Proyecciones del mercado de los cultivos herbáceos en la UE hasta 2035

Se prevé que el uso de las tierras cultivables de la UE cambie parcialmente hacia 2035. El uso de la tierra pasará de cereales y canola a soya, otras oleaginosas y legumbres, impulsado por una menor demanda de cereales destinados a alimentos y biocombustibles. Además, la superficie de tierras agrícolas dedicadas a cultivos permanentes aumentará, mientras que los pastos permanentes y las tierras baldías probablemente se mantendrán estables.

Los rendimientos de cereales y oleaginosas tendrán un ligero incremento para 2035, gracias a avances en la agricultura de precisión, la digitalización y la mejora de la salud del suelo, lo que compensará los efectos del cambio climático y la menor disponibilidad y accesibilidad de insumos agrícolas.

De cara a 2035, se proyecta que la producción total de cereales en la UE alcance los 273.8 millones de toneladas (Mt), un 1.1 % más que el nivel de 2022-2024. Este crecimiento estará liderado por el maíz (63.2 Mt) y la cebada (51 Mt), mientras que la producción de trigo mostrará una recuperación, tras el descenso registrado en 2024. Por último, se estima que la producción de azúcar disminuirá gradualmente hacia 2035, debido a una reducción en el rendimiento de la remolacha azucarera y al cambio de los consumidores hacia dietas con un menor consumo de azúcar.

Se proyecta que la producción de oleaginosas y cultivos proteicos aumente a 34.9 Mt para 2035. El crecimiento de la producción de oleaginosas se espera que sea impulsado por un aumento del 22 % en la producción de soya en comparación con 2022-2024 (principalmente debido a una mayor superficie cultivada), respaldado por políticas favorables de la UE y las expectativas de un incremento en los productos etiquetados como libres de Organismos Genéticamente Modificados (OGM).

La producción de semillas de girasol se proyecta que aumente un 1 %, alcanzando 9.6 Mt en 2035. La producción de legumbres se espera que se expanda un 9.9 %, alcanzando 4.9 Mt para 2035. Por otro lado, la producción de canola se proyecta que disminuya un 10 % para 2035 (de 18.8 Mt en 2022-2024), debido a una menor demanda de biocombustibles.