Evaluación del bienestar: Protocolo Welfare Quality®

Antonio VelardeAntoni Dalmau
04-may-2010 (hace 14 años 7 meses 18 días)

El proyecto europeo Welfare Quality® ha desarrollado sistemas para evaluar de una forma objetiva el bienestar animal en granjas y mataderos, identificar las causas de un bienestar deficiente y asesorar a los ganaderos en posibles mejoras. De la misma forma, este sistema proporcionará a los productores una herramienta útil para informar a los consumidores de una forma clara y objetiva sobre sus estándares de bienestar animal, ayudándoles de ese modo a beneficiarse de mercados con un mayor valor añadido (figura 1).


Figura 1. Esquema del sistema de evaluación de bienestar animal.

El bienestar animal puede verse afectado por muchos factores que comprometen la salud tanto física como psíquica. Tras haber sido debatido con los consumidores, científicos, representantes de grupos empresariales, y legisladores, Welfare Quality® definió 4 principios de bienestar animal: buena alimentación, buen alojamiento, buena salud y comportamiento apropiado. Dentro de estos principios, se identificaron 12 criterios diferentes pero complementarios entre sí (figura 2). Para la especie porcina, se desarrollaron tres protocolos de evaluación distintos que miden cada uno de los 12 criterios: cerdas y lechones en granja, cerdos de engorde en granja y un último para cerdos de engorde en matadero. Se identificaron entre 20 y 35 medidas para cada protocolo, basadas en la bibliografía científica o en los estudios de investigación llevados a cabo durante el proyecto. Estas medidas fueron evaluadas para asegurar su validez a la hora de reflejar el bienestar real del animal. Además, cada medida debía ser suficientemente clara para permitir una evaluación rápida y precisa después de un corto período de entrenamiento y con poca variabilidad entre observadores. La fácil implementación en condiciones prácticas es clave para su uso en los actuales sistemas de producción. Puesto que los animales se alojan en ambientes muy diferentes, es importante que las medidas sean aplicables en todos los sistemas. Teniendo en cuenta que la mayoría de las medidas desarrolladas por Welfare Quality® se basan en el animal, un asesor puede evaluar el nivel de bienestar animal observando directamente al propio animal, independientemente de cómo y de dónde éste se aloja. Para completar estos sistemas, Welfare Quality® ha colaborado con un instituto de estandarización independiente para crear la primera serie completa de protocolos europeos para la evaluación del bienestar de los animales de producción (www.welfarequality.net).

Principios Criterios
Alimentación Ausencia de hambre prolongada
Ausencia de sed prolongada
Alojamiento Confort en relación al descanso
Confort térmico
Facilidad de movimiento
Estado sanitario Ausencia de lesiones
Ausencia de enfermedades
Ausencia de dolor causado por el manejo
Comportamiento Expresión de comportamiento social adecuado
Expresión adecuada de otras conductas
Relación humano-animal positiva
Estado emocional positivo

Figura 2. Principios y criterios del sistema de evaluación del bienestar Welfare Quality®

Los resultados que se obtienen independientemente para cada una de las diferentes medidas se combinan para calcular la puntuación final obtenida de cada criterio. Las medidas que se encuentran dentro de un mismo criterio se ponderan en base a la opinión de diversos paneles científicos, combinándose para obtener una puntuación final en una escala entre el 0 y el 100, en el que 0 significa más problemas de bienestar y 100 la mejor situación para ese criterio concreto. Esta evaluación debe servir para identificar los problemas de bienestar y asesorar al productor sobre las estrategias de mejora en cada uno de los criterios.

Por otro lado, la información que se transmite al consumidor resume los resultados de los 12 criterios en una puntuación general, que refleja el bienestar de los animales en una determinada granja o matadero. Para ello, el primer paso es obtener una puntuación para cada uno de los principios, combinándose las puntuaciones obtenidas en los distintos criterios (figura 3). Esta relación también es asimétrica y se encuentra ponderada por la importancia que los paneles científicos han dado a cada uno de los criterios dentro de un determinado principio. Por ejemplo, el principio buena alimentación, se rige por los criterios ausencia de sed prolongada y ausencia de hambre prolongada. No obstante, los expertos han considerado que, desde un punto de vista del bienestar animal, es más grave la sed que el hambre, con lo que con una buena puntuación en el criterio “ausencia de hambre prolongada” se puede tener una mala puntuación en el principio “buena alimentación” si el criterio “ausencia de sed prolongada” tiene mala puntuación.


Figura 3. Utilización del sistema de evaluación del bienestar animal.

Por último, la valoración final de una granja, se obtendrá de combinar las cuatro puntuaciones (de 0 a 100) obtenidas para cada uno de los principios evaluados (figura 3). En este caso, la puntuación de excelente, según los expertos, se puede considerar con valores a partir de 80, la de buena con puntuaciones superiores a 55 y aceptable con puntuaciones superiores a 20. No obstante, una vez más, los valores están ponderados, de tal modo que para obtener una puntuación de excelente los cuatro principios deben tener una puntuación mínima de 55 y dos de ellos por encima de 80.