Efectos de la suplementación con betaína sobre la carne de cerdos de engorde

En el pasado, la selección genética de los cerdos se centraba principalmente en la necesidad de un crecimiento rápido, un desarrollo muscular y un bajo contenido en grasa. Sin embargo, esta selección provocaba efectos adversos en las propiedades sensoriales de la carne de cerdo. Actualmente, debido a la creciente demanda de carne de cerdo de alta calidad por parte de los consumidores, la investigación se ha centrado en mejorar las características de calidad de la carne de los cerdos. Se ha demostrado que la betaína, un derivado trimetilado de la glicina, que proporciona metilos y protección osmótica al organismo, reduce el espesor de la grasa dorsal de los cerdos cuando se suplementa en la dieta. Este estudio se diseñó para investigar los efectos de la suplementación en la dieta con betaína sobre el rendimiento del crecimiento, la calidad de la carne y el metabolismo de los lípidos musculares de cerdos de engorde. Para ello, treinta y seis cerdos cruzados de 24.68 ± 0.97 kg de pesos se distribuyeron aleatoriamente en dos tratamientos que consistieron en una dieta basal suplementada con 0 o 1200 mg/kg de betaína. Cada tratamiento contó con seis corrales (tres cerdos por corral).

Después de 119 días de estudio, la suplementación dietética con betaína aumentó significativamente la ganancia media diaria y tendió a mejorar el consumo medio diario de pienso y a disminuir el índice de conversión en cerdos de 100~125 kg. Además, se observó una tendencia a aumentar la ganancia media diaria y el peso corporal final de los cerdos durante todo el periodo en el grupo suplementado con betaína. La suplementación con betaína influyó en el metabolismo lipídico de los cerdos, evidenciado por una menor concentración sérica de colesterol de lipoproteínas de baja densidad, una regulación al alza de la abundancia de ARNm de la sintasa de ácidos grasos y la acetil-CoA carboxilasa, y una regulación a la baja de la abundancia de ARNm de los genes relacionados con la lipólisis. Además, la betaína mejoró notablemente la expresión del microARN-181a (miR-181a) y tendió a potenciar el miR-370.

En general, suplementar con betaína a 1200 mg/kg podría aumentar el rendimiento del crecimiento de los cerdos de engorde. Además, la betaína mostró una tendencia a mejorar la calidad de la carne y el contenido de grasa intramuscular mediante el aumento de la lipogénesis y la regulación a la baja de la abundancia de genes asociados con la lipólisis, respectivamente, que se asoció con la regulación de la expresión de miR-181a y miR-370 por la betaína.