Índice de conversión: la nueva economía

Dennis DiPietre
19-may-2014 (hace 10 años 7 meses 8 días)

En el último artículo empezamos a analizar el uso del índice de conversión (IC) como medida para entender la eficiencia de una granja porcina para transformar su input principal, y el más caro, en carne de cerdo. Hay muchos tópicos sobre el IC que no son ciertos y muchas formas de utilizarlo para tomar decisiones económicas que no son sólidas. Vamos a ver algunos ejemplos y después descubriremos qué hay realmente tras los números de IC que miden la mayoría de productores al finalizar un lote de engorde.

Ya comentamos que en EEUU, una encuesta reciente reveló que sólo el 17% de los productores medían el IC en base a la canal. Esta práctica puede resultar engañosa si, como la mayoría de productores estadounidenses, utilizas ingredientes que pueden alterar el rendimiento de la canal. El uso de subproductos del etanol, como los granos secos de destilería con solubles (DDGS), pueden modificar el peso de la canal hasta 1,5 %, o más, respecto al peso vivo, dependiendo del peso al acabado. El IC final sobre el peso vivo de los animales mostrará muy pocos cambios si se utilizan DDGS en comparación con una dieta sin DDGS pero las diferencias en el rendimiento de la canal son evidentes si calculamos el IC sobre el peso canal.

Más allá del IC como medida de eficiencia, podemos asignar un valor monetario, tanto al numerador como al denominador (o a ambos), y transformar el IC a una medida financiera. Lo que se suele utilizar en EEUU es una medida centrada en el coste: coste del pienso por libra (o kg) ganada (o de carne vendida). De este modo puedes estimar el coste (o ahorro) de cualquier cambio que afecte al IC. Entre los factores que afectan al IC encontramos la genética, la densidad de los animales, el granulado vs la harina, el peso al acabado, la mortalidad, el número de piensos utilizados por fase, la estación del año y la composición nutricional de la dieta (por ejemplo el nivel de grasa utilizado). Un cambio en cualquiera de estos parámetros es probable que altere el IC. Lo que hay que tener en cuenta es que suele ser difícil mantener el resto constante (y que sólo se modifique el IC) cuando se producen estos cambios, por lo que el cambio financiero en el IC es sólo una parte de todo el análisis.

Queremos subrayar que las decisiones financieras, cuando se toman adecuadamente, suelen ser fruto de un análisis multiperiodo. Así que, si un vendedor te dice que sus nuevos comederos mejoraran mucho el IC, serías muy ingenuo si te basaras en el coste actual del pienso para decidir si el ahorro compensará el coste del comedero. De hecho, si calculas que el comedero te durará diez años, deberías considerar el uso del coste medio de 10 años para tus cálculos, ya que el precio actual del pienso podría ser atípicamente alto (haciendo que los comederos parezcan una buena inversión) o inusualmente bajo, haciéndote perder la oportunidad de invertir en algo que, a lo largo de su vida útil, podría ser muy rentable.

Si has estado siguiendo nuestros artículos del último año, sabrás que incluso la media puede ser engañosa cuando los precios son tan volátiles como en los últimos 15 años. Por ejemplo, el maíz es el ingrediente principal de la dieta porcina en EEUU y será, por lo tanto, el mayor coste en la dieta de engorde. Anteriormente demostramos que los procesos subyacentes que generan el precio del maíz han cambiado mucho durante los diez últimos años. La figura 1 representa la distribución del precio medio del maíz en Estados Unidos durante la última década. Verás que parece tener varias distribuciones (reflejo de procesos cambiantes) mezcladas entre sí y es, claramente, multimodal (el precio más probable no es el precio medio). Lo que quizá encuentres más interesante, y que espero que recuerdes cada vez que utilices una media para un cálculo rápido, es que el precio medio del maíz durante este periodo fue de $4,12/bu (alrededor de $161,86/Tm) tal como indica la flecha roja. Ahora fíjate en la altura de las barras azules (que es una medida de cuán a menudo se producía cada precio). Te darás cuenta de que, si usas $4,12 en tus cálculos, será muy raro que obtengas el resultado esperado en un día concreto y habrá periodos muy largos en los que no se cumplirán tus previsiones. Sí, a largo plazo alcanzarás esta media pero, para entonces, el banco ya habrá venido a llevarse tus comederos. (“A largo plazo, todos muertos.”—John Maynard Keynes).

Distribución del precio del maíz. Marzo 2004-marzo 2014

Figura 1. Distribución del precio del maíz. Marzo 2004-marzo 2014.

Muchos consultores hablan sobre el valor del cambio de un "punto" (centésima) o una décima en el IC en términos de ahorro en costes. La mayoría utiliza el precio actual del pienso para hacer sus cálculos. En la figura 2 se demuestra el valor de cambiar una décima de IC, de 2,70 a 2,60 hasta las 220 lbs (100 kg) en engorde, utilizando la distribución de precios de los ingredientes clave en las dietas de engorde durante los últimos 4 años. Notarás que es una distribución, no un valor único, que oscila entre los $3,65/cabeza durante los periodos de pienso caro y $1,18/cabeza en los baratos. La altura de las barras refleja la probabilidad de tener el valor que hay en el eje X. Por lo tanto, la próxima vez que alguien te hable durante la comida del valor de una décima de IC, a menos que te dibujen una distribución en la servilleta, contéstale que tu no diriges una explotación media, por lo que no te interesan los valores medios.

Valor de una décima de IC. Distribución de ahorro en pienso. El valor de 2,60 vs 2,70 de IC en engorde a 220 lbs (100 kg) 2010-2014

Figura 2. Distribución del ahorro en pienso por cerdo al pasar de 2,60 a 2,70 de IC en un engorde a 220 lbs (100 kg). Marzo 2010-marzo 2014.