La palatabilidad de las materias primas y el consumo voluntario de alimento en lechones

Escribe E Roura y G Tedó eugeni.roura@lucta.es

11-jun-2007 (hace 17 años 5 meses 11 días)
A lo largo del ciclo productivo del cerdo el consumo voluntario de alimento se erige en un factor limitante en diversas fases. Por ejemplo el lechón al destete experimenta un período de anorexia que deriva en pérdidas de peso, degeneración de la mucosa intestinal y finalmente en el desarrollo de patologías entéricas. El diseño de dietas específicas para estas edades responde por lo tanto a la necesidad de maximizar el aporte de nutrientes evitando o acortando en lo posible dicho período anoréxico. Estos piensos se caracterizan por ser nutritivamente muy equilibrados y muy ricos (densos) e incorporar materias primas nobles de alta digestibilidad y no menor palatabilidad. Si bien los requerimientos nutricionales y la calidad digestiva de las materias primas en lechones han sido ampliamente documentados, no es el caso, en cambio, de la palatabilidad de las mismas que sólo recientemente han sido objeto de estudio sistemático.

Se han realizado numerosos estudios de preferencia para estudiar la palatabilidad de ingredientes en dietas de lechones en colaboración con D. Solà-Oriol y D. Torrallardona del IRTA Este grupo ha desarrollado un modelo de doble elección, donde se ofrecen dos dietas a la vez con un ingrediente distinto, siendo una de ellas la dieta de referencia con un 60% de arroz. Este artículo pretende revisar el papel tan solo de los cereales sobre la apetencia de la dieta en lechones y dejar para una próxima ocasión la palatabilidad de las fuentes de proteína y otros ingredientes.

Como se observa en la tabla 1, en dietas con un 60% de cereal, los niveles más altos de preferencia (> 40%) se obtuvieron con el arroz partido y la variedad de avena “Avena nuda”. A un segundo nivel, entre 15 y 30% de preferencia, se situaron en el siguiente orden, el centeno, la cebada, la mandioca, el trigo y la harina de galleta. En cambio, maíz, sorgo y arroz integral mostraron niveles de preferencia por debajo del 15%. Cierra la clasificación la avena entera con un 3% de preferencia.

Tabla 1: preferencias de cereales en lechones a 2 niveles de inclusión (30 y 60 %)

Los índices de preferencia de todos los cereales mejoran al disminuir su nivel de inclusión (30% de inclusión del cereal en estudio en las dietas experimentales). Cabe destacar que la avena ”nuda” desbanca al arroz como cereal de elección para los lechones a este nivel de inclusión. El arroz junto con la cebada, el centeno y el trigo conforman un grupo con valores altos de preferencia, superiores al 39%. Mientras que la harina de galleta, la mandioca, el maíz y el sorgo se sitúan con preferencias bajas de entre el 20 y el 30%. Por último, con preferencias de sólo un 18% se sitúan el arroz integral y la avena entera.

Una de las estrategias más debatidas para mejorar la calidad de las materias primas son los tratamientos por calor. La evaluación de apetencia muestra que efectivamente este procesado, en casi todos los casos extrusión, mejora la palatabilidad de los cereales con excepción del trigo (tabla 2). La mejora fue especialmente significativa para el maíz y la avena entera.

Tabla 2: efecto de la extrusión sobre la preferencia de cereales en el lechón

De entre todos los parámetros de los ingredientes que se han analizado, la estimación de la apetencia de los cereales pasa por evaluar el perfil de tamaño de partícula y la textura de los ingredientes, parámetros que estuvieron significativamente correlacionados con los valores de preferencia. Además, Solà-Oriol y cols. (no publicado) observaron que en cuanto a nutrientes, los niveles de energía, fósforo, calcio y sodio son los que mejor explican la variabilidad de los índices de palatabilidad, situándose muy por encima de la proteína, la lisina, la metionina, la treonina o el triptófano.