El virus del PRRS (vPRRS) sigue evolucionando, derivando en nuevas cepas, de las cuales algunas son "más de lo mismo" y otras tienen una virulencia relativamente alta. Ejemplos recientes de cepas de alta virulencia incluyen la variante 1C de RFLP 1-4-4 y la L1C de RFLP 1-2-4.
En respuesta a la evolución del virus, veterinarios y productores siguen sumando esfuerzos y reuniendo recursos para mejorar la capacidad de prevención, respuesta y recuperación de la infección. Los últimos avances incluyen novedades en las estrategias de monitorización y vigilancia, nuevos sistemas de clasificación de granjas para documentar mejor la actividad del vPRRS y las estrategias de respuesta asociadas, y la recopilación de datos de campo sobre la eficacia de las diferentes estrategias de respuesta.
El sistema de notificación de enfermedades porcinas (en inglés Swine Disease Reporting System o SDRS) es un proyecto colaborativo que integra resultados diagnósticos de múltiples laboratorios. El SDRS muestra resultados macroepidemiológicos asociados con la actividad de los patógenos a lo largo del tiempo, las regiones geográficas, los grupos de edad, tipos de granja y especímenes. En concreto, sobre el vPRRS, el proyecto SDRS ha informado repetidamente de:
En conjunto, estos hallazgos corroboran la importancia de las granjas de engorde en la ecología del vPRRS en el sector porcino.
Nuestra hipótesis es que los cerdos de engorde son un reservorio importante y un punto de amplificación crucial para el vPRRS.
Según el grupo de consultores del SDRS, la mayor positividad en las granjas de engorde y el pico previo que se observa en relación a las granjas de reproductoras, se explica en parte por las peores medidas de bioseguridad y biocontención de las granjas de engorde. En EE.UU. es habitual que los productores mezclen diferentes orígenes en los engordes, compartan mano de obra, equipos y transporte de cadáveres. Esto puede ayudar a mantener y quizás amplificar la circulación del vPRRS en esa fase productiva. Los vínculos epidemiológicos como la mano de obra común, el transporte de animales y alimento pueden explicar cómo se transmite el virus desde las granjas de engorde a las de reproductoras.
Por tanto, existe una gran oportunidad para "subir el listón" en la bioseguridad y la biocontención de los engordes, reduciendo la presión global de infección del vPRRS en el sector. Se podría plantear la hipótesis de que una menor presión de infección resultaría en una reducción significativa de la frecuencia de brotes en las granjas de reproductoras, rompiendo el ciclo de infección y transmisión del vPRRS. Se necesitan programas regionales de control coordinados de la enfermedad para validar este concepto. Las herramientas de monitorización y vigilancia existentes, junto con la ciberinfraestructura disponible, proporcionan una gran base para este tipo de proyectos, tal y como señalan Magalhaes et al (2021) en la publicación en Frontiers in Veterinary Science titulada "Próxima generación de programas regionales de control del virus del PRRS voluntarios".
Otro avance en el conocimiento de la ecología del vPRRS en las poblaciones de cerdos proviene de los informes de casos que realizan la secuenciación del genoma completo (en inglés Whole-genome sequencing WGS) del vPRRS en granjas sufriendo un brote. En el estudio del Dr. Trevisan et al. implementaron la WGS en 20 granjas de reproductoras e informaron de que en todas menos en dos (90%), existía evidencia de múltiples vPRRS co-circulando simultáneamente. En algunas granjas había presencia de más de 4 cepas diferentes. También detectaron que la recombinación dentro y entre los virus de campo y los virus atenuados vacunales era un hallazgo común. Estos resultados muestran que en las granjas de reproductores no circula "un solo" virus. Por el contrario, existe una "nube" diversa de vPRRS que circula y evoluciona constantemente. Esta puede ser una de las razones por las que el virus es un objetivo en movimiento para las soluciones inmunológicas existentes en la creación de la inmunidad de grupo. También se sabe que el número de cepas que co-circulan en la granja se correlaciona positivamente con la virulencia. En otras palabras, cuantas más variantes del vPRRS circulen, mayor expresión clínica se espera en los cerdos.
En los últimos diez años, se han realizado varios estudios epidemiológicos haciendo seguimiento de granjas de reproductoras después de un brote de vPRRS y hasta su recuperación. En estos, el impacto en la producción se suele presentar como pérdida de lechones desde el brote hasta la recuperación. El tiempo transcurrido hasta la estabilidad se reporta como las semanas que se tardaron desde el brote hasta disponer de manera consistente de lechones PRRS negativo al destete siguiendo las directrices de la Asociación Americana de Veterinarios Porcinos. En general, los factores asociados con un menor tiempo hasta la estabilidad y un menor impacto en la producción incluyen:
A pesar de la falta de una "solución milagrosa" para la prevención completa frente a las pérdidas causadas por la infección de vPRRS de campo, la combinación de estrategias existentes como las prácticas de bio-gestíón, el flujo de cerdas de reposición y la inmunización dan como resultado una reducción significativa de las pérdidas y devuelven a la granja reproductora (y al flujo descendente) a la productividad previa en un plazo de 3-4 meses desde el brote, y a producir cerdos negativos al vPRRS en un plazo de 5-6 meses.