Los sistemas de calidad en el sector porcino

10-abr-2002 (hace 22 años 7 meses 13 días)
Cuando hablamos de la calidad de los alimentos nos referimos habitualmente a tres atributos: la calidad nutricional, la organoléptica y la sanitaria. En un alimento el consumidor busca que sea nutritivo, que aporte, por tanto la energía y los nutrientes necesarios para su alimentación, a su vez quiere que sea organolépticamente aceptable, con un olor, sabor y color agradable y por último espera que sea salubre, que sea seguro, que no pueda comportarle una toxiinfección ni que sea nocivo para la salud.

Hoy en día es necesario producir alimentos de forma intensiva para abastecer el consumo de millones de habitantes; además, los centros de producción primarios suelen quedar alejados de los consumidores, que además están inmersos en un estado de opinión que favorece su inquietud por obtener alimentos seguros y de calidad en las tres vertientes citadas anteriormente.

En parte por estos motivos se ha extendido enormemente el uso de distintivos, marcas y denominaciones que avalen el origen, el sistema de producción y la composición de los alimentos con el fin de favorecer una diferenciación en el momento de su comercialización y aportar un valor añadido.

Si nos centramos en la carne de cerdo, que es consumida en Europa al menos por el 50% de la población de forma fresca y por el 85% cuando hablamos de elaborados, el atributo más valorado es el control sanitario tanto del propio animal en el momento de entrar en el matadero, como de los productos elaborados que resultan.

Hoy en los países de la Unión Europea se dispone de más reglamentación, medidas y control que nunca para garantizar la seguridad alimentaria y sin embargo los consumidores están cada vez más sensibilizados y son más exigentes.

La implantación de un sistema de Calidad en el sector porcino puede realizarse de forma global en toda la organización o teniendo en cuenta en cada momento el producto (producto en fresco o elaborado).

El mayor interés de la implantación de sistemas de Calidad en los diferentes eslabones de la cadena alimentaria (granjas, mataderos, salas de despiece y elaboración, distribución) es el siguiente:

El disponer de un sistema de Calidad por parte de una organización y su certificación tiene una serie de ventajas.

Por ejemplo: La certificación de un pienso (Certificación de producto).

Este ejemplo para un producto como el pienso puede ser aplicado a cualquier producto, o sistema, con el objetivo final de que sea tanto un factor de diferenciación con respecto a otras empresas, y sobre todo un sistema para asegurar y proveer de confianza al mercado.

Elisa Erruz Seall y Francesc Martos Fernández. Centre de Certificació LGAI. España