Welfare Quality®: Medidas en matadero

Antonio Velarde

22-jul-2010 (hace 14 años 4 meses)

A continuación presentamos un breve resumen de las diferentes medidas propuestas en el protocolo Welfare Quality® para la evaluación del bienestar del ganado porcino en matadero. Las medidas se organizan dentro de los 4 principios de bienestar animal (buena alimentación, alojamiento adecuado, buena salud y comportamiento apropiado), y cubren todas las etapas del animal en el matadero: transporte y descarga, desplazamiento hacia el corral de espera, estabulación en el corral de espera, aturdimiento y sacrificio, y la canal (Figura 1).

Figura 1. Protocolo Welfare Quality® en matadero

Buena alimentación 1. Ausencia de hambre prolongada Provisión de alimento
2. Ausencia de sed prolongada Suministro de agua
Buen alojamiento 3. Confort durante el descanso Suelo
Material de cama
4. Confort térmico Tiritar
Jadear
Animales apiñados
5. Facilidad de movimiento Resbalones, caídas, densidades en el camión, densidades en el corral de espera.
Buena salud 6. Ausencia de heridas Cojera, heridas en el cuerpo
7. Ausencia de enfermedades Animales incapaces de moverse por ellos mismos, animales muertos
8. Ausencia de dolor inducido por el manejo Eficacia del aturdimiento
Comportamiento apropiado 9.Buena relación hombre-animal Vocalizaciones
10. Estado emocional positivo Animales inmóviles y/o que retroceden.

Transporte y descarga
Durante la descarga, se evalúa la facilidad de movimiento de los animales a partir del porcentaje de cerdos que resbalan (pérdida del equilibrio sin llegar a tocar el suelo) y/o caen (cuando alguna parte del animal, a parte de las pezuñas, toca el suelo). Por otro lado, se evalúa el miedo durante la descarga a partir del porcentaje de animales que permanecen inmóviles durante al menos 2 s (Figura 2), o retroceden bruscamente dentro de la zona de observación (Figura 3).

Figura 2 Figura 3

En esta fase también se registran algunas medidas indicadoras del bienestar durante el transporte. Una de ellas es la temperatura efectiva, que se valora partir de la presencia de animales tiritando (estrés por frío) o jadeando (estrés por calor). Tras la descarga, se inspecciona en el interior del camión la presencia de animales muertos o incapaces de desplazarse por ellos mismos, bien por lesión o enfermedad. Estas medidas se incluyen dentro del criterio de ausencia de enfermedades. Por último, la disponibilidad de espacio se calcula a partir de la superficie de cada piso y el peso total de los animales trasportados. Por último, también se tiene en cuenta la presencia de material de cama en el suelo del camión.

Desplazamiento hacia los corrales de espera
Una vez los animales han descendido del camión y se dirigen al corral de espera, se evalúa la presencia de cojeras en una zona en que anden en llano. Para ello se consideran dos tipos según su severidad. Cojeras leves cuando el animal tiene dificultad para caminar pero sigue apoyándose sobre las cuatro extremidades, y graves cuando el animal no apoya una de las cuatro extremidades.

Estabulación en los corrales de espera
En esta fase se tienen en cuenta 4 criterios. Los dos primeros son la ausencia de sed y de hambre. El primero se calcula a partir del número de bebederos por animal, su funcionamiento y limpieza. Para el segundo, se evaluará la disponibilidad de alimento para los animales que lleven más de 12 horas alojados en los corrales de espera.

El tercer criterio es que haya una temperatura efectiva adecuada. El estrés por frío se evalúa a partir de la presencia de animales tiritando o que se apiñan cuando están echados. El estrés por calor se mide a partir de la presencia de animales jadeando. El último criterio es que haya confort durante el descanso, que se evalúa a través del área disponible por animal.

Aturdimiento y sacrificio
Durante la conducción de los animales para su aturdimiento se evalúa la relación humano animal a partir de la presencia de vocalizaciones agudas (chillidos) en el grupo. Para ello se registra la presencia o ausencia de vocalizaciones durante periodos de 20s y el número de animales vocalizando al final de este periodo.

Durante el aturdimiento, se evalúa que la inconsciencia se induzca sin dolor ni estrés, y que se mantenga hasta la muerte del animal. Para ello se valoran justo después del aturdimiento y tras el desangrado la ausencia de reflejo corneal, ritmicidad respiratoria, intentos de reincorporase y vocalizaciones.

Canal
Por último, la ausencia de lesiones se valora a partir de las heridas en media canal (Figura 4). Para ello, se divide la canal en 5 áreas (orejas, cabeza y espalda, tronco, cuartos traseros y extremidades). Cada parte se evalúa independientemente a partir de la siguiente escala: 0, sin lesiones o lesiones menores de 2 cm; 1, más de una lesión mayor de 2 cm; 2, más de 10 lesiones mayores de 2 cm o cualquier lesión penetrante . Las canales se evalúan con un 1 ó 2 si hay alguna zona con 1 ó 2, respectivamente.

El proyecto Welfare Quality® ha editado un libro donde se detallan las diferentes medidas y su metodología de evaluación (www.welfarequality.net).