Efectos de la suplementación dietética con monolaurato de alfa-glicerol en la cerda, la leche y sus lechones

Los cambios fisiológicos producidos durante la lactancia generan estrés oxidativo en las cerdas, reducen la inmunidad y dificultan la capacidad de crecimiento de los lechones. Por ello, proporcionar los nutrientes adecuados es de vital importancia. La suplementación dietética con ácidos grasos durante el final de la gestación y/o la lactancia puede aumentar el crecimiento total de la camada y el peso de los lechones al destete, reducir la pérdida de peso durante la lactancia y afectar a la producción de leche y su perfil de ácidos grasos. El monolaurato de alfa-glicerol (α-GML) es un α-monoglicérido del ácido láurico, ácido graso de cadena media (AGCM), que tiene potencial para mejorar la actividad antimicrobiana de las cerdas y el crecimiento de los lechones lactantes. Así pues, el objetivo de este estudio fue evaluar el impacto del α-GML en el rendimiento de las cerdas, la composición de la leche y el crecimiento de los lechones. Ochenta cerdas se asignaron aleatoriamente a cuatro grupos: dieta basal y dietas basales suplementadas con 500, 1000 o 2000 mg/kg de α-GML. El experimento comenzó el día 85 de gestación y duró hasta el destete de los lechones el día 21 de lactancia. El número de lechones nacidos vivos se estandarizó a 12 ± 1 por cerda el día del parto. En los días 0 y 21 de lactación se registró el peso de los lechones y se obtuvieron muestras de leche de las cerdas y muestras de suero y heces de los lechones en el día 21.

Como resultado, el consumo de alimento, la pérdida de grasa dorsal y el intervalo destete-celo no difirieron entre los cuatro grupos de cerdas. La suplementación materna con α-GML aumentó el peso de los lechones al destete y la digestibilidad aparente del tracto total de la grasa bruta en las cerdas. Los niveles de inmunoglobulina A e inmunoglobulina G fueron mayores de forma cuadrática en la leche de las cerdas a medida que aumentaba el α-GML en la dieta. En cuanto al perfil de ácidos grasos, los niveles de C12:0, C15:0, C17:0, C18:2n6c, C18:3n3, C24:0 y C22:6n3 fueron superiores de forma lineal y cuadrática en el calostro de las cerdas suplementadas con α-GML en comparación con las cerdas del grupo control. La proporción de ácidos grasos poliinsaturados n-6:n-3 en la leche fue inferior a la de las cerdas del grupo control. La α-GML materna aumentó la abundancia de Firmicutes y disminuyó la de Proteobacteria de la microbiota fecal de los lechones.

En conclusión, la suplementación en la dieta con α-GML mejoró las inmunoglobulinas de la leche y alteró los ácidos grasos de las cerdas, mejorando así la salud de los lechones.