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Ritmos productivos: cómo mantener los flujos de animales

Para mantener constantes los censos de los distintos tipos de animales, los flujos de animales (movimientos de animales entre los distintos departamentos de la explotación) deben ser constantes, es decir, debemos mantener el ritmo productivo de la explotación.

El nº de plazas de una explotación es constante y, si se desea optimizar su uso debemos conseguir que el nº de animales se mantenga lo más cerca posible del nº de plazas ideales que deben estar cubiertas (que no son el 100%, ya que siempre debe haber un margen para movimientos, lavados y desinfecciones). Si nos desviamos mucho de estos objetivos, tendremos diversos problemas que van a afectar a la eficiencia productiva y por tanto económica (sobredensidades, movimientos de animales a destiempo, infrautilización de las instalaciones, etc).

Para mantener constantes los censos de los distintos tipos de animales, los flujos de animales (movimientos de animales entre los distintos departamentos de la explotación) deben ser constantes, es decir, debemos mantener el ritmo productivo de la explotación.

Es decir, el primer paso será saber cuál es el ritmo productivo de la granja y el segundo cómo mantenerlo:

1.- Cálculo del ritmo productivo.- El momento ideal para marcar el ritmo productivo, es el momento de la cubrición ya que es el único punto donde podemos influir cubriendo más o menos animales (evidentemente, ni en el momento del parto ni en el destete podemos influir).

Para calcular el nº de cubriciones/periodo, se necesitan tres datos, de cálculo sencillo:

- Censo de nuestra explotación.
- Partos/cerda productiva/año.
- Tasa de partos.

Veamos un ejemplo. Si queremos saber el nº cubriciones/semana de una granja con 500 cerdas productivas, 2,35 partos/cerda/año y una fertilidad del 80%, el cálculo sería:

  • 500 cerdas productivas *2,35 partos/cerda productiva/año = 1175 partos/año
  • 1175 partos/año /0,8(tasa de partos) = 1469 cubriciones/año
  • (1469 cubriciones/año /365 días)*7 días = 28 cubriciones/semana

Por tanto, el objetivo de esta granja sería cubrir 28 cerdas cada semana. Es importante poder chequear si estamos cumpliendo dicho objetivo, y en caso contrario controlar la desviación, para poder predecir las variaciones en los flujos de animales. Para ello, es muy útil poder tener semanalmente un informe como el siguiente:

Acumulativo de cubriciones
655 cubriciones entre 08/09/08 y 08/03/09 (Objetivo de cubriciones por Semana 25)
Suponiendo un tamaño de granja 460; 2,40 Camadas /cerda cubierta/año y 85,0 % Tasa de partos

Cubriciones acumuladas

En este informe se compara el número de cubriciones reales con las esperadas y, semanalmente va calculando la desviación positiva o negativa respecto al objetivo. Dando un paso más, se puede calcular también con el objetivo de partos y los partos previstos, como se observa a continuación:

Acumulativo de cubriciones
655 cubriciones entre 08/09/08 y 08/03/09 (Media cubriciones/Semana 25, Partos/Semana 21)
Suponiendo un tamaño de granja 460; 2,40 Camadas /cerda cubierta/año y 85,0 % Tasa de partos


Cubriciones acumuladas reales

En este caso se observa que, aunque el objetivo de cubriciones se cumple con bastante exactitud, los partos previstos se van desviando del objetivo, ya que la tasa de partos de la granja es menor de la que se usó para calcular los objetivos (80%).

2.- Mantenimiento del ritmo productivo.- En las cubriciones de cada semana, encontraremos tres tipos de cerdas: destetadas, repetidas y primerizas. Veamos cómo controlar los tres grupos de animales para lograr el objetivo de cubriciones.

a) Cerdas destetadas.- Para saber las cerdas destetadas disponibles para cubrir, se deben saber las cerdas que se van a destetar en cada periodo, no sólo en nº, sino su distribución por edad y su productividad, para prever las cerdas que se van a enviar a matadero y cuáles estarán disponibles para cubrir, tal como se observa a continuación:

semana 11

Debemos conocer la distribución de las cerdas que se van a destetar con al menos los dos-tres meses de antelación, para planificar el manejo de las primerizas.

b) Primerizas.- Las primerizas deben ser el “colchón” que permita ajustar el nº de cubriciones al objetivo. Si se sabe con suficiente antelación el nº aproximado de primerizas a cubrir, se puede variar el manejo de éstas (flushing, incremento de entrada de animales, dejar pasar celos) para ajustarnos a las cubriciones necesarias.

c) Repetidas.- Este es el grupo sobre el que menor control se puede tener. En este caso, lo único que se puede hacer es prever el efecto estacional: durante final de verano-otoño, este grupo posiblemente aumentará. Es recomendable, durante este periodo, aumentar el objetivo de cubriciones totales por periodo en un 5%, previendo el posible descenso en la tasa de partos de estas cubriciones (ya que lo importante no es tener las mismas cubriciones/periodo, sino los mismos partos, y consecuentemente destetes, por periodo).

En definitiva, podemos concluir que teniendo información actualizada de la explotación es posible controlar el ritmo productivo con la antelación y la precisión necesarias para que no nos controle él a nosotros.

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