medios de comunicación se puede afrontar desde dos estrategias diferentes:
La estrategia a seguir consiste en confirmar las informaciones, preparar argumentos y estar alerta por si existe demanda de información por parte de los medios.
Estrategia: la empresa debe valorar informar al exterior de forma coordinada con los medios y las autoridades definiendo el grado de responsabilidad de la empresa.
Estrategia: la empresa debe informar a los medios de comunicación de forma coordinada definiendo el grado de responsabilidad de la compañía.
Si hay dudas, la mejor estrategia es la reactiva, para evitar el desarrollo de la crisis. Para preparar la estrategia se deben redactar comunicados, declaraciones, argumentos y cualquier otra acción de comunicación necesaria.
Toda crisis alimentaria y, como consecuencia, toda retirada de producto comporta una revisión del Plan de crisis y de la eficacia del Procedimiento de Gestión de Crisis.
El objetivo del cierre es verificar la correcta puesta en práctica de las medidas tomadas:
DOCUMENTACIÓN DE REFERENCIA:
• Ley 18/2009, del 22 de octubre, de salud pública • Reglamento (CE) 178/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, del 28 de enero de 2002, por el que se establecen los principios y los requisitos generales de la legislación alimentaria, se crea la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y se fijan procedimientos relativos a la seguridad alimentaria. |