La fibra dietética como moduladora de la microflora en los cerdos

Gonzalo González MateosPedro Medel de la Torre
26-nov-2008 (hace 15 años 11 meses 29 días)

Introducción


La fibra engloba una gran variedad de compuestos con diferentes propiedades físico-químicas que afectarán a los procesos digestivos, de forma separada o combinada, en propiedades tales como la solubilidad, viscosidad, formación de geles, capacidad de retención de agua, abultamiento, secreciones endógenas, absorción de nutrientes, fermentaciones, tránsito intestinal, etc.

Existen diferentes métodos analíticos y términos para cuantificar y describir las diferentes fracciones de la fibra. El termino fibra dietética tiene un enfoque fisiológico, es la suma de los polisacáridos no amiláceos y la lignina, incluyéndose también a veces el almidón resistente. Químicamente existen desde el procedimiento clásico de fibra bruta, al método más desarrollado descrito por Van Soest, o las técnicas más modernas y específicas de fraccionamiento.

Aspectos nutricionales


En la mayoría de los piensos porcinos comerciales la fracción fibrosa representa una porción limitada, menor del 5% para piensos de cebo. La fibra es indigestible en el intestino delgado del cerdo, sin embargo puede ser parcialmente fermentada por la flora bacteriana del intestino grueso e incluso en el intestino delgado. Sus principales efectos son modular el tránsito gastrointestinal, digestión y absorción de otros nutrientes en el intestino delgado, y al ser fermentada en el intestino grueso, modificar las condiciones intestinales y aportar energía.

La acción de estos carbohidratos puede ser clasificada según sus efectos en el tracto digestivo, en las fermentaciones bacterianas, en los mecanismos de saciedad y en el balance energético.

Estómago


Según el tipo de fibra puede disminuir la capacidad de ingestión por un mayor llenado gástrico y sensación de saciedad. También modifica la velocidad de tránsito, pudiendo acelerarla o enlentecerla.

Intestino delgado


La fibra pasa a través del intestino delgado sin ser apenas digerida y llega al intestino grueso donde es fermentada. Los efectos principales de la fibra dietética en el intestino delgado son: a) incremento de las secreciones pancreáticas y biliares, así como la descamación epitelial (pérdidas endógenas), b) incremento de la viscosidad y reducción de la digestibilidad y absorción de nutrientes y c) modulación del transito.

Los compuestos fermentables pueden tener efectos beneficiosos sobre la microflora tanto cuantitativa como cualitativamente (crecimiento selectivo y exclusión competitiva). Los principales productos de la fermentación serán el ácido láctico y los AGV. Cuantitativamente es de poca importancia debido a un menor tiempo de retención y a una microflora menos especializada para la degradación de la fibra.

Compuestos muy viscosos pueden afectar negativamente la digestión de otros nutrientes, aunque de menor repercusión en porcino por la alta tasa de dilución de la dieta.

Intestino grueso


Las principales funciones del intestino grueso son: a) la reabsorción del agua y los electrolitos secretados durante la digestión, b) proporcionar una ruta para la eliminación de los productos metabólicos de desecho y de las sustancias tóxicas y c) proporcionar un ambiente adecuado para que la microflora anaeróbica concluya el proceso de digestión por fermentación.

El tiempo de permanencia en este tramo del intestino es mucho mayor, lo que permite el crecimiento bacteriano a partir de los sustratos presentes. El ciego y colon son los sitios con mayor actividad y donde serán fermentados la mayoría de los carbohidratos (digestibilidades del 50-95%), con la formación de AGV.

Valor energético


Está sólidamente reconocida la menor eficiencia de la utilización de los carbohidratos por fermentación, debido a las pérdidas de energía en forma de H2, CH4, calor de fermentación y masa microbiana y a la menor eficiencia de utilización metabólica de los AGV. Las pérdidas de energía en forma de metano representan una parte muy pequeña de la energía digestible en cerdos en crecimiento y cerdas, considerándose que el valor energético del ácido láctico y AGV corresponde al 95% y 65% del valor de la glucosa.

Se ha estimado que el aporte energético de los AGV puede representar el 30% de las necesidades energéticas de mantenimiento de los cerdos en crecimiento.