9 de noviembre de 2018 - Cooperativas agro-alimentarias de Andalucía
09-nov-2018 (hace 5 años 11 meses 30 días)Tras la intensa mañana y un almuerzo degustación de productos de la dehesa, la sesión de tarde en el I Congreso Hispano-Luso de Ganadería Extensiva, que estos días se celebra en Sevilla, comenzó ayer abordando los retos y oportunidades de la ganadería extensiva en el mercado del siglo XXI, ponencia a la que sucedió una mesa de debate sobre producción, transformación y distribución de productos de la dehesa y otra dedicada al presente y futuro del cerdo ibérico.
Con respecto a los retos de mercado, el subdirector del Centro de Administración y Economía de la Empresa de la Universidad de Salamanca, Fernando María Vicente Amores, señaló en su intervención tres: el comercio mundial globalizado; la irrupción de proteínas de origen vegetal, con numerosos beneficios en cuanto a reducción de gasto de agua y emisión de gases de efecto invernadero en su producción; y los retos medioambientales, puesto que –aseguró- “si desaparece la ganadería, desaparecen los ecosistemas”.
En cuanto a las oportunidades, subrayó que es básico orientar la producción al consumidor y hacer rentable la conservación medioambiental, difundiendo el papel fundamental que ejerce la ganadería. También se refirió a la concentración de la oferta y la organización del sector en torno a asociaciones de productores, como vías para incrementar el poder de negociación de los ganaderos.
Posteriormente, el presidente del Consejo Sectorial de Ovino-Caprino de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, José Puntas Tejero, fue el encargado de presentar y moderar la mesa sobre producción, transformación y distribución de productos de la dehesa, en la que participaron el presidente de Bovies S.C., Pedro Morgado Bernáldez; el director de Centros de Tipificación de Ovino y Vacuno de Carne de Covap S.C.A., Raúl Sanz Pereda; el responsable de la División de Vacuno de Carne de Dcoop S.C.A., Antonio Visglerio Ballesteros; y el representante de Oviespain S.L., Juan Carlos Pozo Crespo.
A lo largo de un debate participativo, los intervinientes manifestaron la necesidad de impulsar la organización del sector productor que, si bien está avanzando mucho en los últimos años, como expusieron las distintas cooperativas y grupos representados, requiere de mayor impulso y dimensión. Otro aspecto en el que coincidieron es en que es imprescindible que las cooperativas transformen, pues son las primeras interesadas en generar mayor valor añadido para sus producciones y sus socios.
Siguiendo la línea de transformación, se trató la bajada de consumo que, en general, están experimentando todas las producciones de ganadería extensiva para lo que se presentó como solución apostar por un producto diferenciado, como por ejemplo el ecológico, logrando con ello satisfacer las necesidades del consumidor actual, diferentes y más ligadas a la calidad. En cuanto a la distribución de los productos de la dehesa, se trasladó que algunos sectores, como el ovino, requieren vender en el exterior hasta el 30% de su oferta al no encontrar salida en el mercado nacional. Para ello, las alianzas comerciales no sólo entre empresas, sino también entre regiones, caso de España y Portugal, pueden resultar claves en el desarrollo y competitividad del sector.
En la recta final de la tarde, la mesa sobre el presente y futuro de la dehesa y el cerdo ibérico fue la protagonista con el presidente de Ovipor S.C.A., Agustín González Sánchez, como moderador. Le acompañaron en el debate el presidente de la D.O.P. Los Pedroches, Antonio J. Torrabo Buenestado; el presidente de la D.O.P. Jabugo, Guillermo García-Palacios Álvarez; el director de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI), Andrés Paredes Torronteras; el gerente de Sánchez Romero-Carvajal, Luis González Díaz de Cerio; y el subdirector general de Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, José Manuel Jaquotot Sáenz de Miera.
La mesa giró en torno al Real Decreto 4/2014, de 10 de enero, por el que se aprueba la norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibérico y la controversia existente en el sector sobre su mantenimiento en los términos actuales y su aplicación. Mientras sus defensores creen que identifica perfectamente las distintas producciones, las cuales se clasifican en jamón de bellota 100% ibérico (etiqueta negra), jamón de bellota ibérico (etiqueta roja), jamón de cebo de campo ibérico (etiqueta verde) y jamón de cebo ibérico (etiqueta blanca), sus detractores creen que induce a la confusión del consumidor y hay quienes defienden que la norma del ibérico sólo y exclusivamente debería aplicarse a los cerdos de raza 100% ibérica y criados en la dehesa, puesto que aseguran que el 80% de los productos etiquetados como ibérico, según la regulación vigente, no ha pisado la dehesa, cuando los consumidores creen que sí, y que el 90% de productos ibéricos comercializados proceden de animales cruzados y no de ibéricos 100%.
Sin embargo, desde ASICI se pidió no perder el ritmo en un sector que se ha recuperado económicamente desde la publicación de la última norma, mientras que Luis González Díaz de Cerio instó a defender el cerdo ibérico de raza única, que no genere dudas y que suponga un valor diferencial con respecto al cerdo ibérico que ya están comenzando a comercializar países como Estados Unidos y China. Por su parte, Guillermo García-Palacios Álvarez defendió que se haga el jamón que se quiera “pero que se informe al consumidor”. Por otro lado, los representantes de D.O.P. Los Pedroches y del Ministerio de Agricultura pusieron de relieve, respectivamente, el valor añadido que confieren las indicaciones de calidad a las producciones de ibérico, así como el papel que cumple su producción y manejo en el mantenimiento y la conservación de las dehesas.