Inseminación post-cervical en cerdas: un enfoque moderno para la eficiencia reproductiva
En la búsqueda constante de mejoras en la eficiencia reproductiva y el progreso genético en la producción porcina, la técnica de inseminación post-cervical ha ganado popularidad en los últimos años. Este método consiste en depositar el semen directamente en el cuerpo del útero utilizando una cánula especial, lo que permite una mejor utilización de dosis reducidas de semen de alta calidad. A continuación, se detallan los aspectos clave y el protocolo de aplicación de esta técnica avanzada.
Beneficios de la inseminación post-cervical
La inseminación post-cervical utiliza volúmenes y concentraciones de dosis reducidas, típicamente de 60 cc con 1.500 a 1.800 millones de espermatozoides viables. Esta técnica mejora la eficiencia reproductiva al maximizar el uso de semen de alta calidad, permitiendo una mejor gestión genética y reduciendo costos asociados a la reproducción. Sin embargo, es crucial prestar atención a la calidad seminal, ya que una menor concentración de espermatozoides requiere una mejor calidad para asegurar el éxito.
Protocolo de aplicación
La aplicación de la inseminación post-cervical debe ser cuidadosa y seguir un protocolo estricto para garantizar la efectividad y minimizar el riesgo de fallos.
Hembras aptas para inseminación intrauterina
Multíparas destetadas: estas hembras, que representan el 76-78% de todas las inseminaciones en una granja, son las más adecuadas para esta técnica.
Primerizas (de primer a segundo parto): aunque algunas granjas prefieren la inseminación tradicional, muchas incluyen a este grupo en la post-cervical.
Hembras retrasadas y repetidoras: estas pueden ser inseminadas de cualquiera de las dos maneras, según los resultados previos y la operatividad.
Hembras no recomendadas
Nulíparas: debido al pequeño desarrollo de su aparato genital, es difícil pasar la cánula a través del cérvix.
Primerizas con desarrollo menor: estas hembras también pueden presentar dificultades, y algunas granjas prefieren evitarlas en la técnica post-cervical.
Procedimiento de inseminación
Detección de celo: se debe realizar sin la presencia del macho para evitar el cierre del cérvix.
Preparación de la hembra: limpiar bien los labios de la vulva con una toallita desinfectante no espermicida.
Inserción del catéter: introducir el catéter de forma habitual, fijándolo en el cérvix y avanzando la cánula interior con cuidado hasta el cuerpo del útero.
Inseminación: introducir la dosis seminal de 60 cc a temperatura ambiente. Comprobar que no hay reflujo y retirar la cánula interior, dejando el catéter fijo por varios minutos.
Estimulación post-inseminación: estimular a las hembras recién inseminadas con la presencia de machos durante 15-20 minutos.
Consideraciones adicionales
Capacitación del personal: es esencial un entrenamiento teórico-práctico antes de la implementación masiva de esta técnica.
Calidad seminal: utilizar dosis preparadas específicamente para la inseminación post-cervical y asegurarse de la calidad seminal óptima.
Uso de cánulas: no hay diferencias significativas entre los tipos de cánulas, aunque las de salida triple pueden ofrecer ventajas operativas.
La técnica de inseminación post-cervical representa una evolución significativa en la gestión reproductiva porcina, proporcionando mejoras en la eficiencia y el control genético. Su implementación requiere un enfoque meticuloso y una atención detallada a la calidad seminal y el entrenamiento del personal, asegurando así su éxito y beneficios a largo plazo en la producción porcina.
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