Caso clínico: Bajas en destete por infecciones múltiples

03-mar-2007 (hace 17 años 8 meses 10 días)

Descripción de la granja

Se trata de una explotación de ciclo cerrado, de unos 20 años de antigüedad, con 750 cerdas LD x LW donde se producen lechones para engorde y matadero.

La explotación posee unas instalaciones bastante viejas, donde se ha hecho poco mantenimiento, y se ha ido construyendo a medida que las necesidades iban creciendo, teniendo poco cuidado con las exigencias tanto de diseño higiénico, como de toma de aire para la ventilación, resultando que el aire procedente de unas naves, es el que ventila otras naves, especialmente entre naves de gestación y destete.

Dado que la peor zona de la granja es la que corresponde a maternidades, se reconstruye esta zona totalmente, dotando a la misma de una nave corrida, donde se alojan 180 cerdas, con unas separaciones mínimas, y manejando por filas, en lugar de por lotes.

Se sigue una pauta vacunal simple, contra la enfermedad de Aujezsky, en sábana, y parvovirus y mal Rojo tras el parto.

Los lechones son inmunizados contra micoplasma con dos dosis de vacuna.

Aparición del caso

El responsable de la granja nos avisa porque han muerto un tercio de los lechones en destete, con una dierra profusa, una semana tras el mismo.

Diarrea en destete

En la visita a la explotación, podemos observar como los diferentes grupos de lechones presentan un aspecto lamentable, comenzando ya con lechones a las 48 horas tras el destete, hasta animales con tres semanas de estancia en las salas, con cuadras llenas de heces diarreicas, de color pardo, animales deshidratados, con pelos hirsutos, decoloración de la piel, colocados en las esquinas de los boxes, y presencia de heces en toda la superficie corporal. Había alguna presencia de disnea, y toses discretas. Había algunos animales con artritis, pero no eran los casos más importantes.

Dado que teníamos antecedentes de casos de PRRS en otras épocas de la explotación, tomamos las siguientes muestras:

Realizamos la necropsia de varias bajas de aquel mismo día, dónde observamos sobre todo la presencia de enteritis, con intestinos inflamados, llenos de un contenido amarillento, pero desigual, dependiendo de los animales, y del momento de la muerte, no observando problemas respiratorios, si bien algunos pulmones pueden presentar un aspecto abigarrado, con zonas de bronconeumonía intersticial, que podrían indicar presencia de virus, sin llegar a ser muy intensos.

Analíticas y tratamientos

Con las muestras recogidas, se hacen las siguientes determinaciones:

Hasta que no se obtengan resultados, se aconsejan los siguientes tratamientos:

Visita a la explotación (día 7)

En el momento de la visita nos encontramos con que han descendido ligeramente los porcentajes de bajas, pero con resultado irregular, de modo que a pesar de que parece que hay una ligera mejoría, no parece que el proceso se haya detenido.

Destete

Se abren nuevos lechones muertos de la noche anterior, y se corroboran los hallazgos anteriormente descritos, sin más datos nuevos a aportar.

Resultados de los análisis

Según los boletines de análisis recibidos, en las muestras se pueden apreciar los siguientes procesos:

Diarrea

No se aconsejan nuevas medidas medicamentosas, ya que las indicadas son las de elección de los problemas identificados.

Únicamente se sugiere, dada la presencia de Lawsonia, que se aplique la vacunación oral a varios lotes, y se compare con lotes anteriores no tratados, pero este aspecto se rechaza, debido a la complicación de la aplicación de la vacuna.

Visita (día 20)

Se lleva a cabo en otra explotación del mismo granjero, debido a que dados los inmensos problemas que estaba teniendo en la granja vieja, se le ocurrió enviar una partida de 200 lechones al destete de la granja nueva, para ver si había los mismos problemas que abajo, con otro tipo de alojamiento.

Diarrea en destete

Al cabo de 48 horas, las bajas comenzaron a aparecer, pero al realizar la necropsia de las mismas, observamos claramente que en la zona torácica una poliserositis fibrinosa, con pericarditis, y presencia de fibrina amarillenta en toda la superficie pulmonar y cardíaca.

En la zona abdominal, observamos una peritonitis fibrionsa, con material fibrionso sobre la superficie del hígado y entre las asas intestinales.

Dadas las observaciones de varios animales con las mismas lesiones, concluimos que están afectados por Haemophillus parasuis, estando frente a una enfermedad de Glasser aguda.

Al observar este problema, recomendamos que se vacunen los lechones inmediatamente con una vacuna comercial, manteniendo las medicaciones anteriores, pero aplicando amoxicilina en agua, acompañada de colistina, para prevenir posibles problemas colaterales.

Además de este tratamiento, se acompaña el pienso con un acidificante, de forma continua, y durante dos semanas se añade paracetamol en premix, con el fin de realizar una prueba de mejora de aspecto.

También se aconseja la vacunación y revacunación de cerdas con vacuna viva de PRRS, y se dan unas pautas de vacunación y adaptación de cerdas nulíparas a la explotación, ya que provienen de una explotación libre de PRRS y no se lleva a cabo ninguna acción en este sentido.

De una mortalidad las dos primeras semanas de 20 % de animales, se pasó, unas 8 semanas después a valores del 10 % y al 5 % al cabo de 24 semanas.

No obstante, el manejo debe ser muy cuidadoso, ya que en el momento en que algunas de las medidas adoptadas no es llevada rigurosamente, los problemas vuelven a rebrotar, si bien no con las intensidades de las primeras semanas.

Destete

Conclusiones

En la explotación, en el momento de comenzar con los problemas más agudos, estaban conviviendo los siguientes problemas:

El PRRS, especialmente en grupos de nulíparas, que se iban instalando en la granja a intervalos irregulares, que procedían de una granja libre de PRRS, que no eran vacunadas ni adaptadas, y que por lo tanto presentaban camadas infectadas, con bajos niveles de anticuerpos, no sólo para este virus, sino para el resto de procesos.

Enfermedad de Glasser, la cual encontraba un nivel excelente de falta de inmunidad en ciertos grupos de lechones, lo cual proporcionaba semana de problemas muy intensos, con mortalidades súbitas de un gran número de lechones, a los cuales no se les podía observar ninguna lesión típica de la enfermedad, y grupos con mayor tasa de inmunidad, que presentaba menores porcentaje de mortalidad, pero muy alta morbilidad.

Este proceso se desencadenó en la nueva explotación, debido a que se trasladó un grupo de lechones más protegidos, que con el estrés del cambio permitió la presencia de las enfermedad típica, con lesiones macroscópicas evidentes, que no pudieron verse en las condiciones iniciales.

Lawsonia intracellularis, complicando los procesos anteriores, si bien en un plano discreto.

La reducción de los casos de bajas es muy evidente, desde que se aplica la vacunación, y al mismo tiempo se reduce la presión infectiva de la granja mediante el tratamiento de los lechones, si bien el hecho de no tener un sistema “todo dentro-todo fuera” en la maternidad ni el destete, así como las condiciones de alojamiento de los lechones destetados, dificultan mucho la posible erradicación y control de la enfermedad.