Argentina prohíbe el uso de colistina en piensos

Jueves, 24 de enero de 2019/ MAPA/ España.
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28-ene-2019 (hace 5 años 10 meses 24 días)

Según publica el Ministerio español de Agricultura en su boletín de Noticias del Exterior, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) de Argentina, través de la Resolución 1119/2018, ha prohibido el uso de alimentos para animales medicados que puedan contener productos veterinarios de las familias de los benzimidazoles, imidazotiazoles, tetrahidropirimidinas, cestodicidas y/o trematocidas a partir del año 2022.
Los alimentos para animales que contengan estos principios activos mantendrán su inscripción en el registro hasta el 1 de enero de 2022 y quedarán dados de baja a partir del día 2 de ese mismo mes.

Las solicitudes de registro de alimentos para animales que los contengan se aceptarán solo hasta el 1 de julio de 2020.

La Resolución aclara que quedan fuera del ámbito de aplicación de la Resolución los alimentos para animales que contengan en su formulación monensina, monensina sódica, narasina, salinomicina, semduramicina, maduramicina, lasalocid, robenidina, nicarbazina y/o decoquinato por lo que no poseen ninguna restricción.


Por otro lado la Resolución 22/2019, ha prohibido la elaboración, distribución, importación, uso y tenencia en todo el país de productos veterinarios que contengan en su formulación el principio activo colistina y sus sales. La prohibición entrará en vigor a partir de los 180 días naturales desde la publicación de la Resolución (el pasado 16 de enero).

La colistina ha sido calificada por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como medicamento de “reserva”, debido a su importancia en la salud humana como herramienta terapéutica eficaz en el tratamiento de infecciones causadas por bacterias multi-resistentes en humanos.

Además, los resultados obtenidos por el Programa Nacional de Vigilancia de la Resistencia a los Antimicrobianos en animales destinados al consumo humano del Senasa, demostró niveles significativos de resistencia a la colistina, por lo que resulta necesario no administrarlo, ni ninguna de sus sales, a los animales con el fin de preservar su eficacia en las personas.