¿Hay datos “fake” en las granjas? ¿Sabemos transmitir la importancia de anotar bien?

Actualmente existen en el mercado una gran variedad de programas de gestión de datos y prácticamente la totalidad de las granjas utilizan alguno de estos programas en su día a día. A pesar del uso continuado y extendido de dichos programas, no todos los implicados son conscientes de la importancia de la fiabilidad de la toma de datos que posteriormente introducimos en el programa.

Inexactitudes más comunes en la toma de datos

Todas las granjas apuntan correctamente el número de lechones destetados, el dato productivo más importante. A partir de ahí no todas las granjas tienen la misma fiabilidad en la toma de datos. Algunos de los errores más comunes son:

• No apuntar todos los nacidos muertos.
• Anotar los nacidos muy débiles como nacidos muertos.
• No apuntar las bajas de lechones en lactancia y/o sus causas.
• Apuntar mal las causas de baja de los lechones.
• No apuntar las adopciones de lechones entre cerdas.
• Igualar camadas y posteriormente anotar los nacidos.
• Tomar datos a los dos o tres días del parto anotando los lechones presentes en ese momento.
• No apuntar o apuntar mal los motivos de baja de las cerdas (por ejemplo, cerdas descartadas por cojera se apuntan como muertas).
• No eliminar de la base de datos las cerdas descartadas (“cerdas fantasma”).

Motivos más habituales de la incorrecta toma de datos

En la inmensa mayoría de los casos, los fallos que detecto en la introducción de datos no son intencionados, simplemente los encargados no son conscientes de la importancia de la fiabilidad de los mismos. Estos serian los motivos más habituales:

• Protocolos de toma de datos heredados de anteriores responsables de granja.
• Ahorro de tiempo en tareas de gestión.
• Primas por productividad no diseñadas de manera óptima.
• La propia autoexigencia de los empleados por presentar los mejores resultados posibles.
• No registrar los datos de forma inmediata (automática o manualmente)
• Una mala formación en la importancia de la correcta toma de datos.
• Falta de directrices claras a la hora de apuntar los datos.

La importancia de la fiabilidad de la toma de datos

Para mejorar los resultados productivos de la granja debemos identificar los puntos con mayor potencial de mejora, y para ello, es crítico que la fiabilidad de los datos introducidos permita identificar dichos puntos críticos.

Veamos tan solo algunos ejemplos:

Si queremos mejorar los lechones destetados por parto tendremos que valorar si es más factible reducir las bajas en lactancia o aumentar los nacidos vivos (figura 1)

• Para aumentar los nacidos vivos tendremos que valorar si el punto crítico de mejora es aumentar los nacidos totales o reducir los nacidos muertos.
• Si no se apuntan todos los nacidos muertos, podríamos pensar que el problema es la falta de nacidos totales (y revisaríamos los protocolos de manejo durante la inseminación) cuando quizá, el problema se localiza en un exceso de nacidos muertos y lo que deberíamos revisar son los protocolos de manejo en partos.
• Si los nacidos débiles se apuntan como nacidos muertos, creeríamos que el problema son la falta de nacidos vivos y estaríamos reduciendo el porcentaje real de bajas en lactancia.
• Si no se apuntan las adopciones de lechones, será más difícil identificar las cerdas a las que se les mueren repetidamente muchos lechones en lactancia y que deberían ser dadas de baja. Como estas cerdas acaban destetando lechones recibidos de otras cerdas, su mal rendimiento puede pasar inadvertido.
• Si damos de baja cerdas con muchas repeticiones, pero no apuntamos la causa de la baja será más difícil identificar y solucionar los casos de baja tasa de partos.
• Si hay un exceso de lechones con más de 15 días de vida, muertos por aplastamiento, casi seguro tenemos un problema de climatización de las salas de parto (o salas muy frías o nidos demasiado calientes). Pero para detectarlo debemos registrar las bajas de lechones, con su motivo y su fecha reales.
• Si no apunto correctamente las cerdas descartadas de la granja y no las doy de baja en el programa, tendremos “cerdas fantasma”, hembras que ya no están presentes en la granja pero que el programa aún las considera en sus cálculos. Estos animales generan un aumento en los DNP (días no productivos) y nos harán perder mucho tiempo buscando cuál puede ser el problema.

Cómo detectar los casos de baja fiabilidad en la toma de datos

No siempre es fácil poder afirmar, con total seguridad, que la toma de datos en una granja no es todo lo fiable que debiera, pero estos son algunos de los indicios que nos ayudan a detectarlo:

• Granjas entre las mejores de su clase en bajas en lactancia y, a la vez, entre las peores en nacidos muertos ¿Están apuntando los nacidos vivos poco viables como nacidos muertos?.
• Granjas con pocos nacidos totales y muy pocos nacidos muertos ¿Están anotando todos los nacidos muertos?.
• Granjas con una curva de nacidos totales por parto muy plana (figura 2) ¿Están igualando camadas y luego anotan?

• Distribución de la prolificidad. ¿Hay un tamaño de camada en un porcentaje mucho mayor (más del 25 % de frecuencia) que el resto de tamaños de camada?

• Si analizamos la desviación estadística de los nacidos totales, vivos y destetados, la desviación de los nacidos totales debería ser mayor que la de los nacidos vivos, y esta mayor que la de los destetados (figura 4). Esto no siempre ocurre en granjas con baja fiabilidad en su toma de datos.

Conclusión

El uso de programas de gestión aporta numerosas ventajas y utilidades como son la elaboración de listados de trabajo, así como informes productivos. Con base en el análisis de los datos productivos, podremos detectar los puntos críticos con potencial de mejora, con el objetivo de aumentar la productividad de la granja, lo que redundaría en una reducción de los costos de producción.

Para la mejora de resultados productivos mediante la realización de auditorías técnicas eficaces, es fundamental que los datos introducidos en el programa de gestión reflejen fielmente lo que realmente está ocurriendo en la granja.