Recomendaciones para la prevención y el control de la PPA en países en riesgo I

Daniel Beltrán-Alcrudo
16-jun-2014 (hace 10 años 6 meses 1 días)

La peste porcina africana (PPA) se considera una de las enfermedades porcinas más temibles. Pese a que actualmente está confinada en África, Europa del Este y Cerdeña, la enfermedad continúa extendiéndose, amenazando seriamente a países que hasta ahora permanecían libres. A diferencia de la mayoría de enfermedades transfronterizas (TADs), no hay vacunas ni fármacos para la prevención o el tratamiento de la PPA. Por lo tanto, es particularmente importante que las áreas sin PPA se mantengan libres mediante estrictas medidas de prevención y control. Estas medidas pueden tomarse a nivel institucional o individual, es decir, el ganadero, el intermediario, el carnicero, etc.

A continuación se resumen estas medidas, que podrían sintetizarse en una palabra: bioseguridad. Para entender qué medidas son más efectivas, es importante recordar que la PPA se contagia principalmente por la carne de cerdo y otros productos animales, así como por animales vivos, lo que incluye también al jabalí. Las medidas siguientes siguen un orden cronológico, desde el momento en que la enfermedad no está presente y debe prevenirse, hasta las acciones necesarias cuando la enfermedad ya está en el país. En cualquier caso, la bioseguridad, siempre es necesaria.

Carnicería en Gulu, Uganda

Carnicería en Gulu, Uganda

Análisis de riesgos y procedimientos para la importación/exportación: La prevención de la entrada de PPA en los países libres depende de una política estricta en cuanto a importación segura de cerdos y de productos de riesgo (carne de cerdo y derivados, semen, cueros, etc). El Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE proporciona una guia detallada sobre esta materia. Los servicios de regulación y cuarentena deben estar equipados para interceptar eficazmente alimentos y otros productos de riesgo en los aeropuertos internacionales, puertos marítimos y fronteras. Los materiales de riesgo confiscados deben destruirse y no desecharse donde puedan ser accesibles por buscadores de desperdicios (animales y humanos). La experiencia nos sugiere que debe ponerse una atención especial con los restos de alimentos de aviones, barcos y vehículos de países infectados.

Alimentación con desechos: La alimentación con desechos conlleva un alto riesgo de introducción de varias enfermedades a poblaciones sanas. Lo ideal sería una prohibición eficaz de la alimentación con residuos, pero el cumplimiento a nivel doméstico es improbable, ya que iría en contra de una de las principales motivaciones para tener cerdos, es decir, minimizar los costes de alimentación gracias a las sobras domésticas o a la búsqueda de desechos. En cualquier caso, los cerdos no deberían comer sobras que contengan carne de cerdo y éstos deberían cocinarse durante 30 minutos.

Cocinado de desperdicios antes de alimentar a los cerdos en una granja semi-comercial en Kiambu, Kenia

Cocinado de desperdicios antes de alimentar a los cerdos en una granja semi-comercial en Kiambu, Kenia

Alojamiento de cerdos: Debe fomentarse la construcción de alojamientos para cerdos con condiciones higiénicas. Asimismo, una cerca perimetral prevendrá la diseminación de enfermedades desde los cerdos domésticos a los jabalíes (y cerdos asilvestrados) y viceversa. Las autoridades deben desincentivar los sistemas de producción porcina basados en la búsqueda de residuos, lo que permite a los cerdos el acceso a desperdicios potencialmente infectados y el contacto con jabalíes. Sin embargo, igual que sucede con la alimentación con sobras, los sistemas tradicionales de cría de cerdos no cambiarán fácilmente ya que muchos productores pensarán que no vale la pena confinar (y alimentar) a sus cerdos.

Ejemplo de un alojamiento porcino precario en Uganda

Ejemplo de un alojamiento porcino precario en Uganda

Alojamientos mejorados en Kiambu, Kenia

Alojamientos mejorados en Kiambu, Kenia

Limpieza y desinfección: Las instalaciones y el equipamiento deben limpiarse y desinfectarse periódicamente. Antes de la desinfección debe retirarse la materia orgánica de los cobertizos, vehículos, etc. Los vehículos y el personal (calzado, equipo, etc.) deben desinfectarse al entrar y al salir de las granjas. Entre los desinfectantes efectivos se encuentran los detergentes, hipocloritos, álcalis y gluteraldehídos. Los equipos que no puedan desinfectarse con facilidad, deben ser expuestos a la luz del sol.

Otras medidas de bioseguridad: Las visitas deben reducirse al mínimo, cargar y descargar los cerdos fuera de la cerca perimetral y limpiar y desinfectar los camiones tras cada viaje. Esto es particularmente difícil con los cerdos criados en entornos urbanos que vagan libremente, aunque aplican los mismos principios. Debería prevenirse el uso compartido de equipos entre granjas/pueblos sin una limpieza y desinfección adecuadas. Las personas que trabajan con cerdos deberían evitar el contacto con otras poblaciones porcinas. Debe fomentarse el uso de ropa y calzado exclusivos. Los animales de reposición deben proceder de fuentes fiables. Los efluentes y las partes descartadas de mataderos deben eliminarse apropiadamente para evitar que los jabalíes tengan acceso a ellos.

Lechón muerto tirado en lugar de ser eliminado adecuadamente.

Lechón muerto tirado en lugar de ser eliminado adecuadamente.

Concienciación: Los ganaderos, veterinarios y todos los implicados en la cadena de producción porcina deben tomar conciencia acerca de la PPA, cómo prevenirla y reconocerla y qué hacer en caso de sospecha. Deben remarcarse los peligros de la alimentación con desechos y de otros agujeros de bioseguridad, especialmente a pequeños ganaderos. En el caso de que la PPA entre en un país, debe darse publicidad a los brotes, remarcando la necesidad de mejorar la bioseguridad a todos los niveles, de inspeccionar los cerdos regularmente y de informar de inmediato a las autoridades ante cualquier lesión o muerte sospechosa.

Cerdos buscando desperdicios en un ambiente urbano

Cerdos buscando desperdicios en un ambiente urbano (Georgia, Cerdeña y Kenia, respectivamente).

Vigilancia: Debe promoverse la vigilancia pasiva (es decir, la investigación de casos sospechosos notificados a las autoridades veterinarias) entre los ganaderos, cazadores, etc. mediante campañas de concienciación. Todos los casos sospechosos deben seguirse sistemáticamente mediante inspecciones clínicas, necropsias y serologías. Debe investigarse el origen potencial de la enfermedad y su diseminación (rastreo hacia atrás y hacia adelante, respectivamente). Una vez la enfermedad llega a un país, la vigilancia pasiva debe complementarse con la vigilancia activa.

La segunda parte de este artículo describe las acciones necesarias cuando la enfermedad ya está en el país. En cualquier caso, la bioseguridad, siempre está indicada.