Investigadores de CIC bioGUNE revelan la estructura 3-D del virus de la PPA

11 de noviembre de 2019 - CIC bioGUNE

21-nov-2019 (hace 5 años 2 días)

Investigadores de CIC bioGUNE han logrado descifrar, mediante la técnica de crio-microscopia electrónica, la estructura tridimensional del virus de la peste porcina africana, un requisito necesario para comprender su ensamblaje, interferir con él y, eventualmente, eliminarlo.

La investigación, publicada en la revista The Journal of Biological Chemistry, ha permitido conocer la arquitectura del virus; es decir, su disposición espacial. “El virus contiene dos cápsidas icosaédricas concéntricas y dos membranas. Es decir, el genoma viral está altamente protegido”, explica Nicola G. Abrescia, investigador Ikerbasque en el CIC bioGUNE, que ha llevado a cabo el trabajo en colaboración con el grupo del Dr. Germán Andrés, en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de Madrid.

Además, el ensemblaje de la cápsida más externa utiliza una proteína que muestra una forma similar a la que se da en las proteínas encontradas en otros virus. Estos, que forman parte del linaje viral PRD1-adenovirus, son capaces de infectar una multitud de seres vivos, desde bacterias a humanos.

Este avance científico proporciona el marco adecuado para diseñar nuevas moléculas que puedan interferir con el ensamblaje de las cápsidas, impedir la formación de la estructura infecciosa y, por tanto, combatir la infección viral. Asimismo, es un paso más hacia la la búsqueda de una vacuna frente a este patógeno.

El virus de la peste porcina africana muestra una alta resistencia ambiental y puede propagarse a través del contacto con cerdos vivos o muertos y también mediante el uso de productos de origen porcino y objetos como zapatos, ropa, equipamiento, etc.

La amenaza del virus de la peste porcina africana ha mantenido en alerta a la industria del jamón en nuestro país durante décadas. A finales de los años 50 del siglo pasado el virus ingresó en España desde Portugal, lo que causó la prohibición de exportar animales vivos y productos porcinos hasta 1995 cuando Espana fue finalmente declarada libre del virus. Esta prohibición causó grave perdidas a la economía española.