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Es un placer iniciar este ciclo de comentarios de mercado para Latinoamérica, pues considero que una región que posee casi los 4 millones de cerdas tecnificadas, está adoptando un rol muy importante en las dinámicas del mercado porcino mundial.
A pesar de que estamos en un momento de buenos precios en la mayoría de los principales mercados del mundo, Brasil y Argentina no pueden decir lo mismo. Por un lado, el gigante del fútbol no puede salir de una crisis que lo afecta en lo económico, judicial y legislativo, y además a esto se suma la desvalorización de su moneda frente al dólar, la cual ha hecho que las exportaciones del maíz y la soja aumenten de forma significativa. Países del hemisferio norte, con monedas más valorizadas, compran la mayoría del grano disponible y por lo tanto la oferta local es muy baja, en consecuencia los más perjudicados son los productores de cerdos que tienen costes elevados en la alimentación. Actualmente muchos de ellos están vendiendo cerdos por debajo del punto de equilibrio y por lo pronto el gobierno ha tenido que interceder y generar licitación para la compra de 1 millón de toneladas de maíz provenientes de EEUU.
Por otro lado, en Argentina, la situación es parecida. Luego de venir con años de crecimiento ininterrumpido de la cabaña porcina, el mercado porcino se encuentra en plena fase de quiebra de algunas granjas. Un hecho que marcó un hito, fue la eliminación de las retenciones a las exportaciones de maíz, esto inmediatamente generó un aumento de las exportaciones, aumento de los precios locales y por consiguiente en los costes de producción del cerdo. Argentina está en plena fase de transición, donde los productores porcinos más eficientes se quedarán en este negocio, el cual no tiene amparo con los productores que no buscan la formación e inversión.
Un mercado muy consolidado, que destina más del 50% de la producción hacia la exportación, es Chile. El país del sur del mundo lleva un año con una eterna navidad, pues como se puede apreciar en la gráfica, los chilenos llevan un año de crecimiento sostenido en las cotizaciones, aunque en las últimas semanas el precio ha ido disminuyendo, aún mantienen ganancias que superan los 25 dólares por cerdo.
En esta país, el consumo de carne de cerdo alcanza los 25 kilogramos per cápita, siendo el más alto de Latinoamérica. Su industria está en fase de decrecimiento, ya que algunas granjas han tenido que cerrar por problemas ambientales, actualmente algunas empresas están adoptando nuevas tecnologías, lo que las trasforma en sustentables con el medio ambiente y les permite seguir produciendo carne de cerdo.
El país que lleva un crecimiento agigantado y con muy buenos pronósticos es Colombia. El país cafetero lleva años con incrementos significativos en el consumo de carne de cerdo, actualmente cada colombiano consume 8 kilos de carne de cerdo al año y se estima que siga el crecimiento durante los próximos años, ya que la clase media está aumentando sus ingresos económicos y muchas personas están saliendo del estado de pobreza. El mismo escenario lo tiene Perú, los herederos de las costumbres del gran imperio Inca, han estado con buenos precios en los últimos meses, y actualmente su principal foco es incentivar el consumo de carne de cerdo, pues el consumo es de casi los 6 kilos por persona al año. Muchos países de Europa bordean el consumo de cerdo en los 40 kilos per cápita, esto es un claro ejemplo de que hay mucho que trabajar.
Latinoamérica tiene grandes desafíos por delante, uno de ellos es que debe consolidar su producción de materias primas para la alimentación y no ser altamente dependiente de las importaciones de cereales y oleaginosas (a excepción de Brasil y Argentina). Adicionalmente deben invertir mucho en investigación y en el desarrollo de nuevos profesionales que estén adecuados a las nuevas tendencias de producción animal, en donde es importante la protección social, el bienestar animal y la sustentabilidad con el medio ambiente.
Los indicios de un crecimiento son claros y los bajos consumos de carne de cerdo son una motivación muy activa para la mayoría de los productores de la región. En los próximos comentarios iremos hablando de los demás países de esta gran región, que busca ser un productor de proteína animal.
