Creep feed es la práctica de alimentar con dietas sólidas a los lechones lactantes. Se utiliza como un complemento al aporte de la leche materna. Su consumo es muy variable entre individuos y camadas (ver tabla 1).
Tabla 1. Ingesta de creep feed por camada y lechón.
Fuente: Blavi y Solà-Oriol, 2013
consumo grs/camada | consumo grs/lechón | Días con Creep-feed | |
Barnet et al.,1989 | 107-1550 g | 13-194 | 18 |
Pajor et, al.1991 | 2-205 g/día | 27±16.8 g/día | 18 |
Delame and Meuniesalaum, 1995 | 0-2382 g | 0-674 g | 14 |
Bruininx el al, 2002 | 445-7840 g | 377±200 g | 17 |
Bruininx el al, 2004 | - | 301±151 g | 17 |
Pluske et al, 2002 | 380±332 g/día | 37±32.7 g/día | 19 |
Sulabo et al. 2010 | 263-2349 g | - | 18 |
La realidad es que este consumo de creep feed es muy bajo, sobre todo en destetes de menos de 21 días y no influye sobre el crecimiento del lechón. En destetes más tardíos, se puede obtener un diferencial de peso al destete (hasta 500-600 gramos por lechón en muchos casos) si somos capaces de estimular el consumo (ver gráfico 1).
Gráfico 1. Diferencia de peso según consumo sólo de leche o pienso más leche.
Fuente: BPEX. 2013. Action for productivity, nº 5
Los lechones al final de la lactación, sobre todo en destetes tardíos, podrán compensar en parte las
deficiencias en energía y nutrientes debido a una ingesta de leche limitada en relación a su potencial real de crecimiento. El creep feed representa entre un 1,2% y 17,4% de la ingesta total de energía en lechones entre 21 y 35 días de lactación (Pluske et al 1995).
Más del 80% del consumo en lactación se produce en la semana previa al destete.
El verdadero beneficio de la ingesta de creep feed (por muy insignificante que sea) es que está directamente relacionado con la mejora en consumo y crecimiento inmediatamente después del destete. Los lechones empiezan a comer antes (Bruininx 2002) y crecen un 38% más durante la primera semana (Bruggeman 2010).
Esto sucede porque el creep-feed ayuda a que la adaptación de los lechones sea más suave en el momento del destete. Los lechones se acostumbran antes a consumir alimento sólido y además se estimula la producción de enzimas en el aparato digestivo que actúan sobre otros nutrientes diferentes a los aportados por la leche. Con esta adaptación pre-destete de la fisiología intestinal se pueden digerir mejor los carbohidratos y proteínas y reducimos el riesgo de diarreas al destete (Makinde et al. 1997).
En multitud de pruebas se ha observado que un 40% de los lechones ni siquiera prueban el pienso, el consumo sólo corresponde al otro 60%. Se supone que algunos lechones pueden comer más por una mayor madurez de tracto gastrointestinal, que les permite utilizar los nutrientes del pienso a edades más tempranas (Aurmaitre, 1972). También se ha visto que cuantos más días se ofrezca el pienso (13 vs 2) mayor será la proporción de lechones que lo ingieran, pero no hay efecto en los rendimientos pre-destete (Sulabo, 2010), salvo en destetes tardíos.
Buininx et al. (2001), Sulabo et al. (2010) y Solá-Oriol (2013) además han visto que los lechones que lactaban de tetas posteriores, normalmente destetados con menos peso por tener acceso a una menor producción láctea, eran los que más consumían en maternidad. Esto puede ser debido a un intento de compensar esa desigualdad en el consumo de leche (Algers at 1990).
Los factores de variación del consumo son muy difíciles de estudiar. Además, la mayoría de los estudios consideran como consumo la desaparición de pienso pudiendo tener un efecto grande el desperdicio.
Los factores más influyentes son:
Recomendación
Mezclar creep feed con leche o yogurt a partir de los 10 días de vida.
Llenar el comedero 2-3 veces al día, dando cantidades crecientes según edad y consumo asegurándonos que lamen el plato en menos de 45 minutos.
Si no es así, ajustar la cantidad administrada. Esta es la única forma de conseguir que todos los lechones hayan comido creep-feed en maternidad, asegurándonos así un buen arranque del lechón al destete.