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Caso clínico: Muerte aguda de lechones lactantes


Se trata de una explotación de 800 cerdas que produce lechón salido de transición en bandas semanales, la granja es positiva a PRRS y negativa a Aujeszky.

6 mayo 2008
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Descripción de la explotación



Se trata de una explotación de 800 cerdas que produce lechón salido de transición en bandas semanales, la granja es comercial positiva a PRRS y negativa a Aujeszky.

El plan de vacunación de las cerdas es el habitual:

• Aujeszky: Vacuna en sábana 3 veces al año.
Coli: 3 semanas antes del parto a todas y 6 semanas antes a las de primer parto.
• Parvo y mal rojo: 1 semana post parto

Las primerizas entran de fuera y son negativas a PRRS. Se hacen positivas en una cuarentena y posteriormente permanecen aisladas durante 2 meses, para ser cubiertas una vez ya han superado la infección.

Aparición del caso



Dos días antes de acudir a la granja, el encargado nos llamó para comentarnos que habían muerto 3 lechones lactantes en los últimos 3 días. Según nos cuenta por teléfono, “estos lechones se ven bien, de golpe mueren y se vuelven azules, sobretodo en la zona de las piernas”.

La última de las 3 bajas es reciente y el encargado propone congelarla para poder hacer la necropsia durante la visita que tenemos programada al cabo de dos días.

Durante este margen de tiempo nos empezamos a preguntar sobre las causas que pueden provocar mortalidad repentina y aparición de cianosis.


Evolución del caso



Cuando llegamos a la granja al cabo de 2 días ha habido otra baja y además nos han traído la de hace 2 días convenientemente congelada. Externamente, ambos lechones se ven anémicos y muestran cianosis sobretodo en las extremidades, en las mucosas y alrededor de los ojos. Uno de ellos tiene hematomas de tamaño variable alrededor del cuerpo.


Nos quedamos algo alarmados por el aspecto exterior de los animales. En el caso de enfermedades como el Glässer, el PRRS o incluso en la fase terminal de animales afectados por E. Coli, se puede observar cianosis de la piel. Además, hemos oído decir que en casos de Peste Porcina Clásica, los animales pueden llegar a tener petequias y cianosis de la piel.

Antes de empezar con la necropsia decidimos ir a ver a los animales:

• Los lechones tienen unas 2 semanas de vida.
• Sorprendentemente todas las bajas son de la misma camada, hasta hoy han muerto 4 en 5 días.
• Los 6 que permanecen vivos se ven bastante bien, están llenos, pero quizás un tanto apáticos. Parece que son reacios a moverse.
• No están cianóticos, pero alguno está un poco pálido.
• Se controla la temperatura y no tienen fiebre.
• El resto de camadas de la sala no demuestran ningún tipo de problema.

Al salir de la maternidad no tenemos las ideas nada claras. Esperábamos encontrar un problema de Glässer o PRRS, pero el hecho de que todos los animales se vean bien y que las bajas sean de una misma camada, no nos cuadra. Por suerte, tampoco nos cuadra con el tema de la PPC, ¿o si?


Aspecto de las necropsias



Mientras empezamos a necropsiar al primer lechón y al volver a contemplar la anemia generalizada, preguntamos si es posible que se hayan olvidado de pinchar con hierro a esa camada de lechones. No es que esperemos que sea este el problema, pero nos parece una pregunta útil para dar conversación y ganar un poco de tiempo para intentar aclarar qué puede estar sucediendo.

Sin embargo, la respuesta que nos da el ganadero, nos sirve de gran ayuda: “Nosotros pensamos lo mismo, los pinchamos a todos hace 2 días y uno murió desangrado”.

Esta respuesta nos abre los ojos y las lesiones que observamos en la necropsia de ambos lechones acaban de confirmar lo que sospechamos.

Este primer lechón es el congelado.

Hemorragias generalizadas, sangre congelada en cavidad torácica y abdominal. Corazón envuelto de gran cantidad de sangre.
Hemorragia abdominal. El aspecto de la sangre es debido a la congelación. Hemorragia intestinal.


Diagnóstico y resolución




Lo que ya prácticamente dábamos por seguro, es confirmado con la siguiente cuestión: ¿Ha venido recientemente la persona que se encarga del control de roedores? La respuesta es afirmativa y las lesiones del segundo lechón (iguales a las del primero, aunque no tan claras) acaban de confirmar el problema.

Los lechones han ingerido parte de alguna de las bolsitas de rodenticida que accidentalmente puede haber caído dentro del corral. Los mata-ratas suelen ser factores que inhiben la coagulación de la sangre, con lo que los lechones han muerto desangrados.

Tratamiento:

Se recomienda pinchar 5 mg/kg de vitamina K urgentemente al resto de lechones vivos de la camada. Durante 5 días más se debe continuar el tratamiento con una dosis inferior (2mg/kg ).

Evolución del caso:

El tratamiento funciona perfectamente (o el resto de lechones no habían ingerido rodenticida), ya que no mueren más lechones.

Es uno de esos casos que crea satisfacción porque partiendo de una situación en la que no teníamos ni idea de lo que pasaba, en 5 minutos el caso se diagnostica y se resuelve satisfactoriamente. ¡Ojala pasara lo mismo cada día!

Comentarios



El caso clínico se da en una explotación de 800 cerdas que produce lechón salido de transición. 4 lechones de una misma camada han muerto reflejando las siguientes lesiones:

• Cianosis de la piel, sobretodo en las piernas, mucosas y alrededor de los ojos.
• Petequias y hematomas de tamaño variable en la piel.
• Anemia: Palidez generalizada de todo el cuerpo.
• Hemorragias internas severas, generalizadas en todo el cuerpo: sobretodo evidentes en la cavidad torácica y abdominal y alrededor del corazón.
• Hemorragias en la pared intestinal y contenido sanguinolento.
• Hemorragias intermusculares.
• Petequias en riñones.

Después de saber que todas las bajas eran de la misma camada, que uno de los lechones había muerto desangrado después de pincharlo con hierro y que recientemente había pasado el encargado de realizar el control de roedores, se diagnostica que el problema es debido a una intoxicación por ingestión de rodenticidas.

En los lechones de la camada que aún estaban vivos no se observan claramente otros síntomas de esta enfermedad:

• Cojera y marcha rígida debido al dolor por la presencia de hemorragias frecuentes en las articulaciones.
• Heces oscuras, con sangre.
• Epistaxis.

Sí que parece que alguno presenta letargia y permanece más tiempo echado de lo normal. También parecen algo anémicos.

Mecanismo de acción de los rodenticidas

Los rodenticidas, como su nombre indica, son compuestos químicos que son usados para el control de roedores (ratas y ratones). El más conocido es la warfarina. Son tóxicos que actúan impidiendo la coagulación de la sangre al interferir con la vitamina K y reducir los niveles de protrombina.

Debido a su mecanismo de acción, los animales mueren después de un tiempo de haber ingerido el tóxico. Esto explica el escalonamiento de las 4 bajas sucedidas a lo largo de 5 días en esta explotación.

Este efecto retardado de la warfarina es el que contribuye al éxito como rodenticida. Los roedores son animales que suelen rechazar venenos que actúan de forma súbita porque aprenden a evitarlos cuando ven a sus compañeros morir justo después de ingerir un cebo en concreto.

Una dosis única de 3 mg/kg es fatal para los cerdos, aunque también se ha comprobado que dosis repetidas (de 7 a 10 días) de menos de 0,06 mg diarios también acaban provocando intoxicación. Estos lechones que deberían pesar menos de 4 kg tuvieron mucho más que suficiente con una simple bolsita de mata ratas para empezar a morir.

Diagnóstico:

Otras enfermedades que cursan con cianosis piel, son Glässer (Haemophilus parasuis), la enteritis por E.Coli, la encefalomieltis hemaglutinante, el PRRS o incluso la PPC. Enfermedades que cursan con anemia son la Eperitrozoonosis (más bien ictericia) la enteritis proliferativa o el déficit de hierro.

Sin embargo, en este caso, no fue necesario un diagnóstico laboratorial debido a la evidencia de los acontecimientos y lesiones.

Tratamiento:

El tratamiento de elección es la vitamina K administrada a 5 mg/kg el primer día. Posteriormente debe continuarse el tratamiento con una dosis inferior (2 mg/kg ) durante unos 5 días.

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