O se crece según la previsión de aumento de las exportaciones o correrá la tinta roja

Dennis DiPietre
09-feb-2015 (hace 9 años 10 meses 13 días)

En la industria porcina de Estados Unidos hay una sensación creciente de que los precios de futuros de la carne de cerdo están cayendo. El miedo se impone rápidamente ya que, en los últimos dos meses, los futuros del cerdo para junio en el CME han caído un 20% y los precios actuales continúan desplomándose, muy por debajo de lo que correspondería al final del patrón estacional de precios bajos de invierno, ya que los sacrificios diarios superan los del año pasado. Tras meses de beneficios fenomenales (para aquellos que no contrataron coberturas con márgenes bajos), los productores se han preparado para una expansión y un leve, pero estratégico, desplazamiento geográfico de una pequeña parte del censo de cerdas de EE.UU. Junto con la expansión generada por los beneficios, parte del motivo ha sido localizar nuevas granjas de cerdas fuera de las áreas que actualmente tienen una densidad de producción elevada, donde se ha visto que es casi imposible contener la propagación de DEPv, incluso con excelentes medidas de bioseguridad. Puede que algunos de los productores involucrados en la expansión dejen de utilizar las granjas situadas en zonas de mayor riesgo una vez que funcionen las nuevas, aunque yo no apostaría por esta posibilidad.

El objetivo es ofrecer una protección futura contra amenazas sanitarias que salen de la nada, como DEPv. Los productores que tenían cerdos durante el brote obtuvieron grandes beneficios, a veces superiores a los 100 $/cabeza. La clave era ser uno de "los productores que tenían cerdos". Los lechones destetados de estas nuevas instalaciones de cerdas más alejadas serán transportados para engordarse en las áreas de producción de cereales con el fin de mantener una estructura de bajo coste total. Trasladar los cerdos destetados o de engorde, en lugar de hacerlos nacer en medio de una zona devastada por la enfermedad, puede ayudar a evitar una nueva catástrofe aunque esto no elimina el riesgo de adquirir la enfermedad. No obstante, el lechón puede alcanzar una edad y peso más robustos y salir de la granja de cerdas con buena salud.

Uniendo esto al problema añadido de que la industria ha descubierto, y puede que se haya vuelto adicta a la idea, que puede producir y vender animales con peso récord (280-310 lbs/127-140 kg de peso vivo es ahora muy común) con piensos baratos y densidades menos estrictas y aún así obtener grandes beneficios. Por supuesto todo terminará bastante rápido, tan pronto como los productores hayan recuperado básicamente toda la productividad por cerda que perdieron en el pico de mortalidad por DEPv durante el otoño/invierno de 2013. Ahora que la fase devastadora de DEPv ha pasado, aunque nadie se atreva a decirlo todavía, durante el próximo año se espera una oleada de carne porcina hacia las plantas procesadoras de EE.UU. Esto sucederá hasta que el precio de venta haga volver los pesos a niveles más manejables y se revierta una parte de la expansión prevista antes de que se lleve a la práctica.

La mayoría de la gente, pero quizás especialmente los productores de cerdos, sufren la enfermedad de la inmediatez. Esto significa que pronostican el futuro en base a la creencia de que el presente y el pasado cercano continuarán para siempre. Es como si el patrón bien establecido durante los últimos 100 años fuera una información irrelevante cuando se trata de pensar en lo que vendrá después. Es cierto que vivimos en una época en que parece que ocurren muchas "novedades", lo que crea algunos patrones nuevos, pero en realidad rara vez hay nada realmente nuevo y la historia (toda, no los últimos 10 minutos) es una gran educadora para aquellos que prestan atención.

Recientemente, algunos titulares estadounidenses pregonaron la previsión de que la producción de carne de cerdo de este año en EE.UU. probablemente seria igual, o superaría por los pelos, a la producción total de carne de vacuno por primera vez desde la década de los 50. A algunos les gusta pensar que esto se debe a que, de alguna manera, la carne de cerdo se encuentra bajo una demanda creciente, mientras que la carne de vacuno ha perdido un poco el favor de los consumidores. La simple verdad es que la diezmada producción de carne de vacuno en los EE.UU., que sigue sufriendo la sequía de 2012 y otras mortalidades importantes debidas al clima, como el trágico vendaval de Dakota del Sur, han doblado (o más) los precios de venta de la carne de vacuno en poco tiempo. No olvidemos que en 2011, antes de estos eventos climáticos desastrosos, las cifras del USDA revelaron que la producción de carne de vacuno de EE.UU. superaría la producción total de carne de cerdo estadounidense en un 16%. El cambio en el consumo está más explicado por las diferencias de precios relativos, debido a la disponibilidad, que por un cambio fundamental en la demanda de carne de cerdo por los consumidores estadounidenses.

Ahora que los productores de cerdos están aprendiendo a manejar mejor el DEPv y su ferocidad parece haber disminuido, las predicciones no han tardado en revertirse. Por ejemplo, pese a que la carne de vacuno no será una gran competidora, ya que se espera que su producción siga disminuyendo debido a sus problemas de recuperación de ciclo largo, los mercados de exportación puede que no sean tan robustos como predijo el USDA. Esto es debido al lento crecimiento económico y a la recesión actual en muchos países, como el gran importador neto de carne de cerdo, Japón, donde la "abenómica" (las medidas económicas tomadas por Shinzo Abe, Primer Ministro de Japón) está siendo culpabilizada de una disminución anual en el PIB de casi el 2% el último trimestre (como se informó en diciembre de 2014). A esto hay que añadir el gran aumento del valor del dólar frente a sus principales monedas competitivas, así como la caída del coste del petróleo, y el resultado es que durante este año las exportaciones serán un desafío para los EE.UU. A no ser que, por supuesto, la sobreproducción consiga un precio "atractivo" a pesar de la debilidad del gasto mundial. Todo esto podría hacer que los próximos titulares en 2015 anunciasen los aumentos en las exportaciones de carne de cerdo de EE.UU. como una victoria pírrica. La UE está poniendo muchas de sus esperanzas en la renovación del comercio con Rusia, ya que a los rusos les gusta la carne de cerdo y, en los últimos años, su consumo ha superado la producción casi en un 50%. Sin embargo, la agitación política oscurece la imagen de fiabilidad incluso más de lo habitual a la vez que, aparentemente, nacen algunas oportunidades.

Así que ahora encaramos la realidad de las regiones maduras de producción de carne de cerdo a nivel mundial donde la demanda interna está saturada y estable, como los EE.UU. y la UE. Es una lección de historia que requiere una memoria de más de un año: O se crece según la previsión de aumento de las exportaciones o correrá la tinta roja.