Según las investigaciones científicas (y la práctica porcina), el manejo de la alimentación de la cerda lactante es uno de los principales factores de éxito de una granja de cerdas.
Las híbridas modernas son muy prolíficas, con bajas reservas de grasa y una elevada producción de leche: si no se alimentan adecuadamente durante la lactancia, las cerdas demasiado delgadas al destete tienen dificultades para quedarse preñadas. Por lo tanto, es importante asegurarse de que la cerda lactante ingiera una cantidad adecuada de alimento todos los días. Para aumentar esta ingesta diaria, es fundamental aumentar el número de comidas: al menos 2, mejor 3... o más. Pero suministrar muchas comidas, si no se dispone de un sistema automatizado, requiere tiempo y mano de obra.
A este porcicultor se le ocurrió instalar una línea de distribución de alimento seco que pasa por el fondo del pasillo de cada sala de partos, donde se encuentra estacionado un pequeño carro que se mantiene constantemente abastecido de alimento.
Todo lo que tiene que hacer el trabajador es entrar en la sala, coger el carro y alimentar a las cerdas, para finalmente volver a colocarlo en su sitio. Cada sala tiene su propio carro, por lo que no hay que mover el carro entre pasillos y salas, lo que supondría una pérdida de tiempo y energía.
De este modo, cada vez que entra en la sala de partos, podrá distribuir alimento a las cerdas que lo necesiten.