Caso clínico: Efectos de la adaptación al Bienestar en un brote de PRRS

Josep Farreres Escuer
20-ene-2014 (hace 10 años 10 meses 2 días)

El caso que os describo a continuación, comenzó el pasado mes de noviembre de 2013 en Balaguer, provincia de Lleida (noreste de la península Ibérica). Se trata de una granja de producción de lechones de 18 kg. Actualmente, hay unas 1000 madres productivas.

Esta explotación se hace su propia reposición a partir de abuelas, pero aprovechando la adaptación a la ley del bienestar animal (Directiva 2001/88/EC), se decidió aumentar la capacidad de 600 madres a 1200. Eso nos supuso la entrada de cerditas de reposición externa. El último lote entrado fue en mayo de 2013. Se introdujeron en una cuarentena externa a la explotación, 100 F1 y 50 abuelas, de unos 5,5 meses de vida y PRRS negativas. Tras una semana de aislamento, se les realizó el plan vacunal de PRRS, gripe, Aujeszky, parvovirus y mal rojo, y Mycoplasma. Las nuevas cerdas entraron en la granja en agosto, tras 10 semanas en la cuarentena externa, y se empezaron a cubrir.

Parques con cerdas gestantes adaptados a la ley de Bienestar Animal

Parques con cerdas gestantes adaptados a la ley de Bienestar Animal

La producción media acumulada durante este año 2013 es de 28,2 lechones destetados por cerda y año. Es una granja con resultados muy buenos y más considerando que la genética no es de las denominadas hiperprolíficas.

El estatus sanitario de la granja es PRRS positiva y Mycoplasma hyopneumoniae positiva.

Plan vacunal

Las madres se vacunan frente a PRRS con vacuna viva, a los 7 días postparto y a los 50 días de gestación. Cuatro años atrás, se vacunaba en sábana pero decidimos pasarlo a una vacunación en ciclo.

Además, se vacunan contra influenza, PV-MR, Aujeszky.

Los lechones se vacunan frente a Mycoplasma hyopneumoniae, con una sola dosis y PCV2 a las 3 semanas de vida.

Aparición del caso

El pasado 6 de noviembre de 2013 por la tarde recibimos la alerta de 4 abortos. Nos dirigimos a la granja al día siguiente a primera hora, y realizamos la visita. El mismo día de nuestra visita abortaron 3 cerdas más.

El propietario nos muestró en el ordenador cómo, en los parques donde se localizan los abortos, el 35% de las cerdas todavía no habían entrado en las máquinas de alimentación, cuando lo normal a las 9 h es que al menos el 90% hubieran pasado por ellas.

Fuimos a la gestación, y comprobamos como muchas cerdas, aproximadamente un 50%, estaban apáticas, y mostraban fiebre alta (39,5 – 40,5 ºC). Recogimos una muestra de sangre de las 4 cerdas abortadas del día anterior.

Los primeros 4 abortos fueron en cerdas desde 53 días de gestación hasta 102. El resto de cerdas de la granja, parideras y destete, tenían aspecto normal.

Llevamos la sangre al laboratorio, hicimos un pool de las 4 cerdas y al mediodía, el resultado del PCR de PRRS resultó positivo.

La alta prevalencia, la fiebre moderada y la rapidez con que los animales enfermaban nos hacía sospechar también de influenza.

La población de primerizas y abuelas nulíparas, están en parques distintos de las multíparas, pero comparten nave. Ese parque no se ve afectado.

Con los resultados en mano, nos surgió una duda. Una de las cerdas, que abortó a los 53 días se había vacunado con vacuna viva de PRRS el lunes, dos días antes de abortar. Así que pedimos al laboratorio que nos hiciera, el mismo viernes, PCR de la cerda vacunada y un pool de las otras tres.

Los resultados los obtenemos el mismo viernes a las 16 h. La PCR de PRRS resultó negativa en el pool y positiva en la cerda vacunada. ¿Entonces? ¿Era el PRRS el causante de los abortos? ¿O la cerda vacunada abortó debido a alguna posible reacción vacunal y no tenía relación con los otros abortos?

Nos faltaba información, pero el viernes –2 días siguientes al primer brote– abortaron otras 6 cerdas. En este caso, todas estaban gestantes entre 88 y 105 días. 5 cerdas se adelantaron al parto, y parieron a los 110 días.

Partos prematuros en los parques de gestación

Partos prematuros en los parques de gestación

El sábado hubo 13 abortos más, y se avanzaron otras 4 cerdas. Las cerdas presentan fiebre (38,8 - 40,5 ºC). La cosa pintaba francamente mal. Fuimos el sábado por la mañana a la granja, recogimos 15 muestras de sangre, sangrando de la cola dentro del parque, y para que os hagáis una idea de la fiebre que tenían, varias cerdas ni tan solo se movieron mientras les manipulábamos la cola. Instauramos tratamiento antipirético en la gestación con paracetamol a dosis más elevada, concretamente unos 60 mg/ kg de peso/ día, porque el consumo de agua era inferior a lo normal debido a la fiebre. En el parque de las cerdas más avanzadas, hay muchas con fiebre y a las más afectadas las tratamos con ketoprofeno inyectable. El fin de semana se cerró con 21 abortos.

El lunes por la mañana, a primera hora entregamos muestras en el laboratorio y después volvimos a la explotación. Las cerdas tenían menos fiebre, ninguna llegaba a 39,5 ºC. Las que tenían que parir a final de semana, estaban empezando a hacerlo, con 110 días de gestación. Los lechones obviamente eran inmaduros y la mayoría murieron.

Decidimos tomar unos hisopos nasales de cerdas abortadas e hicimos un FluKit in situ. El resultado nos da negativo. Mandamos los hisopos para realizar PCR de gripe.

Diagnóstico de gripe porcina en granja

Diagnóstico de gripe porcina en granja

A las 15 h nos llegaron los resultados de las muestras de sangre que tomamos el sábado y que a primera hora entregamos al laboratorio.

Nuestras sospechas quedaron aclaradas, el laboratorio nos envió el resultado de las PCR´s y todos los pools resultaron positivos a PRRS. Aquella misma tarde, vacunamos en sábana la granja con vacuna viva de PRRS, y alertamos a las empresas vecinas del brote. Ésta fue una medida llevada a cabo con la UdL (Universitat de Lleida) y el Gsp (Grup de Sanejament Porcí), porque creemos que la sanidad es de todos, y entre los veterinarios de las diferentes empresas debemos sumar esfuerzos en beneficio de la sanidad colectiva en la zona.

El martes los PCRs de las muestras nasales resultan negativos a influenza.

Es destacable la rapidez y eficacia de los laboratorios de diagnóstico. Antes los resultados eran más lentos. Actualmente, en máximo 24h tenemos resultados, lo que los convierte en una herramienta muy buena para tomar decisiones.

Durante esta semana 46, hubo un goteo de abortos, cerrándola en 14. El problema se nos había trasladado al paritorio, la prolificidad cayó por debajo de 10 lechones nacidos vivos y la mortalidad en parideras se acercó al 20%.

Caída de la prolificidad y viabilidad de las camadas afectadas por el brote, con lechones con claros síntomas de hipotermia e inanición

Caída de la prolificidad y viabilidad de las camadas afectadas por el brote, con lechones con claros síntomas de hipotermia e inanición

La semana 47 hubo 6 abortos más y continuaron los partos prematuros.

La semana 48, el proceso pareció aminorar. No hubo ningún aborto, y los partos empezaron a recuperarse.

Tomamos las siguientes medidas:

A las 4 semanas de la vacunación de PRRS en sábana, realizamos una revacunación. Tomamos esta decisión porque en el momento de la primera sábana, teníamos muchas cerdas con fiebre y pensamos que su respuesta a la vacunación quizás no fuera la esperada. Nuestro objetivo era cortar la viremia, y esta medida nos pareció buena.

Desplazamos la vacunación de Mycoplasma y PCV2 de los lechones a la 5ª semana de vida, para evitar vacunar lechones virémicos. Esta medida la realizamos durante cuatro semanas, después volveremos a vacunar a las tres semanas de vida porque entendemos que los cerdos virémicos, ya no estarán en paridera, sino en el destete.

A partir de los 30 días de la revacunación en sábana de PRRS, realizaremos PCR en lechones de la paridera, para comprobar que no tenemos cerdos virémicos de PRRS en esta fase.

Una vez tengamos los cerdos no virémicos en paridera, o sea, con el resultado de la PCR de PRRS negativo, intentaremos realizar un vaciado de la transición.

Esta granja no había sufrido ningún brote agudo de tipo reproductivo en los 10 años que hace que trabajamos con ella, habíamos tenido diversas recirculaciones con proceso respiratorio en la transición e inicio de cebo, pero nunca un brote de abortos.

Quizás el origen del brote estuvo en la introducción de reposición negativa para aumentar el censo y eso pudo desestabilizar la granja. Pero a día de hoy, el lote de cerdas nuevas, que se cubrieron en agosto, septiembre y octubre, no han sufrido prácticamente ningún aborto y sus partos están siendo buenos.

Por mi experiencia en otros brotes de PRRS en otras explotaciones, hubo una gran diferencia de este brote con los anteriores, y que al principio nos confundió: la rapidez con que las cerdas enfermaron y la fiebre que presentaban. La transmisión del virus la entendíamos lenta, pero el bienestar animal, y los parques, hacen que el contacto oronasal entre cerdas sea mayor y por tanto la diseminación mucho más rápida que cuando teníamos las cerdas en boxes. Es por ello que los veterinarios también debemos adaptarnos al bienestar.

A fecha de hoy, finales 2013, el tema reproductivo parece resuelto, los partos se están estabilizando, pero encontramos lechones con ataxia en paridera. Empezaremos el año nuevo con la lucha en la transición.