Granjas Carroll de México una empresa que aporta el 12 % de la producción nacional de cerdo

Con información del Consejo Mexicano de la Carne 2024.

11-sep-2024 (hace 18 días)

Granjas Carroll cuenta con su propia planta de alimentos balanceados, lo que les permite supervisar meticulosamente las diversas dietas de sus animales. Además, implementan estrategias de manejo del agua para optimizar su uso, asegurando que cada gota se utilice de manera eficiente y responsable. Este es solo uno de los múltiples pasos necesarios para lograr una producción porcina exitosa, la cual es fundamental para la sociedad, la cultura y la economía mexicana.

México se posiciona como uno de los principales productores de carne de cerdo a nivel mundial, ocupando el 8º lugar en producción y el 5º en exportación. La demanda interna de este producto es elevada, con un consumo promedio de 20 kilogramos por persona al año. Para satisfacer esta demanda, es fundamental implementar procesos en la crianza porcina que garanticen un producto final saludable y de alta calidad.

El cuidado de los cerdos en las granjas mexicanas abarca una serie de prácticas esenciales para asegurar la salud, el bienestar y una producción constante y eficiente. Entre estas prácticas se incluyen la vacunación, la desparasitación, la nutrición individualizada de acuerdo con la etapa de crecimiento y la limpieza rigurosa del entorno de los animales. Además, es crucial proporcionar condiciones óptimas para el crecimiento y desarrollo de los cerdos, como una temperatura adecuada, alimento balanceado y acceso constante a agua fresca.

El agua, en particular, es un recurso fundamental en la porcicultura. El acceso a agua limpia no solo es vital para la hidratación y salud de los cerdos, sino que también juega un papel clave en la higiene de las instalaciones y en los procesos de limpieza, lo que contribuye a prevenir enfermedades. Por esta razón, es esencial implementar prácticas de manejo eficiente del agua, como el uso equipo de alta presión con agua caliente, así como sistemas de reciclaje y la monitorización del consumo, para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.

La adopción de estas prácticas tanto en granjas como en plantas procesadoras es esencial para alcanzar niveles elevados de producción y satisfacer la demanda de manera responsable.