La cojera en cerdas es una de las problemáticas en la producción porcina que ha visto su incidencia aumentada en los últimos años.
Cuando analizamos las causas por las que se desechan las cerdas, nos encontramos que la incidencia de cojeras es la segunda causa más habitual y cada vez tendrá más relevancia conforme vayamos adaptando nuestras explotaciones a los requerimientos de bienestar animal, como son la adaptación y el manejo de las cerdas en parques.
Foto 1: Sobrecrecimiento de las pezuñas
Valoración de las cojeras- introducción
Desde el año 2008, la valoración de las cojeras en nuestras explotaciones porcinas ha pasado a ser una herramienta más en nuestro trabajo. Hemos podido observar que estos brotes de cojeras no se dan de forma regular durante el año, sino que la granja tiene unos picos de patología cada 3-4 meses.
Hasta esta fecha, cuando teníamos problemas de cojeras en madres, lo que hacíamos era aplicar tratamientos inyectables con antiinflamatorios y antibióticos en el animal lesionado y establecíamos de forma rutinaria medicaciones en el pienso a base de amoxicilina, lincomicina o tilosina.
Normalmente este tipo de tratamientos funcionan puntualmente en un porcentaje de animales, pero el problema al cabo de unos meses vuelve a aparecer.
Nuestra experiencia en campo nos ha demostrado que cuando analizamos las granjas con problemas de cojeras, en todas ellas nos encontramos prevalencias más o menos altas de lesiones en los cascos.
A partir de esta evidencia aconsejamos hacer valoraciones de pezuñas en las granjas con incidencia de cojeras.
Foto 2: Inflamación purulenta en el pie y ruptura dígito auxiliar
Cómo se hace una valoración de pezuñas
Las lesiones más comunes que nos encontramos son:
Foto 3. Grietas en la pared lateral
Más cuestiones a tener en cuenta
A parte de la valoración de las pezuñas y del estado de las instalaciones es importante valorar también los registros de producción, ya que una granja con un porcentaje alto de cerdas con cojeras durante un período de tiempo largo, probablemente se verá reflejado de alguna manera en la productividad.
Algunos de los parámetros productivos que tendríamos que incluir en la valoración son:
A partir de esta primera evaluación realizamos un informe al cliente donde se especifica el tipo de lesiones que tenemos y porcentajes de éstas y establecemos un protocolo de actuación, donde tendremos en cuenta todos los parámetros analizados anteriormente.
En muchas de las explotaciones nos encontramos entre 30-40 % de las cerdas con lesiones de grado 2 (moderadas) o grado 3 (severas) en las pezuñas.
Qué hacer después de la valoración de lesiones
Después de la primera valoración y viendo el grado de lesión en las pezuñas y el porcentaje de cojeras, establecemos en toda la granja la aplicación de quelatos de aminoácidos hidratados, que actúen sistémicamente en la cerda, incluyendo los piensos de las futuras reproductoras, gestación y lactación, con el objetivo de mejorar la salud y la calidad de las pezuñas en estas explotaciones. Además aplicamos tratamientos inyectables a los animales con lesiones agudas y mejoramos los suelos en caso necesario.
Al cabo de 6 meses volvemos a hacer otra valoración. Este periodo de tiempo (6 meses) se debe a que la pezuñas tiene un crecimiento de unos 5-7 mm cada mes y por lo tanto en estos 6 meses el casco se habrá regenerado casi al completo.
Otro de los puntos en los que también hacemos hincapié es en el establecimiento como rutina de la granja del recorte de los cascos de las cerdas. Este manejo lo realizamos normalmente en las salas de maternidades cuando la cerda esta tumbada.
En todas las granjas, tras 5-6 meses suplementando los piensos con una combinación de zinc, cobre y manganeso, vemos claramente una disminución del grado de lesión de las pezuñas y de la incidencia de cojeras.
Conclusiones