Abstracts - Nutrición

El ácido linoleico conjugado aumentó el porcentaje de magro en la canal y fue más efectivo con un nivel bajo de aceite en la ración (2%) que con uno más alto (5%).

Técnicamente la harina de hidrolizado de plumas puede utilizarse como suplemento proteico para cerdos de engorde pero no debe sobrepasar el 8% de la ración.

La suplementación de la ración con melatonina redujo la prevalencia de las úlceras gástricas.

En el trópico pueden utilizarse algunos forrajes como fuente de proteína pero el método de conservación puede condicionar su valor nutritivo.

Al bajar el nivel de proteína del pienso se redujo la excreción fecal y urinaria de N sin que se modificaran de forma significativa los rendimientos productivos pero se redujo el balance de nitrógeno.

El autor aboga por utilizar simulaciones matemáticas para estimar las recomendaciones nutritivas de los cerdos en crecimiento alojados en granjas comerciales.

En dietas formuladas para ser isoenergéticas e isoproteicas la soja extrusionada mejoró los rendimientos productivos en comparación con la torta de soja.

Los resultados indican que el gluten de maíz puede sustituir a la leche desnatada en polvo y parcialmente también al plasma porcino en dietas para lechones recién destetados.

Las granjas más grandes son las más contaminantes en términos absolutos pero contaminan menos que las pequeñas en términos relativos (por cerdo producido).

El tipo de fibra que se incorpora a las dietas de transición modifica la digestibilidad, el lugar de digestión y el tiempo medio de retención en el tracto digestivo.

Los resultados muestran como incluso con ingredientes tan estandarizados como el maíz la predicción de su contenido en energía puede representar una fuente de error importante.

La reducción del contenido en pared celular (FND) de los piensos o la suplementación con xilanasas mejoran la digestibilidad y reducen la excreción fecal de materia seca.

La inulina incorporada al pienso constituye un método efectivo para reducir la emisión de azufre de los purines.

El trabajo muestra que el impacto sanitario de una determinada dieta de destete puede ser tan importante como los rendimientos productivos.

En las dietas de cebo, el tipo de grasa que se incorpora (hasta un 15%) no influencia la digestibilidad de los lípidos y proteínas sea cual sea su composición en ácidos grasos.

La inclusión de niveles altos de ZnO a los piensos de lechones alteró la morfología intestinal y no afectó la población microbiana.

La micronización de la cebada puede mejorar su valor nutritivo para lechones mientras el tiempo previo de humectación no ejerció efecto alguno.

Los resultados sugieren que una relación tre:lys del 60-70% tendió a mejorar los resultados productivos tanto en hembras como en machos castrados.

Los resultados indican que el jarabe de maíz parcialmente hidrolizado puede considerarse una alternativa a la lactosa para lechones destetados precozmente.

Teniendo una estimación del peso vivo y de la deposición de proteína y grasa se pueden adaptar las recomendaciones nutritivas de lisina a unas determinadas condiciones de producción.

Se presenta la valoración nutritiva y práctica de la harina de maní. El ingrediente podría considerarse para crecimiento y cebo si se suplementa convenientemente en aminoácidos.

La sustitución de torta de soja por altramuz amarillo no afectó significarivamente al rendimiento productivo pero cuando los animales tenían posibilidad de elegir, consumían menos pienso con altramuz.

El trabajo demuestra la efectividad de un suero comercial (Dairylac 80©) sobre el rendimiento productivo de los lechones.

El aceite de salmón añadido a la dieta de gestación y lactación reduce ligeramente la mortalidad de los lechones por aplastamiento.