La globalización del virus PRRS

Jordi Baliellas
05-abr-2022 (hace 2 años 8 meses 17 días)

En los últimos años, España se ha convertido en uno de los líderes mundiales en producción y exportación de carne de porcino. Esto también ha generado la entrada de un alto número de animales, que podemos dividir en tres tipos:

Engorde: Los lechones que produce España no son suficientes para ocupar las plazas de cebo existentes y este desequilibrio se compensa mediante la importación de lechones.

Figura 1. Entrada de lechones para engorde a España de 2017 a 2021. Fuente (MAPA)

Cría: Paralelamente, la demanda de cerdas hiperprolíficas ha aumentado la importación de reproductoras. La producción nacional no satisface esta demanda, ya que la mayoría de estas genéticas no son originarias de España. Respecto a los verracos, desde hace varios años dependemos de otros países proveedores.

Figura 2. Entrada de futuros reproductores en España de 2017 a 2021. Fuente MAPA

Sacrificio: Desde 2020 se ha producido un incremento de las partidas de cerdos criados en otros países que se sacrifican en mataderos españoles.

Figura 3. Entrada de animales con destino matadero en España de 2017 a 2021. Fuente MAPA.

Figura 4. Total de importaciones de animales de la especia porcina. Fuente MAPA.

En lo que se refiere a los países de procedencia de estos centenares de miles de animales importados, Portugal es el líder destacado en el total de partidas, siendo el sacrificio el principal destino. En segundo lugar, se encuentra Holanda, país del que proceden principalmente lechones destinados a engorde. A continuación, Francia y Bélgica, con animales mayoritariamente destinados a sacrificio, y Dinamarca, como país exportador del número más alto de partidas de futuras reproductoras. En cantidades mucho menores tenemos: Luxemburgo, Noruega, la República Checa, Irlanda, Italia y Austria.

Según la ley europea de bienestar animal, los movimientos intracomunitarios superiores a 24 horas están obligados a efectuar una parada con descarga de los animales en lugares habilitados, esto genera un aumento del riesgo de contraer infecciones en estos puntos de parada.

Una partida importada = Un riesgo importado

El riesgo de entrada de nuevos patógenos y/o nuevas cepas de patógenos no detectadas anteriormente en el país, aumenta proporcionalmente al incremento de movimientos generados por la importación de animales.

En el movimiento de animales entre países de la UE existe libre comercio, siempre y cuando el estado sanitario respecto a enfermedades de declaración obligatoria lo permita.
Gracias al Reglamento UE 2020/686 se exigen controles serológicos frente al virus PRRS en los movimientos de machos intracomunitarios pero, en lo que se refiere a las exigencias sanitarias en la importación de reproductoras, lechones o cerdos a sacrificio, únicamente dependen de los acuerdos particulares entre las partes: comprador y vendedor. De esta forma el comprador debería exigir un estatus sanitario que no supusiera un riesgo, no solo para la granja de destino, sino también considerando la región o país, en el caso que la biocontención del patógeno en la granja/o matadero de destino sea difícil, como se ha podido comprobar en los casos recientes de cepas de patogenicidad atípica del virus PRRS detectadas en la importación de lechones de países como Holanda o Italia.

En Hungría determinaron que la presión de infección que ejercían las partidas de lechones importados altamente infectados por virus PRRS situados en engordes alrededor de las granjas de madres, dificultaba el plan nacional de erradicación que Hungría había iniciado. Mediante la monitorización serológica de las partidas a su llegada, en 2013 tipificaron cada país según el grado de infección por virus PRRS de los lechones importados.

Posteriormente, los productores acordaron priorizar la importación de lechones de países con un nivel de infección por PRRS inferior, tal y como se puede apreciar en la siguiente tabla:

Tabla 1. Origen y nivel de infección por virus PRRS en engordes húngaros. Szabó et al. (2019).

País de origen 2013 2018 Estatus PRRS del país origen en 2018
Partidas Nº de cerdos Partidas Nº de cerdos
Austria 16 5.650 11 4.672 Infectado, pero desde hace poco
República checa 17 3.347 91 57.315 Mayoría de cerdos libres
Dinamarca 20 4.591 190 116.916 Infectado, pero con programa de erradicación
Alemania 348 236.724 769 498.490 Infectado, clasifiación muy fiable
Países bajos 237 279.036 7 5.256 Muy infectado
Eslovaquia 103 69.551 74 42.192 Infectado
Eslovenia 8 3.440 0 0 Infectado
Italia 0 0 0 0 Infectado
Polonia 0 0 34 25.450 Infectado
Total 749 602.339 1.176 750.291

Si revisamos los datos procedentes de la monitorización serológica realizada en algunas importaciones de lechones para engorde en una zona concreta de España, los resultados indican que el % de partidas donde detectamos animales virémicos varía según el país origen de los lechones (ver tabla), tal como se publicó en Hungría.

Tabla 2. Porcenaje de partidas con detección de animales virémicos

2021 % Virémicos % No virémicos
Holanda 61% 39%
Dinamarca 36% 64%

Ante esta situación, la probabilidad de entrada de una nueva cepa de patogenicidad atípica de virus PRRS y su rápida diseminación en un territorio es alta.

En el siguiente árbol filogenético de secuencias ORF5 detectadas entre 2017 y 2021 en una zona de control de PRRS, se pueden apreciar tres zonas:

  1. Secuencias de virus detectados en lechones importados holandeses entre 2020-2021
  2. Secuencias de una cepa de patogenicidad atípica detectadas entre 2020-2021 con amplia diseminación, como la conocida coloquialmente como cepa “Rosalía”.
  3. Secuencias detectadas mayoritariamente entre 2017-2019.

Figura 5. Árbol filogenético de secuencias ORF5 detectadas entre 2017 y 2021 en una zona de control de PRRS.

Si queremos evitar la globalización de nuevas enfermedades y nuevas cepas de agentes patógenos, más allá de las enfermedades de declaración obligatoria, como es el virus PRRS u otros virus y bacterias, debemos incrementar las exigencias sanitarias en los movimientos porcinos de importación y verificar el status sanitario acordado con el vendedor a través de la realización de controles serológicos a la llegada. De esta forma el impacto económico que genera la presencia de enfermedades en granja será menor y tendremos una menor necesidad de utilizar antimicrobianos para el control de infecciones bacterianas primarias y/o secundarias.