El Gobierno protege los intereses del sector ganadero del país.

Un ejemplo de esto es la propuesta de Estados Unidos de modificar el etiquetado para sus alimentos cárnicos, avícolas y huevo con la leyenda: “Producto de Estados Unidos”, ya que no considera la naturaleza de integración de productores, ganaderos e industrias cárnicas de ambas naciones.

Las crecientes exportaciones de cárnicos hoy colocan a la ganadería mexicana como un preponderante exportador de proteína animal. Desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, ahora Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). El comercio bilateral de proteína animal entre México y Estados Unidos se ha incrementado 1059% en valor y 483% en volumen.

La ganadería contribuye a la seguridad alimentaria, al crecimiento de la economía y es fuente constante de divisas y generación de empleos, al cierre de 2022, la producción pecuaria alcanzó 24 660 000 toneladas, volumen 2.1% superior al total generado el año previo.

La producción de carne en canal de las principales especies aumentó 2.3% en comparación con el año previo: la de ave creció 3.1%, bovino 2.1% y porcino 2.6%.

De noviembre del año pasado al 12 de mayo ingresaron a México 20 996 toneladas de cárnicos (ave, porcino y bovino) mediante empresas con Licencia Única Universal (LUU), lo que representa el 1.6% del total de este tipo de productos.

Finalmente, productos cárnicos provenientes de países con reciente apertura comercial, como Brasil, aún no hay importaciones de carne de bovino, sin embargo, sí de porcino, con 1149 toneladas.