2 de marzo de 2021/ USDA/ Estados Unidos.
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En 2021 se espera un aumento del 2% en la producción porcina de Brasil debido a mayores costes de producción causados por un aumento en los costes de alimentación animal. Esta previsión considera una mayor demanda de exportaciones, especialmente a China, y un crecimiento previsto del 3% en el consumo nacional, como resultado de los elevados precios de la carne bovina, la fuente de proteína preferida por los brasileños. Se prevé que el consumo nacional de carne de cerdo represente el 15% del consumo nacional total de carne.
Se espera que en 2021 la producción de carne de cerdo crezca un 3%, alcanzando los 4,25 millones de toneladas equivalente en peso canal (tec), y que las exportaciones de carne de cerdo aumenten un 4%. Se prevé que la productividad se mantenga prácticamente igual que la estimación de 96 kg (tec) por cerdo sacrificado. En 2020, las exportaciones de carne de cerdo aumentaron un 36% en volumen y superaron el millón de toneladas por primera vez en la historia de Brasil. De este volumen récord de exportaciones, China representó un poco más de la mitad de los envíos totales de carne de cerdo. Los analistas de mercado en Brasil creen que la demanda asiática de carne de cerdo y aves de corral continuará fuerte en 2021.
Según EMBRAPA (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria), el ICP porcino (índice para los costes de producción porcina) muestra que en 2020 los costes de nutrición (piensos) aumentaron un 42,05% acumulado en Santa Catarina (el estado con mayor producción porcina de Brasil). Los productores porcinos vieron aumentar su coste total de producción en un 47,28% acumulado en el año, principalmente debido al coste de la alimentación animal. Se espera que los costes de producción sean similares a los niveles de 2020.
Brasil exporta tanto animales vivos para el sacrificio como reproductores de raza pura para mejora genética. De los mercados tradicionales donde Brasil exporta animales vivos, Argentina representa el 73,7% de todas las exportaciones en los últimos seis años. En 2020, hubo una disminución significativa en las importaciones argentinas de cerdos vivos, probablemente como consecuencia de la pandemia.