Últimamente están de moda los deportes de riesgo y cualquier actividad que genere emociones o adrenalina. A los que practican este tipo de deportes les aconsejaría que se dedicasen a nuestro mercado y podrían reírse del resto. Dicen que estamos al final del camino ya que en octubre o noviembre saldrá en EEUU una nueva ley para regular la intervención de los fondos (especuladores) en los mercados de materias primas. Alguien se puede preguntar si esto es importante, y la respuesta es sí, y no sólo es importante, es básico para estabilizar en su medida los mercados. Los altibajos que se han producido en los últimos años han sido motivados en gran medida por los fondos de inversión y los fondos soberanos, que han acentuando esas mismas subidas y bajadas. Esto es así, porque los fundamentales, o sea productores, intermediarios y consumidores se mueven en base a producciones y consumos. Los fondos también pero sobretodo en base a que es mas fácil hacer subir o hacer bajar el mercado para obtener un beneficio rápido e importante. Esa postura ha hecho que las variaciones de precio hayan sido espectaculares, consiguiendo que los fundamentales cada vez estén más cortos en sus posiciones, para intentar minimizar el riesgo, lo que al final nos ha llevado a que cualquier variación de los precios en los mercados internacionales se traslade de manera inmediata a los mercados locales, creando esa sensación de incertidumbre, y con ello una sensación de no saber donde estamos.
Pero hablemos de los mercados y empecemos por aún hoy el rey, el trigo. Digo esto porque los demás cereales (el maíz, la cebada, el centeno…) están condenados a seguir su estela, si sube el trigo, sube todo, y si baja, lo mismo, baja todo. Pues bien, el trigo en los dos meses largos que han transcurrido desde mi último artículo ha hecho de todo, lo dejamos en 140 €/Tm, llegó a los 170-160 €/Tm según posiciones y actualmente está entre 140-136 €/Tm (también según posiciones y puertos). ¿Qué ha pasado? Nada, hemos estado pendientes de las previsiones de cosechas y de los movimientos especulativos que estas mismas han generado. ¿Y el futuro? Según mi parecer, en cuanto termine el efecto cosechas, el trigo tenderá a subir, por dos motivos, el primero, en Europa se prevén 25 millones de Tm menos con respecto al año pasado y aunque el año pasado la cosecha fue excelente, 25 millones de Tm menos han de tener su peso específico. En segundo lugar, porque los precios actuales están marcados por Ucrania una campaña mas. Y no hay que olvidar que el trigo ucraniano está limitado a 200.000 Tm/mes para toda la comunidad. Además hay que tener en cuenta que cuando los precios son baratos, es posible hacerlos bajar más pero cuesta mucho. Y en cambio lo fácil es hacerlos subir, aprovechando cualquier noticia que se produzca.
Lo mismo que digo del trigo lo podemos extrapolar al resto de cereales. Hoy podemos comprar cebadas sobre puerto alrededor de 128 €/Tm, pero sólo para julio/agosto y a lo mejor septiembre, o sea plena cosecha europea. Después de este período no hay ofertas, es decir a seguir la estela del trigo y a esperar que cuando la cebada esté en los almacenes, tenderá a subir por lo menos los costes de almacenaje y transporte. En cuanto al maíz, se ha quedado fuera de juego y excepto los piensos que lo incorporan de manera imprescindible (para vacuno y lechones básicamente) su consumo casi ha desaparecido, consiguiendo que el mismo haya bajado hasta los 155 €/Tm destino.
Hablemos de soja, los fondos por fin han empezado a soltar lastre con 30 días de retraso, las futuras cosechas se prevean mejores al menos en el numero de hectáreas y en la siembra, el conflicto argentino se ha suavizado, todo ello ha provocado que la soja que llegó a los 380-370 €/Tm, hoy este a niveles de 330-325 €/Tm. Los futuros de Chicago se supone que seguirán bajando, otra cosa es que los fletes y los bajos márgenes de molturación penalicen, haciendo que el precio final no sea tan bajo como quisiéramos. Entiendo que la soja seguirá estando rara, es decir, a precios parecidos a los actuales o algo a la baja, por lo menos hasta agosto, a partir de entonces debería bajar de manera significativa.
No olvidemos que sustitutos como la colza o el girasol han conseguido que en Europa hayamos bajado los consumos de soja en 5 millones de toneladas (un 20% en total) y de esta bajada de consumos solo España ha bajado un 20%, es decir, 1 millón de toneladas.
Jordi Beascoechea Subministradora de Cereals SL |