Principales causas de cojeras en cerdas

Amy Quinn
24-jul-2015 (hace 9 años 4 meses)

Las cojeras son un problema importante en producción porcina que amenaza la sostenibilidad de los métodos actuales de producción debido su alta prevalencia y su impacto negativo en la rentabilidad. Son un motivo importante de eliminación prematura en reproducción, sobre todo en primerizas y cerdas jóvenes. Reducen la rentabilidad de la granja debido al aumento involuntario de eliminaciones, el incremento de los gastos por tratamientos, la mano de obra y los costes de reposición, y por la consiguiente reducción de cerdos producidos por cerda y año.

Entender las posibles causas de cojeras puede ayudar a reducir sus niveles en reproducción y, por tanto, a mejorar la productividad y el bienestar de las cerdas. Las causas pueden ser infecciosas o no, y estar influenciadas por las condiciones ambientales, las decisiones productivas, la nutrición y los factores genéticos. Las causas no infecciosas son más comunes que las infecciosas, probablemente debido a la capacidad de los animales de mayor edad para defenderse de las causas infecciosas gracias a exposiciones previas o vacunación. Por lo tanto, este artículo se centrará en las principales causas no infecciosas de cojeras, que incluyen lesiones físicas u osteocondrosis.

 

Lesiones físicas

Las cojeras en cerdas se han relacionado con las lesiones físicas que afectan a las extremidades, pezuñas, músculos, tendones o las fracturas óseas.

 

Lesiones de las extremidades

Las heridas, hinchazones, callos y bursitis se asocian con cojeras. Sin embargo, esta relación es compleja y no se conoce en profundidad. Evidentemente, las lesiones dolorosas como heridas graves, hinchazones y abscesos pueden resultar en cojeras ya que una cerda coja pasa mucho más tiempo acostada, aumentando así el tiempo de contacto entre la piel y el suelo, lo que incrementa la susceptibilidad a padecer lesiones en la piel de las extremidades. Por lo tanto, las lesiones de las extremidades pueden causar cojeras y las cojeras pueden causar lesiones de las extremidades.

Ejemplo de lesiones de las extremidades

Ejemplo de lesiones de las extremidades; A) inflamación de las extremidades y absceso, B) callo del carpo y C) bursitis y callo del tarso.

Lesiones de las pezuñas

Son lesiones muy comunes, ya que casi todas las cerdas presentan una o varias. Normalmente incluyen grietas en la pared, sobrecrecimiento y erosión del talón, separación de la suela-talón, separación de la línea blanca, sobrecrecimiento de pezuñas y espolones y amputación de espolones. La relación entre estas lesiones y las cojeras depende en gran medida de la localización y gravedad de la lesión, siendo el corion la parte más sensible debido a una inervación y vacularización abundantes. Por tanto, las lesiones de pezuñas menos importantes, que no penetran en el corion, pueden no ser dolorosas y no estar asociadas con cojeras mientras que las lesiones graves, o que penetran en el corion, se asocian frecuentemente con cojeras.

Sobrecrecimiento de pezuñas y espolones

Espolones amputados

Ejemplo de lesiones de las pezuñas; A) sobrecrecimiento de pezuñas y espolones y B) espolones amputados.

Lesiones musculares, tendinosas y fracturas óseas

Los traumas pueden producir también lesiones musculares y tendinosas y, en casos graves, fracturas óseas que causan cojeras.

 

Osteocondrosis

La osteocondrosis es una causa conocida de debilidad de las extremidades en cerdas que se asocia frecuentemente con cojeras y eliminación prematura; sin embargo, no siempre es así. Comporta un daño irreversible del cartílago articular del hueso subyacente de las articulaciones y la encontramos con mayor frecuencia en la articulación del codo. La osteocondrosis es difícil de identificar en las cerdas vivas, a diferencia de las lesiones de las extremidades y pezuñas, ya que no hay indicadores externos fiables.

Osteocondrosis del cóndilo humeral

Osteocondrosis del cóndilo humeral (articulación del codo): A) cartílago sin irregularidad, y B) cartílago con una grave irregularidad.

 

Influencias ambientales sobre las cojeras

Las decisiones productivas y las condiciones ambientales pueden influir sobre las cojeras. Entre estos factores se incluyen: tipo de suelo, sistema de alojamiento, densidad de población, tamaño del grupo, tasa de crecimiento y nutrición.

 

Tipo de suelo

Las condiciones del suelo tienen un impacto importante sobre las cojeras. Las características del suelo que influyen en las cojeras incluyen la calidad de suelo (daños, presencia de riesgos), la proporción entre suelo sólido y slat, el material (tierra, cemento, metal, plástico, caucho), la provisión/cantidad de material de cama y la limpieza.

Tamaño del grupo y densidad de población

El tamaño del grupo influye en la salud de las extremidades como se ha visto en algunos estudios, ya que los cerdos que permanecen en grupos grandes tienden a padecer más lesiones en las extremidades y cojeras.

Sistema de alojamiento

Las cerdas gestantes pueden alojarse en grupo en corrales o bien individualmente en jaulas de gestación. En la Unión Europea, desde enero de 2013 todos los Estados Miembros deben alojar a las cerdas en grupos desde la cuarta semana después de la cubrición hasta una semana antes del parto. Se espera que esto aumente los niveles de cojeras en estos países, ya que la prevalencia de las cojeras es mayor en sistemas de alojamiento en grupos en comparación con las jaulas de gestación. Esto es debido a la mezcla de animales que no se conocen, lo que conduce a comportamientos agresivos para establecer una jerarquía de dominancia.

Nutrición

Las cojeras y lesiones de las pezuñas pueden estar influidas por la nutrición de las cerdas y primerizas, particularmente en relación con la composición de la dieta, el consumo de pienso y el manejo nutricional. La nutrición está directamente relacionada con la fisiología de las pezuñas, los huesos y los cartílagos y también puede afectar indirectamente a la salud de las extremidades a través del efecto de la ganancia de peso.

Las primerizas y cerdas jóvenes son particularmente susceptibles a las cojeras, como resultado de una nutrición inadecuada durante su desarrollo, ya que algunos productores alimentan a las primerizas de reposición con dietas formuladas para cerdos de engorde o para cerdas gestantes hasta el momento en que son cubiertas. Estas dietas no son nutricionalmente adecuadas para una primeriza en crecimiento; una dieta para cerdas gestantes está formulada para un animal adulto que ha completado su crecimiento y una dieta de engorde se formula para obtener tasas de crecimiento rápidas, alta deposición de magro y eficiencia de coste. Por el contrario, las dietas formuladas específicamente para primerizas están diseñadas para cerdas jóvenes, teniendo en cuenta los requerimientos nutricionales para el desarrollo esquelético y reproductivo y la deposición de grasa. El uso de dietas a medida para primerizas ha reducido ell número de cojeras.