El enfoque de la producción porcina en EEUU ha cambiado en los últimos 5 años. Muchas de las empresas que apuntan a seguir en el sector han hecho cambios radicales en el manejo tanto desde el punto de vista reproductivo como sanitario. Como resultado, la producción anual por hembra ha aumentado significativamente debido a un enfoque en los programas de desarrollo de primerizas y manejo del hato reproductor que ha resultado en un mayor número de lechones nacidos vivos. Asimismo también ha aumentado el peso de los animales en edad de sacrificio resultando en un aumento de los kilos totales vendidos por hembra. Esto ha remarcado la importancia de valorar la economía global de los sistemas de producción utilizando animales más eficientes y enfatizando así el valor de los índices de conversión y la velocidad de crecimiento y no solo el número total de lechones nacidos vivos.
Desde el punto de vista sanitario, las empresas también han mejorado la salud de sus hatos enfocándose principalmente en el control de 3 enfermedades y en la mejora de los programas de bioseguridad. Las enfermedades virales que se consideran de mayor impacto en la industria norteamericana son el circovirus porcino (PCVAD), el PRRS (síndrome respiratorio y reproductivo porcino) y el virus de la influenza porcina (SIV).
EEUU ha vivido en los últimos 3 años una epidemia de desmedro la cual ha sido asociada en parte a la introducción de nuevas cepas del circovirus porcino. Esta epidemia fue primero caracterizada por un aumento significativo en la mortalidad de animales de más de 10 semanas de edad y también en un aumento de los cerdos con mala condición corporal. Afortunadamente para el país la presencia de la epidemia coincidió con el lanzamiento de las primeras vacunas comerciales para circovirus porcino tipo 2 en cerdos de crecimiento. Estas vacunas han sobrepasado todo tipo de expectaciones y su efecto se ha visto reflejado en la mejora de los parámetros productivos a nivel nacional donde se sobrepasó en un 4% las expectativas del censo de los cerdos de sacrificio durante esta temporada. Las vacunas han mejorado no sólo los parámetros de mortalidad sino también los parámetros de crecimiento en poblaciones que estaban afectadas subclínicamente, pero no se sabía hasta que se empezó a utilizar la vacuna. Hoy en día, la vacuna de circovirus en animales de crecimiento se considera una herramienta indispensable para el productor y su uso se ha convertido en parte habitual de los programas vacunales.
El PRRS es sin duda la enfermedad de mayor impacto económico en los EEUU. Los productores y veterinarios han aprendido a manejar la enfermedad y en general se puede obtener buena producción incluso en presencia del virus. Sin embargo, el punto que continúa descontrolando la predictibilidad en la producción son las infecciones laterales causadas frecuentemente por cepas nuevas para las cuales es difícil predecir su virulencia. Este invierno en particular, la zona del Midwest sufrió brotes severos en muchas granjas. En la mayoría de los casos se trató de cepas de nueva introducción para las granjas en cuestión. Las cepas involucradas en los brotes, las cuales causan gran número de abortos y aumentos importantes de la mortalidad en cerdas, lechones recién nacidos y lechones destetados, parecen estar relacionadas entre si y se consideran de alta virulencia y transmisibilidad. A raíz de esto, los productores están planteándose seriamente adaptar la tecnología del filtrado de aire en los sitios 1. Evidentemente que esto tiene un coste importante pero que se justifica dado el coste que tiene un brote de PRRS. La tecnología de filtrado de aire ya está funcionando de forma efectiva en muchos centros de inseminación y el reto está ahora en adaptar esta tecnología a las granjas sitio 1.
El virus de la influenza porcina también ha cobrado importancia en los últimos años. Desde 1999 se ha observado un cambio en la epidemiología de esta enfermedad con la aparición de nuevos subtipos del virus con cepas altamente variantes que contienen genes tanto de origen porcino, como aviar o humano. Son ya varios los subtipos que han emergido contando con variantes nuevas del H1N1, H3N2, H1N2 y más recientemente H2N3. Muchas de las infecciones asociadas a estos tipos nuevos de influenza se consideran severas llegando a causar la muerte tanto de hembras como de animales en crecimiento. Las vacunas comerciales no han sido demasiado efectivas debido en parte al reto que supone estar luchando frente al elevado número de subtipos y cepas nuevas. El tema de la influenza es asimismo un tema sensible por las implicaciones que tiene ésta en salud pública.
En los últimos años los productores han invertido cantidades sustanciales de dinero en mejorar la bioseguridad de sus sistemas. Se han mejorado muchas de las prácticas diarias de bioseguridad y se han hecho inversiones significativas en el área de transporte y de formación del personal. A pesar de todas estas inversiones la introducción de enfermedades no se ha conseguido parar de forma total por lo que se están considerando medidas más drásticas como incluso llegar a implementar filtros en los sitios 1.
Sin duda, EEUU está apostando por la producción porcina y se está posicionando en los mercados de exportación por lo que el estado sanitario y la rentabilidad de su industria son dos puntos clave a mantener en el futuro.