leítis porcina – Los fluidos orales son convenientes por su fácil recolecta y reducción de los costos de diagnóstico, además de detectar otros patógenos. Para infecciones por Lawsonia intracelularis, que coloniza la mucosa intestinal y se excreta por heces y no por saliva, un tamaño grande de muestra incrementa el potencial de detección. La toma de fluidos orales en corrales es una excelente alternativa a las muestras de heces para detectar infecciones subclínicas de Lawsonia intracellularis, demostrando diferente sensibilidad por PCR. En granjas con presentación subclínica, las muestras de heces presentan buena sensibilidad, con patrón opuesto en granjas con clínica derivado del diferente grado de excreción. El uso de la vacuna provoca mejoras en el índice de conversión que, utilizando el calculador TEKLa, da lugar a una reducción del 6.23 % (+-12.1 %) en las emisiones de CO2, además de una reducción del 5.4-5,9 % en la excreción de nitrógeno según estudios alemanes. Son cuantiosos los trabajos sobre la ventaja de la vacunación en la mejora de los parámetros productivos (ganancia media diaria, índice de conversión y homogeneidad de los cerdos a frigorífico), así como su beneficio en la menor prevalencia de cuadros de enterotoxemias por Clostridium spp y Salmonella, reduciendo su clínica, como también refieren en algún trabajo en coinfecciones con Brachispiras spp.
Disentería porcina – Brachyspira hyodysenteriae sigue siendo un problema en granjas de gran parte del mundo. La generación de una inmunidad activa por vacunas no está consolidada y su control se centra en prácticas metafilácticas con antibióticos y aditivos alimentarios (fitobióticos, aceites esenciales y prebióticos) cuyo mecanismo de acción exacto no es bien conocido. En este patógeno el flagelo es el principal factor de virulencia al ser responsable de sus mecanismos de quimiotaxis, adhesión e invasión de las superficies de la mucosa intestinal. La inhibición de su actividad hemolítica puede ser selectiva para reducir el efecto patógeno de la bacteria. Al ser un anaerobio Gram -, podemos enfocar su control con aditivos en este sentido, además de tener en cuenta su elevada persistencia en suelo, roedores y purines.
Streptococcus suis
• Algunas cepas de S. suis pueden expresar genes de virulencia que hacen que la bacteria sea capaz de atravesar la barrera hematoencefálica y acceder al sistema nervioso central y que, como sabemos, tienen carácter zoonótico. Realizan un test de sensibilidad antibiótica en aislamientos en EE.UU durante 10 años (1020 aislamientos en sistema nervioso), encontrando que el MIC50 y MIC90 fue estable para ampicilina, ceftiofur, clortetraciclina, clindamicina, enrofloxacina, florfenicol, neomicina, oxitetraciclina, penicilina, espectinomicina, tilmicosina, tulatromicina y tilosina.
• Se ha validado un qPCR sensible y específico, basado en un marcador asociado de virulencia (VM1) y se usa como una prueba en muestras antemortem para estudios longitudinales de dinámica de enfermedades asociadas a Streptococcus suis, tanto en cerdas lactantes como en sus lechones durante la lactación y el destete. La prevalencia suele ser superior en la primera y última semana de lactancia, como lo es mayor en las primerizas que en las multíparas.
• En un estudio realizado en España entre 2019-23 caracterizando 250 aislados de Streptococcus suis en lechones al destete, determinan que el 43.6 % tienen el gen cps1, siendo un 89.9 % identificados como serotipo 1 y tan solo un 10.1 % como serotipo 14. En los aislamientos con el gen cps2,1/2J encuentran un 56,4%, de los cuales el 69.5 % son del serotipo 2 y 30.5 % del serotipo ½. Ninguno de los aislamientos presentó menos de dos factores de virulencia y el 35.6 % fueron positivos a todos los genes testados. En cuanto a los serotipos relacionados con la virulencia, el serotipo 1 estuvo en el 88.8 % de los 4 o 5 de los factores de virulencia estudiados, comparado con el serotipo 2 (78.6 %), serotipo 14 (72,7 %) y serotipo ½ (72.1 %): Los serotipos 1 y 2 son los más comunes en Europa, junto al serotipo 9.
• Uno de los principales factores de virulencia del S. suis es un polisacárido capsular (CPS) con capacidad inmunogénica limitada en el uso de vacunas. No obstante, si se conjuga con un portador de proteínas, se pueden producir vacunas glicoconjugadas como se hace en humana, lo cual resulta costoso. Nuevos avances tecnológicos permiten hacer vacunas basadas en carbohidratos. En ensayos con cerdos, la producción de anticuerpos está siendo variable, siendo precisos más estudios al respecto. El uso de autovacunas da resultados dispersos, pensando en posibles interferencias de los anticuerpos maternales, aunque aún no se ha probado. En algún estudio, vacunando lechones de 3 y 5 semanas de edad, dicha interferencia es escasa.
• Se presentan numerosos trabajos donde el uso de ciertos aditivos en agua y/o alimento tienen efecto sobre su prevalencia y gravedad, dando resultados muy variables.
Mycoplasma hyopneumoniae
• Las rutas de transmisión indirecta han sido poco estudiadas, asumiendo que el agente vive poco tiempo en el medio ambiente. Diferentes estudios contaminando materiales, agua o alimento, determinaron que, al cabo de 4 días, no encontraban la bacteria y los cerdos expuestos a dichos materiales previamente contaminados por aerosol no desarrollaban la infección o enfermedad. El riesgo de transmisión por fómites es mínimo.
• Las contaminaciones cruzadas en muestras enviadas al laboratorio son frecuentes, lo que da lugar a errores de diagnóstico. Es importante la toma de muestras en condiciones higiénicas (protocolo y materiales) para evitar interpretaciones incorrectas. El peróxido de hidrógeno es un buen producto para la limpieza de los materiales de toma de muestras. La posibilidad de reinfecciones en cerdas es muy elevada en condiciones prácticas.
Mycoplasma hyorhinis – Dicha bacteria es conocida como responsable de poliserositis y poliartritis en lechones destetados, aunque en los últimos años se aísla en líquido cerebroespinal e hisopos de meninges de lechones con sintomatología nerviosa y lesiones histológicas en cerebro (meningitis fibrionopurulenta) y médula espinal (sistema nervioso central) en diferentes países. Siempre debe hacerse el diagnóstico diferencial con Streptococcus suis y Glaesserella parasuis.
Actinobacillus pleuropneumoniae
• La pleuroneumonía porcina tiene distribución global, variando los serotipos responsables de enfermedad aguda y crónica por países en relación con su virulencia. El diagnóstico mediante serología, las cartas de papel especiales (ANICARDS) y muestras de pulmones para analizar por PCR son las tres técnicas más utilizadas, obteniendo diferentes porcentajes de positividad. Hay que tener en cuenta que las muestras no refrigeradas inmediatamente se pueden contaminar, lo que da lugar a resultados de dudosa interpretación. Las temperaturas elevadas también afectan a la supervivencia de la bacteria en agua y heces, siendo deseable tenerlas a temperatura superior a 4ºC.
• Las lesiones en lóbulos pulmonares dorso-caudales y las pleuritis son características de la pleuroneumonía crónica, debiendo diferenciarlas de las consolidaciones cráneo ventrales por Mycoplasma hyopneumoniae.
• El serotipo más común en EE.UU es el 15, el cual no se asocia a una elevada mortalidad. El uso de diferentes vacunas nos muestran datos alentadores.
• La prevención y el control de enfermedades dentro del concepto One health es importante para reducir el uso de antibióticos y las resistencias antimicrobianas. ROADMAP es un proyecto europeo multidisciplinar realizado en Bélgica donde incluyen 19 granjas de forma voluntaria, durante 18 meses, donde, en las visitas, identifican los sistemas de limpieza y desinfección, toma de calostro o la combinación de los dos. Analizan los procesos de limpieza y desinfección tomando muestras a pie de granja, estimando el número de colonias por placa, con un índice de 1 a 5. Para analizar la toma de calostro hacen ELISA frente a PCV2 para saber si ha sido suficiente o insuficiente. Hay cuatro genéticas involucradas (5 Danbred- 10 Topigs TN70, 1 Hypor y 3 de genética local), con bandas de producción a 1-3 y 4 semanas. Los resultados de presencia de resistencias antimicrobianas al principio y final del estudio se redujeron. El uso de detergentes espumosos para la limpieza – desinfección y acciones en higienización del agua fueron medidas positivas. En cuanto al encalostramiento, el tamaño de la camada y, especialmente, de los lechones, los sistemas de adopciones y cesiones, así como el destete secuenciado influyeron en la toma de calostro suficiente.
• Presentan un proyecto español, PigMarkSal, (Universidad Murcia, UaB, Cefusa, Acuvet y ADA) con el objetivo de analizar el estado de control sanitario, monitorizando marcadores salivares de inflamación y oxidación, donde se producen citoquinas y células inflamatorias (neutrófilos). El daño oxidativo se produce cuando se rompe el balance oxidante/antioxidante, afectando tanto a células como tejidos y órganos. Los biomarcadores de respuesta inflamatoria son las células de la línea mieloide. La activación de neutrófilos expresa las proteínas proinflamatorias y la secreción de citoquinas proinflamatorias. S100A12 puede regular dicho proceso y detectarse en saliva, donde se encuentra en elevados niveles en numerosas patologías de cerdos de engorde. Los biomarcadores salivares de estrés oxidativo se analizan a partir de la capacidad antioxidante total, el estatus oxidativo total y el índice de estatus oxidativo (relaciones oxidantes/antioxidantes). La respuesta cinética no es bien conocida del todo, teniendo diferentes magnitudes, lo que requiere controlar las condiciones de las pruebas para determinar su sensibilidad. En una prueba usan 13 machos de ceba con signos respiratorios, cogiendo muestras de saliva para analizar su estado oxidativo a los días 0 – 1 -2 – 4- 7 y 15 después del tratamiento antibiótico. Encuentran correlación entre inflamación y marcadores oxidativos, que se reducen durante el tratamiento antibiótico, con significación estadística. Concluyen que la inflamación y oxidación en cerdos puede evaluarse utilizando biomarcadores salivares S100A12 y TOS (pigmarksal.com).
• En un estudio realizado en Brasil junto a ISU analizan el costo del uso de vacunas intramusculares e intradérmicas realizando, mediante un análisis de costos minimizados (CMA), en base a tres tipos de vacunas partiendo de su misma eficiencia y beneficios. Se construye un modelo Excel partiendo de una gran empresa de 38 000 cerdas, con vacunas frente a Mycoplasma hyopneumoniae y Circovirus porcino. Analizan el costo de almacenamiento de la vacuna 30 días (electricidad y depreciación de refrigeradores a 4 años), equipo vacunación (25 inyecciones por aguja y 16 500 inyecciones por aguja) y mantenimiento, tiempo empleado de vacunación, costo de los desechos (frascos, agujas, envases) y costo de decomisos por abscesos en IM con un 65 % de reducción en ID (-25 g/canal IM). El costo anual diferencial en las 38 000 cerdas supuso USD 65.776/año (USD 1.73/cerda/año o USD 0.06/cerdo a frigorífico) a lo que debemos añadir la seguridad para los trabajadores que lo aplican, menor tiempo de trabajo, retención de trabajadores, costos de accidentes y seguros médicos, sumado a la seguridad alimentaria por rotura de agujas e impacto ambiental y huella de carbono. También debemos tener en cuenta el mejor bienestar de los cerdos y menor riesgo de transmisión iatrogénica.
• La base del sistema de adopciones y cesiones se debe a tener más lechones que tetas funcionales, lo que se ha incrementado en los últimos años, siendo del 100 % en Holanda, moviendo hasta el 27 % de los lechones entre bandas y un 49 % de adopciones - cesiones después del día 4. Los lechones pequeños suelen llevarlos a cerdas de primer parto. Los resultados esperados son destetar más lechones, sabiendo que provoca estrés y aumenta el riesgo de diseminar enfermedades. Realizan una prueba en una granja con 860 cerdas TN70 identificando los lechones individualmente al nacimiento con sistema LeeO antes del cross-fostering. Clasifican los lechones por pesos: >1.48 kg, 1.06-1.48 y menos de 1.06 kg al nacimiento, así como el momento donde hacen las adopciones - cesiones: 0-3, 4-7 y 8 días o más. Calculan la ganancia media diaria y la mortalidad durante toda su vida. Más de 3 cambios aumentan la mortalidad, siendo superior en el grupo de lechones más pequeños (30 % vs 6 % y 9 % entre pequeños, grandes y medianos). Lógicamente los lechones más grandes mantienen la misma mortalidad (6 %) independientemente del número de movimientos (0 o 3), mientras los medianos van subiendo la mortalidad con los cambios. La ganancia media diaria es lógicamente superior en las más grandes, seguida de los medianos y los pequeños. Si las adopciones son más tarde de los 8 días de vida, se reduce su ganancia media diaria, habiendo mayor mortalidad cuando hacemos cross fostering entre los 4-7 días de vida. Concluyen que es importante limitarlo y hacerlo solo a edad temprana después de la toma de calostro y mover solo los más grandes a edades tempranas si nos basamos en el mejor bienestar y mejor productividad.
• La prevalencia de Klebsiella pneumoniae como causante de septicemia, sobre todo en los meses de verano, se diagnosticó por primera vez en Inglaterra en 2011. Causa muertes súbitas (5-16 %) debidas a su cepa de alta virulencia Kpp ST25 en lechones desde 9 días de vida al destete.
• Pasteurella multocida tipo A provoca de moderadas a severas neumonías en cerdos, con cuadros tanto agudos como crónicos y con lesiones multifocales de bronconeumonía supurativa con abscesos y pleuritis fibrinosa, además de cuadros de pericarditis y septicemia. Se han encontrado seis genes de virulencia que están presentes en todos los aislamientos (ompA, ompH, oma 87, exbB, exbD y ptfA).
• Escherichia coli ETEC es responsable de diarreas de lechones antes y después del destete. Por lo que sabemos de humana, el gen tia se considera un factor de virulencia que contribuye a la diarrea posterior al destete, siendo preciso investigar más sobre su patogénesis.
• Clostridium perfringens es una bacteria relevante en las diarreas de lechones neonatos, siendo las toxinas STs (2-21-39-179-583 y 772) las más relevantes. En varios estudios realizados en China sobre la etiología de las diarreas de lechones de menos de 14 días, llegan a determinar que en el 63 % de las granjas aíslan Escherichia coli con mayor prevalencia de F4 y toxina LT. Clostridium perfringens tipo A se encuentra en el 100 % de las granjas, siendo el 59 % positivas a Rotavirus A y el 29 % a Rotavirus C y al virus de la diarrea epidémica porcina en el 18 %. Solo el 18 % de las granjas son positivas a ambos rotavirus, sabiendo que el 81 % de las granjas son positivas a 3 o más agentes de los detectados. Numerosos trabajos hacen referencia a los diferentes aislamientos de rotavirus, su prevalencia y gravedad entre granjas y países, destacando la falta de sensibilidad de algunas técnicas que varían frente a los diferentes rotavirus (en España frente al C). El uso de vacunas está demostrando resultados positivos, sin dejar de tener en mente las diferentes coinfecciones para su mayor o menor eficacia y rentabilidad de uso.
• La microbiota fecal de los lechones antes y después del destete varía, siendo diferente entre el día 1 y 3 posterior, tendiendo a homogeneizarse entre el día 7 y 21 del destete.
• Staphylococcus hyicus es un comensal normal de la piel en los cerdos, pero puede causar serios problemas de dermatitis exudativa. Su tratamiento con antibióticos da resultados diversos debido a la creación de resistencias antimicrobianas.
• Streptococcus dysgalactiae es un relevante patógeno que provoca poliartritis en lechones.
• Desde 1980, los fluidos orales se han utilizado para investigación en virus de la inmunodeficiencia humana, así como en otros patógenos. En los principales laboratorios de EE.UU, entre 2019 y 2022 se han realizado 1 650 000 análisis de muestras de fluidos orales. El dilema original surgió en 2012, al analizar anticuerpos por ELISA a partir de fluidos orales, centrado en la dilución utilizada. Los fluidos orales para detección temprana de peste porcina clásica a nivel comercial se han descrito en 2023 y de peste porcina africana, en animales muertos, en 2021. El objetivo del estudio era comparar y cuantificar la transferencia de patógenos del medio a los animales en base a fluidos orales. Emplearon dos trazadores como tetraciclina y rodamina B. Toman 3 granjas comerciales destete a cebadero, con grupos de 30-60 y 125 cerdos, poniendo en contacto los cerdos con animales individuales un grupo y con el medio a otro, con tiempo de contacto de 30-60-90´. El comportamiento de los cerdos con las cuerdas es errático, estimando que el contacto es del 40 – 23 y 10 % en los grupos de 30-60 y 125 cerdos respectivamente. Concluyen que los fluidos orales son muestras buenas para la detección de patógenos entéricos (DEP, GET, PIA).
The porcine host and immunological escape. D. Werling. University of London
Los diferentes patógenos porcinos (bacterias, parásitos y virus) tienen una amplia variedad de mecanismos para evadir la respuesta inmune del hospedador, tanto la innata como la adaptativa, induciendo la producción de células inflamatorias, autofágicas y apoptósicas. Las infecciones persistentes frecuentemente impiden el desarrollo efectivo de vacunas lo que nos impone ciertas barreras técnicas. No tenemos un conocimiento completo de los genes relacionados con la virulencia, los genes principales de la patogenia y los mecanismos de inmunorregulación. Durante el desarrollo intrauterino, el aporte de sangre de la madre a los embriones/fetos vía placenta está separado por seis capas, de forma que las células maternales e inmunoglobulinas difícilmente pasan. La inmunidad innata en el momento del nacimiento se realiza mediante dos mecanismos: el reclutamiento y la activación de componentes celulares como macrófagos, neutrófilos, células natural killer (NK) y células dendríticas, además de la liberación de un amplio espectro de mediadores extracelulares como las citoquinas, quimiocinas, complemento y péptidos antimicrobianos. Los componentes celulares del sistema de inmunidad innata, como los leucocitos polimorfonucleares, macrófagos y células dendríticas, aparecen junto con la actividad hematopoyética de los primeros órganos linfoides. Al mismo tiempo, las células NK se pueden aislar al día 45 de gestación en la sangre del cordón umbilical y del bazo. Las células T en lechón neonato pueden suponer hasta el 50 % de las células sanguíneas blancas periféricas, las cuales están involucradas en la respuesta inmune innata, siendo capaces, no solo de modular la respuesta inmune a nivel de las mucosas, sino también de presentar el antígeno a otras células de inmunidad.
El sistema linfático de los embriones en crecimiento está físicamente formado al día 35 de gestación, comenzando los linfocitos a funcionar sobre el día 45 de gestación, teniendo una capacidad limitada y poco específica de repertorio de anticuerpos en el último tercio de la gestación (natural antibody repertoire) que pueden conferir alguna protección al lechón recién nacido. Los neonatos no son completamente competentes respecto a su sistema inmune adaptativo, pero sí nacen con una funcionalidad completa de células inmunes innatas y componentes extracelulares para responder a las infecciones que afectan a las superficies de las mucosas. Esto se ve potenciado por la toma de calostro, que contiene no sólo anticuerpos maternales e inmunomoduladores, sino células inmunitarias de la cerda. Independientemente de las situaciones ambientales, el pool de células B y T en respuesta a antígenos, se desarrolla desde el momento del nacimiento, incrementándose constantemente en correlación con la diversidad de antígenos que reconocen antes del destete. El primer microbioma que el lechón adquiere de su madre en el momento del nacimiento desarrolla tanto la respuesta inmune como la adaptativa, además de postularse en el sistema inmune de mucosas en el mismo momento que se pone en contacto con antígenos externos. El desarrollo del conjunto microbioma – sistema inmune (eje sistema digestivo inmune) guía la inmunocompetencia del animal, generando lechones tolerantes tanto al alimento como a bacterias comensales. Si no tenemos un microbioma correcto se facilita el establecimiento de agentes patógenos, como expone en los casos de Mycloplasma hyopneumoniae y Lawsonia intracellularis.
Pathogen strategies of immune evasion. T. Vahlenkamp. Leipzig University
Cuando las granjas se hacen más intensivas, el impacto de los procesos infecciosos generalmente se torna más severo. Los procesos víricos van desde las formas subclínicas a las clínicas, poniendo de ejemplo el virus gripe y los rotavirus. Los patógenos intracelulares se exponen a los mecanismos de defensa de las células infectadas por lo que, para la evolución de los virus, es importante proteger su información genética (ADN – ARN) de la actividad de la nucleasa intracelular. Para iniciar su replicación en la célula, el genoma viral se empaqueta en el centro de las proteínas estructurales. Después de la infección, las proteínas no estructurales codificadas por el genoma viral son las primeras en expresar dichas proteínas, responsables en primera instancia de evadir la respuesta inmune. En el mejor de los escenarios, el sistema inmune innato puede inhibir los primeros pasos de replicación del virus, siendo más normal que el virus entre en la célula y tenga acceso a su material genético, aminoácidos y maquinaria de base celular que es la requerida para generar su progenie de virus. Los virus ARN pueden discernir las diferentes modificaciones, mientras que los ADN pueden ser localizados dentro de la célula. El primer paso en la respuesta inmune innata del hospedador es la producción de interferón I, II y III, así como citoquinas proinflamatorias y quimiocinas. Algunos de los virus que interfieren con los mecanismos de esta respuesta inmune innata son el virus Aujeszky, el circovirus porcino, el virus de la diarrea epidémica porcina, el virus reproductivo y respiratorio porcino, el deltacoronavirus porcino, el virus de la peste porcina africana y el de la gripe. El PRRSv induce una alteración de las citoquinas inmunoreguladoras, lo que causa un prolongado retraso en la activación de los linfocitos citotóxicos (CTL) y producción de anticuerpos neutralizantes, provocando unos severos desórdenes de la respuesta inmune por parte del cerdo, prolongando la viremia, disminuyendo de forma transitoria la producción de células T de inmunidad y retrasando la respuesta de protección mediante anticuerpos.
• Se están desarrollando nuevas vacunas a partir de una plataforma basada en levaduras para resolver los principales inconvenientes de las vacunas de subunidades. Se centran en una serie de cepas recombinantes de Kluyveromyces lactis mediante métodos recombinantes. Estas cepas pueden integrar múltiples proteínas de expresión, dando lugar a numerosas proteínas antigénicas en una simple célula eucariota.
• El uso profiláctico y metafiláctico de antibióticos no está prohibido en Brasil, usándose junto con ciertas vacunas. Varios antibióticos utilizados en el momento de la vacunación frente a Lawsonia intracellularis interfieren negativamente con la generación de IgG, llegando a reducirse hasta un 41.15 % en algunos (ceftiofur, doxiciclina, tulatromicina), sin encontrar efectos adversos con la amoxicilina, florfenicol, tiamulina y tilpiridosina.
• El calostro provee a los lechones recién nacidos de energía e IgG. Niveles de 26-28 g/L de IgG a las 24 horas después del nacimiento se estiman suficientes para su inmunidad. Dichos niveles se consideran indirectamente mediante refractometría Brix. Encuentran una correlación directa entre el dato Brix y la concentración de IgG (y=0.1503 x+15.171).
• ¿Pueden los vehículos transmitir enfermedades animales que afecten a la producción?
La transmisión de agentes infecciosos es dinámica. Realizan estudios en la Universidad de Carolina del Norte partiendo del flujo vertical de animales que se mueven vía transportes. Los movimientos de vehículos crean conexiones uniformes entre granjas que nos preocupan. Los transportes de animales vivos, alimentos y personas deben ser desinfectados entre granjas, siendo las medidas de limpieza y desinfección poco conocidas en su eficiencia para evitar la transmisión. El objetivo de algunos estudios es valorar las ventajas e inconvenientes de dicho movimiento dinámico de vehículos en 2000 granjas, 654 vehículos, 14 estaciones de limpieza, 8 fábricas de alimento y 9 frigoríficos. Hacen diferentes simulaciones con rutas de vehículos entre granjas, de granjas a fábricas de alimentos a granjas y de granjas a frigoríficos. La estrategia rerouting (desviación de las rutas) reduce el número de contactos entre puntos de contagio, teniendo el inconveniente de aumentar los costos. https://doi.org/10.17605/OSF.IO/576QB
• El Proyecto consorcio europeo BETTER (CA20103) para conocer cómo se aplican las medidas de bioseguridad en los sistemas de producción en Europa considera las enfermedades infecciosas según sus diferentes vías de transmisión, las medidas de bioseguridad tanto internas como externas, la heterogeneidad de la producción porcina europea y las normativas legales vigentes en producción intensiva en tiempos de estabilidad. Desarrollan un cuestionario con 51 medidas de bioseguridad (19 internas y 32 externas) con respuesta positiva o negativa, tanto procedentes de la legislación como de la industria. El cuestionario se envió a 38 países. De las medidas legales de bioseguridad, España, Francia, Italia y Rumania son las que tienen menos medidas establecidas frente a Ucrania (legislación específica frente a PPA) seguida de Irlanda, Estonia, Finlandia, Suiza, Eslovenia, Suecia, Grecia, Holanda, Serbia, Bélgica, Dinamarca… En base al tamaño de la producción porcina, establecen dicho número de medidas legales, así como entre estados de la UE y no miembros. Los resultados en cuanto a medidas de bioseguridad interna se incorporan el 21.1 y 40.6 % (internas y externas respectivamente). Las diez medidas más frecuentes en la legislación nacional son no dar de comer residuos a los cerdos, documentación de transportes, vallado de las granjas, entrada a las granjas con medidas específicas de higiene (ropa, botas), criterios de centros de inseminación y control de roedores como medidas externas, siendo las internas los programas de vacunación, con programas específicos sanitarios por servicios veterinarios. Las medias menos comunes son los vacíos sanitarios y el periodo de tiempo entre visita a granja. En las medidas aplicadas por la industria, aparte de las legales, son distintamente implementadas por países independientemente de su producción porcina y estado dentro o fuera de la UE https://better-biosecurity.eu/.
• Las resistencias antimicrobianas de la meticilina Staphylococcus aureus (MRSA) son un importante problema de salud. En Austria han demostrado que las moscas diftéricas pueden ser vectores de transmisión de dichas resistencias en granjas de cerdos, tanto a cerdos como a personas y otros animales.
• La inclusión de antibióticos en el alimento de las cerdas no está asociada con la menor incidencia de diarreas neonatales, teniendo como factores de riesgo el número de parto de las cerdas y la edad de los lechones.
• El transporte de cerdos vivos con escasas medidas de bioseguridad, además de ser fuente de diseminación de agentes infecciosos entre granjas, también participa en la propagación de resistencias antimicrobianas.
• La transmisión directa de resistencias antibióticas desde la granja a la mesa es remarcada en el caso de beta lactamos. Las carnes frescas tienen mayor riesgo de transmisión que los productos procesados y curados. El uso prudente de antibióticos en granjas, el correcto manejo en la producción de productos alimenticios en los diferentes estadios y el ambiente, continúan jugando un papel estratégico en la diseminación de las resistencias antimicrobianas.
• Las medidas de limpieza y desinfección en el ambiente de las granjas están ganando importancia dentro de las medidas de bioseguridad a efectos de minimizar la transmisión de patógenos de un grupo a otro de animales, ayudando a reducir la presión selectiva de microorganismos y su persistencia en el ambiente. Muchas de las bacterias que se encuentran cuando las medidas de limpieza y desinfección no son suficientes (Staphilococcus spp – sciuri, saprophyticus, xylosus, cohinii, equorum, epidermidis y haemoliticus) se consideran reservorios de genes de resistencia a antibióticos, tanto en patógenos animales como humanos, capaces de causar infecciones nosocomiales. Después de proceder a la limpieza y desinfección estrictas, un grupo italiano reporta una reducción de las resistencias antimicrobianas del 20 %.
• El síndrome hemorrágico intestinal (HBS) no está del todo bien definido en su etiología, encontrando torsiones intestinales especialmente en colon y mesenterio. La mayor prevalencia en otoño y el uso de materias primas de cosecha, junto a fluctuaciones de temperatura, han demostrado estar correlacionadas, no encontrando asociación con granjas con clínica de ileítis por Lawsonia intracellularis.
Antonio Palomo Yagüe