Emisiones de gases y olores de las explotaciones de engorde de porcino

Xavier PuigvertNarcís CastellóEduard Martí
02-mar-2010 (hace 14 años 8 meses 22 días)

Toda industria o actividad económica se relaciona con el medio donde se circunscribe, en el caso de la producción porcina se ha abierto un debate social sobre su posible impacto, en términos odoríficos, con sus conciudadanos. Una sociedad cada vez más exigente con su nivel de bienestar y los avances constantes en la resolución de otros problemas ambientales más importantes hasta hace pocos años, han impulsado ahora la percepción que los olores molestos conllevan un problema ambiental serio.

En el Estado Español no hay legislación sobre los límites de las emisiones y inmisiones de olores, únicamente hay referencias generales en algunas disposiciones. En Europa desde febrero de 2005 la norma UNE-EN 13725 “Calidad del Aire- Determinación de la Concentración de Olor por Olfatometría Dinámica” surge para cubrir la deficiencia de métodos de medida de los olores. En USA, la normativa vigente sigue la norma ASTM D1391-57 “Standard Method of Measuring Odor in Atmospheres”. La normativa está básicamente encarada a la producción de olores por parte de la industria, aunque en USA, también han aparecido métodos más específicos para los olores generados por la ganadería, como la EN13725 “Air quality – Determination of odour concentration by dynamic olfactometry” o el codigo de prácticas del ASAE, “Control of Manure Odour, Engineering Practice 379.1”. La Generalitat de Catalunya tiene a punto un anteproyecto de ley contra la contaminación odorífera, que podría ser aprobado en breve.

Las emisiones de olores en ganadería provienen básicamente de tres fuentes primarias: las instalaciones, el almacenaje de las deyecciones y durante la aplicación a campo. Las dos primeras, son emisiones continuas de olor, mientras que la tercera es una fuente de emisión intermitente. Los malos olores durante la aplicación a campo causan molestias, sobretodo en las zonas donde hay elevadas densidades de animales y de personas simultáneamente, pero pasan durante cortos periodos de tiempo y se pueden reducir en gran medida mejorando las técnicas de aplicación.

Así pues, en el marco de esta problemática, la Universidad de Girona, el GSP-Gi en representación de los ganaderos de Girona y Gesfer han realizado un estudio sobre las emisiones de olores y gases a la atmosfera en las explotaciones porcinas de cerdo de engorde de Girona. Entre noviembre de 2007 y marzo del 2009 se analizaron 24 granjas de engorde (18 a 100 kg), con una capacidad media de 750 plazas durante 2-3 ciclos de engorde. Por lo que respecta a los gases, se analizaron con sonda los niveles NH3, H2S y CO2 a tres alturas (fosa, animal y techo) y en dos puntos de la granja. Y los olores se analizaron mediante la olfatometría de campo en dos puntos, justo delante de la granja (D0) y a 20 metros de la granja en la dirección del viento dominante (D20). Las olfatometrías se realizaron siempre de fuera hacia dentro de la granja, es decir del punto más diluido al más concentrado. En cada uno de los puntos escogidos, se realizaron 6 mediciones de olfatometría, durante un período de tiempo de media hora. Se realizaron 5 visita a cada una de las granjas durante cada engorde, en los días 30, 50, 70, 90 y 120 que equivalía a unos pesos de los cerdos de 40, 55, 70, 90 y 110 kg. En total se analizaron cerca de 39000 medidas de gases y 4700 medidas olfatométricas.


Figura 1.- Sonda de medición de gases y olfatómetro de campo

En las tabla 1 y 2, mostramos los niveles de gases y olores así como los niveles recomendados según diversa bibliografía consultada. Se muestra el máximo recomendado sin que los animales se vean afectados, y la concentración a partir de la cual podemos tener problemas, básicamente de salud, en los animales. En términos generales los valores medios son correctos tanto en los gases como en los olores. Sólo los niveles de H2S son ligeramente superiores a lo recomendado, pero muy lejos de las concentraciones críticas. De todas formas, en aproximadamente un 3% de las mediciones se puede llegar a niveles que ya podrían ser considerados como dañinos para los animales y en algunos casos, si ocurrieran de forma prolongada, hasta para el granjero. Cabe destacar que este 3% de mediciones por encima de los niveles aconsejables, se concentran en muy pocas explotaciones, y seguramente con un manejo más ajustado en temas de gestión de purines y ventilación se podrían reducir considerablemente.

Por lo que se refiere a los olores, el anteproyecto de ley de la Generalitat fijaría en el caso de actividades ganaderas un valor objetivo de inmisión de 5 UOE/m3, con máximos puntuales de 15 UOE/m3. Con estos parámetros, no se supera el valor objetivo de inmisión a 20 metros de la granja, y sólo en el 0.6 % de las mediciones se supera el máximo puntual de 15 UOE/m3, llegando en algún caso hasta las 30 UOE/m3.

Tabla 1.- Valores de concentraciones de gases y olfatometrías en los distintos niveles y puntos de medición (media y desviación típica).

Techo Animal Fosa
Gases Unidades Media DT Media DT Media DT
NH3 ppm 6.33 7.048 6.93 7.017 11.08 10.194
H2S ppm 0.68 0.850 0.74 0.877 1.23 1.347
CO2 ppm 2756.00 1452.000 2595.00 1432.000 2669.00 1297.000
Olfatometría D0 D20
UO UOE/m3 1.90 2.240 1.40 1.980

abla 2.- Valores de referencia según bibliografía comparados con los del proyecto (medias y máximos alcanzados a la altura de los animales y en olfatometría a 20 metros de la granja).

Máximo recomendado [ ] dañina Media Máximo
NH3 ppm 20.00 >50 6.93 43.00
H2S ppm 0.50 3-10 0.74 8.00
CO2 ppm 3000 5000 2595 9554
UO UOE/m3 5.0 10.0 1.4 30.0