Introducción
Los programas de alimentación de las cerdas gestantes, deben procurar un
buen estado de carnes de las cerdas (recuperación de pérdidas corporales
durante la lactación y crecimiento corporal), evitando un excesivo engrasamiento
(mayores necesidades de mantenimiento, partos más lentos, menor consumo
en lactación), que aseguren una buena fertilidad, prolificidad y peso de
los lechones al nacimiento.
Las necesidades de la cerda gestante varían según el ciclo, peso
y momento de la gestación. En animales jóvenes son mayores las necesidades
de crecimiento, pero menores las de mantenimiento, siendo por tanto claramente
superiores las necesidades en proteína.
Requerimientos en el crecimiento fetal
Al principio de la gestación son mayores las necesidades debidas al incremento
de peso de la cerda y al final las debidas al crecimiento fetal y tejidos asociados.
Respecto al total de la gestación, la proporción de los requerimientos
para el crecimiento fetal son de un 5-6% para la energía y de un 30-60%
para la proteína (cerdas de 1º o >3º ciclo respectivamente)
(figura1).
Figura1: Requerimientos totales de gestación en energía y proteína
según el ciclo reproductivo.
Energía, Mcal
EM |
Proteína, gr
lisina digestible verdadera |
|
|
Es sabido que las necesidades para el crecimiento fetal aumentan a lo largo
de la gestación, representando alrededor del 30 y 50% del total durante
el tercer y cuarto mes de gestación (figura 2), por lo que es práctica
habitual incrementar el plano de alimentación durante el último
tercio de gestación. Sin embargo solo niveles de subalimentación
severos incidirán sobre el peso al nacimiento, viéndose esta más
afectado por la eficacia placentaria o capacidad uterina.
Figura 2: Proporción de los requerimientos totales para el crecimiento
fetal a lo largo de la gestación.
Programación fetal del crecimiento
Se sugiere que la nutrición durante la gestación puede tener efectos
duraderos a lo largo de la vida del animal. Desde la implantación fetal
(30-35d) hasta los 80-90 días de gestación se produce la organogénesis,
pudiéndose aplicar estrategias de alimentación que mejoren el desarrollo
fetal y tengan efectos duraderos después del nacimiento.
|
•
Planos de alimentación elevados pueden aumentar el número
de fibras musculares secundarias, mejorando el potencial de crecimiento
y magro del animal. Los resultados de los estudios publicados hasta la
fecha son controvertidos, pudiendo estar influenciados por el potencial
genético, número de ciclo y nivel de suplementación.
A este respecto distintos estudios también sugieren efectos positivos
del uso de la L-carnitina.
• Mejora del sistema inmune del animal (CLA o selenio orgáncio),
desarrollo del sistema nervioso (W3) o del tamaño de la camada
(arginina) |
Conclusiones
Según el número de ciclo de la cerda podrían formularse dietas
más ricas en proteína durante los dos primeros ciclos, aunque, a
nivel práctico suele ser difícil de aplicar, utilizándose
una dieta única con niveles suficientes de lisina para cubrir bastante
bien las necesidades de las primerizas.
Es importante incrementar el plano de alimentación durante el último
tercio de gestación debido a las mayores demandas para el crecimiento fetal
y tejidos anejos, siempre evitando un engrasamiento excesivo de la cerda.
Investigaciones recientes sugieren interesante el uso de determinados aditivos
o estrategias de alimentación que mejoren el desarrollo fetal y puedan
tener un efecto beneficioso a lo largo de la vida del animal.