La Unión Europea publica una evaluación sobre el etiquetado de origen de la carne

La evaluación analiza si las normas sobre información alimentaria a los consumidores en lo que respecta al etiquetado de origen obligatorio para cerdos, ovejas, cabras y aves de corral, tal como se aplican en los Estados miembros, son eficaces, eficientes, coherentes, pertinentes y aportan un valor añadido de la UE en vista de sus objetivos, necesidades y problemas actuales.

El informe de evaluación presenta tres opciones: La opción simple (1) sería etiquetar el origen como UE/tercer país según el lugar donde se ha criado y/o sacrificado el animal. La opción intermedia (2) incluiría el etiquetado del Estado miembro o del tercer país tanto donde se ha criado como sacrificado. La última opción (3) refleja el sistema de etiquetado para la carne de vacuno ya en vigor desde hace más de diez años.

La opción 2 parece ser la más adecuada de las tres, ya que proporciona a los consumidores información significativa y, al mismo tiempo, no crea excesivas cargas para todos los agentes implicados. El sector porcino vería un aumento de aproximadamente un 1,15% en el precio al por mayor. Se ha observado que el coste adicional se transmite principalmente a los consumidores (90%), por lo que el precio de la carne aumentaría. Los flujos comerciales se verían afectados marginalmente. Debido a la subida de los precios, los ciudadanos de la UE consumirían menos y, por lo tanto, sería necesario exportar más los productos excedentes (carne de cerdo y aves de corral) e importar menos carne de ovino.

Antecedentes

En diciembre de 2013, la Comisión Europea adoptó una etiqueta obligatoria en los envases de carne que informa sobre el país de origen y sacrificio (Reglamento 1337/2013). Establece normas relativas a la indicación del país de origen o lugar de procedencia de la carne fresca, refrigerada y congelada de porcino, ovino, caprino y aves de corral y entró en vigor el 1 de abril de 2015.