Diferentes fuentes de grasa y niveles de vitamina E en la optimización del rendimiento del crecimiento, las características de la canal y la carne de cerdos de engorde

Wang, D., Dal Jang, Y., Rentfrow, G. K., Azain, M. J., & Lindemann, M. D. (2022). Effects of dietary vitamin E and fat supplementation in growing-finishing swine fed to a heavy slaughter weight of 150 kg: I. Growth performance, lean growth, organ size, carcass characteristics, primal cuts, and pork quality. Journal of animal science, 100(4), skac081. https://doi.org/10.1093/jas/skac081

31-oct-2024 (hace 21 días)

A medida que ha aumentado el consumo mundial de carne de cerdo, la demanda ha impulsado pesos de sacrificio más altos (hasta 150 kg) para satisfacer las necesidades futuras a pesar de la disponibilidad limitada de tierras y cerdas. Sin embargo, la investigación sobre cerdos producidos con estos pesos es limitada. El incremento de los costes del pienso ha conducido a un mayor uso de subproductos como los DDGS, ricos en ácidos grasos insaturados n-6, que pueden afectar a la calidad de la carne de cerdo. La exploración de grasas alternativas, como el sebo, el aceite de maíz y el aceite de coco, podría mejorar las características de la canal y el rendimiento del crecimiento. La vitamina E interactúa con los ácidos grasos insaturados en los tejidos, afectando a la oxidación y estabilidad de los lípidos. En este estudio se examinaron los efectos de diferentes grasas y del aumento de la suplementación con vitamina E en cerdos criados hasta alcanzar pesos elevados.

Métodos: Un total de 64 cerdos (32 cerdos castrados y 32 cerdas, con un peso medio de 28.41 ± 0.83 kg) se dividieron en ocho tratamientos dietéticos en un diseño factorial 4 × 2, examinando cuatro fuentes de grasa (almidón de maíz [sin grasa añadida]; 5 % de sebo; 5 % de aceite de maíz de destilería; y 5 % de aceite de coco) y dos niveles de vitamina E (11 y 200 ppm). Los cerdos fueron alimentados con dietas de cinco fases de 25 a 150 kg.

Resultados: El aumento de la suplementación con vitamina E de 11 a 200 ppm tendió a mejorar la ganancia media diaria y la eficiencia al final de la segunda fase del engorde, lo que se tradujo en un aumento de la eficiencia para todo el periodo de estudio. Entre las fuentes de grasa, los cerdos alimentados con aceite de maíz de destilería tuvieron una mayor ganancia media diaria, mientras que los alimentados con dietas con sebo y aceite de coco tuvieron un menor consumo medio diario. Los cerdos alimentados con dietas enriquecidas en grasa mostraron en general una mejor eficiencia. La firmeza de la panceta fue mayor en los cerdos alimentados con aceite de coco y menor en los alimentados con aceite de maíz de destilería. Los niveles más altos de vitamina E también aumentaron los pesos absolutos y relativos del hígado y el rendimiento del jamón, y tendieron a aumentar el rendimiento de la paleta y del jamón. Además, el aumento de los niveles de vitamina E provocó un aumento del pH a los 45 minutos y del ΔpH en el momento del sacrificio, pero redujo la profundidad de la panceta. El aumento de la suplementación con vitamina E de 11 a 200 ppm en dietas para cerdos criados hasta 150 kg mejoró ligeramente la tasa de crecimiento y la eficiencia al final de la segunda fase del engorde. Las distintas fuentes de grasa también mejoraron la eficiencia y el espesor de la grasa dorsal, al tiempo que redujo el contenido magro, aunque los efectos variaron debido a las diferencias en la ingesta energética.

Conclusión: Las fuentes de grasa afectaron notablemente la firmeza de la panceta, siendo las grasas saturadas más elevadas las que dieron lugar a pancetas más firmes. Mientras que la suplementación con vitamina E y las fuentes de grasa tuvieron cierto impacto en el peso de los órganos, los cortes primarios y la calidad de la carne.